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Los fabricantes reclaman un plan de choque con ayudas específicas para vehículos industriales y autobuses

El mercado de vehículos industriales está obligado a reducir en un 45% sus emisiones para en 2030, mientras que en el caso de los autobuses, sus emisiones tiene que ser 100% cero emisiones en 2035. El sector de los transportes pesados representa el 4,8% del PIB y 600.000 empleos directos en España y supone el 96% de todo el transporte de mercancías del país, según datos de la patronal. Sin embargo, pese a su gran peso en la economía española, su flota tiene una antigüedad media de 15 años, frente a los 9,5 años en Francia o 10,6 años en Alemania, de acuerdo con Anfac. Con estos datos sobre la mesa, la Asociación de Fabricantes ha recamado un plan de choque con ayudas específicas en el sector de vehículos pesados y autobuses. Una petición que ha cursado el presidente de esta asociación, José María Recasens, durante la celebración, por segundo año consecutivo, del Foro Anfac de Vehículo Industrial y Autobús, que este año ha llevado por título «Transportemos el cambio». «Desde Anfac, el año pasado, hemos presentado una hoja de ruta 2024-2026 para el vehículo industrial y el autobús, sin embargo los resultados actuales son de escaso cumplimiento», ha recalcado Recasens. Para el directivo «la transición hacia la movilidad cero emisiones es una meta compartida, si bien el camino no es igual para todos. Los vehículos industriales y los autobuses no son simples medios de transporte: son herramientas de trabajo». Sin embargo, para Recasens la descarbonización del transporte pesado «sigue sin ocupar el espacio que merece en el debate público, a pesar de que las exigencias para el sector y sus usuarios son cada vez mayores. La descarbonización debe ir de la mano de la competitividad: no se trata solo de sostenibilidad o de reducción de emisiones, sino también de tecnología. Es una oportunidad única para que España se consolide como un hub tecnológico, aprovechando el potencial de la conectividad y la automatización también en el ámbito del vehículo industrial y el autobús». El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones quiso destacar que, desde Aanfac, presentaron en el año pasado la Hoja de Ruta 2024-2026 del Vehículo Industrial y Autobús y solicita una mayor colaboración público-privada: «elaboramos un plan con medidas realistas y un objetivo claro: avanzar hacia los ambiciosos compromisos de descarbonización. Pero, un año después, la realidad es que el cumplimiento de estas medidas ha sido escaso. Desde el sector no pedimos soluciones imposibles, sino un apoyo tangible para acelerar la descarbonización con el mismo nivel de esfuerzo que se aplica a los turismos». Según Recasens, «por eso, apelamos a una colaboración decidida con la industria del automóvil y el transporte por carretera. Las Administraciones deben ser un socio en este reto, facilitando que los transportistas puedan renovar sus flotas con seguridad y sin perder competitividad. Olvidar al transporte por carretera sería un error estratégico, con consecuencias graves como la pérdida de empleo y de soberanía industrial». A continuación, ha tomado la palabra José López-Tafall, director general de Anfac, para tratar durante su intervención los retos y las claves para acelerar la descarbonización del transporte terrestre. López-Tafall también ha querido poner en valor que la transición hacia la movilidad cero emisiones no pueden abordarse de forma homogénea: «los vehículos industriales y autobuses no son como los turismos y, por lo tanto, el impacto de esta transformación sobre su competitividad es mucho mayor. Aunque la hoja de ruta europea ya está marcada, en la que se exige una reducción del 90% de emisiones para 2040 en los vehículos industriales y del 100% en 2035 para los autobuses urbanos, el ritmo actual no está alineado con estos objetivos. Desde el sector entendemos y compartimos estas metas, pero debemos ser realistas. Avanzamos, pero ni al ritmo ni con la contundencia que se exigen». López-Tafall también ha hecho referencia a la Hoja de Ruta 2024-2026 del Vehículo Industrial y Autobús, alertando de la urgencia de abordar esta transformación. «Un año después, seguimos sin un plan de ayudas al vehículo pesado, sin respuesta a nuestras reclamaciones y sin señales de que algo vaya a cambiar. Es necesario que desde el ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible se establezca un nuevo plan de ayudas para el transporte pesado, y que se mejore tanto en dotación económica como en eficiencia de las ayudas. El mensaje de Europa es claro: no hay marcha atrás. El nuevo marco regulador en el que trabajan no solo incentiva, también penaliza a quienes no se adapten». Actualmente, el mercado de vehículos industriales ha crecido en un 12%, con 32.141 unidades matriculadas en 2024, un 31% más con respecto a 2019. En el caso del mercado de autobuses, el crecimiento del año pasado fue del 15,9%, con 4.369 vehículos matriculados frente a los 3.769 de 2023. Su crecimiento con respecto al año previo a la pandemia es del 24,9%.

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