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“Cuando hay que hacer las cosas rápido”: la campaña publicitaria de la empresa del montacargas usado para robar el Louvre

“Cuando hay que hacer las cosas rápido”: la campaña publicitaria de la empresa del montacargas usado para robar el Louvre
La compañía propietaria de los ascensores de muebles ha compartido el mensaje acompañado del modelo utilizado por los ladrones para acceder al museo y robar ocho joyas valoradas en 88 millones de eurosLa Fiscalía de París estima en 88 millones de euros las joyas robadas en el Louvre El montacargas utilizado por los cuatro ladrones para ascender hasta la galería Apolo del Louvre el pasado domingo protagoniza todas las fotografías de la escena del robo. Sin embargo, su uso ha sorprendido hasta al propio director general de la empresa, Alexander Böcker. “Normalmente, este no es un dispositivo fácil de usar para entrar en un edificio. No creo que nuestros dispositivos se utilicen para futuros robos”, ha descartado en una entrevista con el medio alemán Frankfurter Allgemeine. Se trata de la compañía Böcker Maschinenwerke GmbH, originaria de Werne, cerca de Dortmund. Böcker logró identificar que se tratraba de su firma gracias a los rieles y a la pequeña placa con la imagen de la empresa en la parte inferior de estos. Ante ello, decidió aprovechar la ocasión para lanzar una campaña publicitaria; una decisión “muy meditada”. “Cuando hay que hacer las cosas rápido”, ha publicado Böcker en su cuenta de Instagram y Facebook acompañado de una imagen del atraco al museo más visitado del mundo. “Fue cuestión de sopesar las cosas. Creo que la mayoría de la gente entenderá el humor. No nos preocupaba que muchos lo consideraran algo malo”, confiesa el director general. Las publicaciones presentan una imagen del ahora mundialmente famoso ascensor de muebles Agilo que los ladrones usaron para ingresar al museo a través de una ventana, robar joyas napoleónicas por un valor estimado de 88 millones de euros (76 millones de libras) y en menos de 10 minutos escapar con el botín en motocicletas. Más de 150 pruebas de los ladrones Los investigadores de la sustrcción de ocho joyas de la corona de Francia en el Museo del Louvre tienen más de 150 muestras de ADN, huellas papilares y otras pruebas que están analizando para tratar de localizar a los ladrones, según ha manifestado este jueves la fiscal de París, Laure Beccuau. En una entrevista al diario regional Ouest-France, la fiscal se ha mostrado optimista sobre las posibilidades de identificar a los cuatro integrantes del comando y de localizar las joyas, valoradas económicamente en 88 millones de euros, aunque su valor patrimonial es incalculable. “Los análisis requieren plazos, aunque sean una prioridad para los laboratorios. Esperamos recibir información en los próximos días que podría proporcionarnos pistas, especialmente si los autores figuraban en los archivos” policiales, ha añadido Beccuau. La fiscal ha explicado también que la videovigilancia de las calles permitió seguir las rutas de los autores “en París y los departamentos vecinos” y que los investigadores tienen también “imágenes disponibles de cámaras públicas y privadas” de autopistas, bancos y comercios para su explotación. Asimismo, ha expresado que su deseo es “arrestar a los autores lo antes posible para recuperar las joyas antes de que se extraigan las piedras y se fundan los metales”. Y ha mostrado su esperanza de que gracias a la enorme cobertura mediática de este golpe los autores no se atrevan a modificar las joyas. “Quiero ser optimista”, ha dicho la fiscal de París. Nuevas imágenes Cuatro días después del robo en el Louvre, este jueves han circulado nuevas imágenes que mostrarían que las alarmas funcionaron y que los agentes del museo más visitado del mundo informaron de la intrusión a las autoridades. En las imágenes, tomadas desde un ala del Louvre diferente a donde se encuentra la galería Apolo —donde se desarrolló el robo— se ve a dos de los ladrones descendiendo por la escalera de la camioneta de mudanzas que usaron para subir hasta el balcón por el que penetraron en el museo. “Los individuos van en escúteres. Van a irse del Louvre”, advierten los agentes de seguridad del museo por radio. Filmado desde el interior del edificio, junto a la ventana, el vídeo dura unos treinta segundos. Termina poco después de que un escúter se aleje a toda velocidad, mientras suenan sirenas a lo lejos. Las imágenes confirman, en cualquier caso, que las alarmas de las ventanas y vitrinas funcionaron y que los tres guardias de la sala denunciaron la intrusión a las autoridades. Los investigadores han interrogando a los guardianes del Louvre, especialmente en busca de algún tipo de complicidad interna. Cuando los ladrones irrumpieron por el balcón de la Galería de Apolo, el detector de alarma se activó inmediatamente y envió una señal al puesto central de seguridad, explicó la presidenta del Louvre, Laurence des Cars, durante una audiencia ante la Comisión de Cultura del Senado el miércoles. Uno de los cuatro agentes apostados en la sala realizó una llamada por radio al puesto de mando para informar de la intrusión, continuó Des Cars, reconociendo que la ausencia de cámaras en las fachadas del edificio constituye una vulnerabilidad en el sistema de seguridad. “Acepto plenamente que, efectivamente, tenemos una debilidad en la protección perimetral del Louvre”, dijo De Cars, quien pidió la instalación de una comisaria de policía dentro del museo.

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