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El Insolac Caja 87 se desmarca de la ansiedad con una plácida victoria (82-63)

Si había ansiedad por comenzar con el pie derecho la nueva etapa en el banquillo del Caja 87, el equipo del recién investido Adrià Alonso se la sacudió en San Pablo con un partido sobrio y serio, marcando por su aplicación tanto en la defensa como en el rebote, sin apenas distorsiones ni renglones torcidos que hicieran temer por que la victoria se escapara de San Pablo. El estreno del técnico catalán a los mandos del conjunto verdirrojo se saldó con una victoria solvente, sin sustos en su epílogo ni el clásico miedo en el cuerpo de los finales apretados que pueden caer de cualquier lado. No dio lugar a ese escenario la actuación del Caja 87, que casi siempre tuvo controlado el partido y aceleró en el último cuarto para sellar su primer triunfo liguero poniendo los cimientos de lo que debería ser una fortaleza inexpugnable, su feudo, habida cuenta el objetivo tan ambicioso que se ha marcado el club. Salió contestón el Círculo Gijón, quizá más de lo esperado por su condición de recién ascendido. Despegó sin complejos, manejado por la batuta de Guillem Arcos, base alicantino de 25 años y con experiencia (y calidad) en Primera FEB. También se aplicaban los asturianos en el rebote, donde manifestaba de salida ciertas carencias el Insolac, nada afilado tampoco en el tiro de tres y con problemas para conectar en el poste bajo con Dibba. Evidenciaban los anfitriones cierto nerviosismo, que no le habían tomado el pulso al partido, pero no tardarían en hacerlo. Con 11-14, los aros se cerraron completamente hasta que Clarke, primero, y luego Bertain y Bilalovic fabricaron un parcial de 6-0 con una fórmula tan elemental como eficaz: intensidad defensiva, manos rápidas para la recuperación y gañafones ofensivos a campo abierto para canjear puntos. Así se simplifica el trabajo y así se descomprimió el Caja 87 y puso a San Pablo en ebullición (17-14). A medida que subieron los sevillanos su nivel defensivo, bajó drásticamente la efectividad gijonense hasta el 19-16 que abrochó el acto de apertura. Todo lo facturaba el Caja 87 en transición, así iba sumando, se explayaba e incluso generaba química de equipo, como en una asistencia de Clarke para el mate a dos manos de Dibba segundos después que el gambiano fallara una canasta del mismo tipo bajo tablero (24-19). Al africano, en cualquier caso, le costaba entonces imponerse en las maniobras ofensivas en las inmediaciones del tablero rival, pero le pasaría como al equipo: mejoraría con el paso de los minutos. No era brillante el partido, precisamente, pero a través de su defensa había logrado el Caja 87 ahogar casi por completo al Círculo Gijón. Otro triple de Dedovic taladraba el 27-20. Dibba machacaba el aro asturiano, esta vez tras asistencia de Jankovic (29-22) en pleno desconcierto del cuadro asturiano, al que la defensa verdirroja había sacado del partido. No metían un tiro los visitantes, ni de cerca, media o lejana distancia, completamente secos estaban. Apenas 24 puntos en 19 minutos les había permitido el Caja 87, que a través de los tiros libres de Sergio Cecilia superaba la decena de ventaja (35-24). Clarke, muy completo su primer tiempo, puso la docena (38-26) al ecuador. Dibba ya había rapiñado doce rebotes (13 al final) y es una evidencia que en defensa aporta, corre bien el campo y toca muchísimos balones sin dueño. Con un 2-7 de salida tras el paso por vestuarios reconectó sus circuitos el Círculo Gijón, pero el Caja 87 no le dejaba margen para la reacción y Cecilia atizaba de nuevo desde el arco perimetral (43-33) cuando por dentro se estructuraba con Jankovic y Latorre. A un 0-6 de los asturianos (43-39) replicaron los verdirrojos con una bandeja de Cecilia y dos triples de Bertain (51-43) para disuadir al invitado de su aviesas intenciones. Un choque entre Franch y Jerónimo Luis sacó a ambos jugadores de la pista con el partido en calma chicha. No habría esprint local ni rebelión visitante. Y no se temía por el resultado porque cada vez el Girón apretó un poco, siempre encontró una respuesta efectiva de los cajistas, en este caso con un Dibba con más confianza (55-45). Nueve abajo a falta del último cuarto, el Gijón aún no se entregaba. Quería incordiar un poquito más a un Caja 87 al que, sin ser brillante, no le tembló el pulso en ningún momento. Bilalovic, cuánto necesita el equipo sus triples, ampliaba a doce (60-48) cuando Dibba estaba tan entonado que hasta de una asistencia a Cecilia se atrevió.   No había señales que invitaran a pensar en que el partido se torcería por más que Guillem Arcos se obcecase en tirar del carro de los asturianos para apurar sus opciones, escasas. Jankovic apareció con un dos más uno de lo más oportuno y Clarke, en una jugada virtuosa, la mejor del partido con diferencia, se fabricó una canasta exquisita para encarrilar el triunfo (69-55). Con el combo bahameño moviendo el yoyó, la brecha se abrió hasta los 21 puntos (80-59) con el partido ya completamente roto y las esperanzas visitantes diluidas en un domingo de lo más plácido para el Caja 87, que logró abstraerse de lo acontecido en la semana previa al choque, por el despido de Eloy Ramírez, para imponer su superioridad ante un recién ascendido y subir al casillero la primera victoria de la temporada.

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