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¿Adiós a la bajada del aceite de oliva? Las dudas sobre la cosecha y la producción "fantasma" de Túnez tensan los precios

¿Adiós a la bajada del aceite de oliva? Las dudas sobre la cosecha y la producción "fantasma" de Túnez tensan los precios
Los agricultores reclaman más control sobre las importaciones del país tunecino, al entender que no están sujetas a las mismas normas de trazabilidad y origen que se exigen en la UELa mayor cooperativa de aceite de oliva prevé un año de precios entre 4 y 4,5 euros y una cosecha menor de la esperada Las próximas semanas son claves para determinar cómo va a ser la campaña de aceite de oliva y, salvo sorpresas, todo indica que no será tan buena como se preveía hace solo unos meses. El calor de las primeras semanas de otoño se llevó por delante los cálculos iniciales de producción y apunta a que se va a poner punto y final a la bajada de precios de los últimos meses, que han dado un respiro al bolsillo a la hora de hacer la compra. A eso se suma que el sector ha puesto en el punto de mira la entrada de aceite de Túnez, que puede influir en el precio final de algunas de las variedades de aceite de oliva más económicas. Hace unos meses “se auguraba una gran cosecha y nosotros ya llamamos a la prudencia”, explica Cristóbal Cano, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). “Tuvimos olas de calor y sequía en momentos clave del final del verano y principios de otoño y, ahora, se corrobora que la producción de esta campaña va a ser peor que la del año pasado”. La última previsión de producción publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación pasa por llegar a las 1,37 millones de toneladas, un 3% menos que lo conseguido en la campaña que acaba de terminar. Es una cifra menor, pero no es mala. Hay que tener en cuenta que el sector viene de años en los que la producción aceitera en España se quedó en las 800.000 toneladas y los precios en los supermercados superaron los 12 euros el litro, en el caso de la variedad virgen extra. “Las últimas lluvias han llegado tarde”, asegura Francisco Elvira, portavoz de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). “Durante el principal periodo de maduración, septiembre y octubre, el olivar de secano estaba estresado” por la sequía y las altas temperaturas. “Cuando empecemos a recoger, el fruto no tendrá el rendimiento que se preveía, porque [antes del verano] se llegó a hablar de estimaciones de 1,4 millones de toneladas”. Además, Elvira explica que puede ser clave el frío de las últimas jornadas, porque “seca el fruto y este pierde peso al perder humedad”. “Las condiciones climatológicas de las próximas semanas serán determinantes para garantizar la correcta evolución y el rendimiento de aceite”, indica el Ministerio de Agricultura al dar las previsiones de aforo para la campaña que empieza. Y sus estimaciones apuntaban cifras muy distintas en función del territorio.  En el caso de Andalucía –que concentra el 80% de la producción española– el Ministerio anticipa una caída de la producción de hasta el 5%, que conllevaría llegar a un millón de toneladas de aceite. En el caso de Castilla-La Mancha, prevé un recorte mayor, de hasta el 17% (situando la producción en esta región en 121.500 toneladas). En cambio, en Extremadura señala un aumento del 3% (80.500 toneladas). Esas disparidades se deben a que “las intensas lluvias” de “primavera permitieron una floración y cuajado del fruto excelente, que hacía barajar una cosecha muy elevada, pero cuya estimación se ha contenido por las elevadas temperaturas estivales registradas en las principales zonas productoras”, asume Agricultura. También hay voces del sector que son más optimistas. “No vamos a quedarnos por debajo de las cifras de previsión del Ministerio”, afirma Primitivo Fernández, director de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceite (Anierac). “Yo creo que las cifras van a mejorar”, añade.  Tensión sobre los precios Las dudas sobre la evolución de la campaña están marcando –y marcarán– la evolución del precio, con repuntes en origen en las últimas semanas. Hace unos días, la mayor cooperativa de aceite, Dcoop, aseguró que el precio se situará entre los 4,5 y los 5 euros el litro, en el caso del virgen extra. Sin embargo, los agricultores creen que debería estar por encima. Lo que ven necesario, además, para cubrir los costes de producción, sobre todo en el caso del olivar tradicional, el de secano. En el siguiente gráfico se ve la evolución del precio en origen de la variedad virgen extra, según los datos que publica el Ministerio de Agricultura, que incluye el pico histórico de hace dos años. Así ha evolucionado el precio del aceite virgen extra desde la escalada de 2023 Evolución semanal desde 2023 del precio del aceite de oliva virgen extra (AOVE) por cada 100 kg. Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación En cuanto al precio, “la bola de cristal no la tiene nadie”, argumenta Cristóbal Cano. También que, para recuperar los costes de producción, el sector tradicional necesita que los precios, en el caso del virgen extra, partan de cinco euros. “El mercado responde positivamente a ese nivel de precios y hay margen para que el olivar tradicional pueda subsistir”, añade. “El mantra de que a seis euros el aceite se quedaba en las bodegas sin vender no era real. A partir de cinco euros, al olivar tradicional le salen las cuentas”.  Otra de las variables que ha sobrevolado al sector productor en los últimos meses ha sido la decisión del Ministerio de Agricultura de abrir la puerta a la retirada de aceite del mercado. Para que eso ocurriera tenía que haber exceso de oferta y, ante la campaña en ciernes, eso no va a ocurrir. “Este año, esta norma no se va a aplicar porque no hay exceso de oferta, pero (el mecanismo) es una garantía para todo el mundo”, aseguró hace unos días el ministro de Agricultura, Luis Planas. El aceite “fantasma” de Túnez A las dudas sobre la evolución el aceite de oliva en los próximos meses se suman las críticas de COAG a la llegada de producto procedente de Túnez. “Cada año, el contingente autorizado permite la entrada en la UE de hasta 56.700 toneladas de aceite de oliva virgen tunecino a granel libre de impuestos. Esta cifra se agota sistemáticamente al inicio del periodo gracias a un procedimiento con escasas restricciones”, afirma esta organización agraria.  “¿Por qué no aparece prácticamente en ninguna etiqueta? ¿Dónde está y cómo se comercializa ese aceite?”, se pregunta esta organización. “Podría estar siendo mezclado, reetiquetado o triangulado sin que el consumidor sea consciente del origen real del producto que compra”, en un aceite “que no está sujeto a los mismos requisitos de trazabilidad y origen que el producto europeo”. Por ello, COAG reclama al Gobierno español y al Ejecutivo comunitario que investiguen qué pasa con ese aceite. Fuentes empresariales, que prefieren el anonimato, aseguran que ese aceite no acaba en los lineales como virgen o virgen extra y que, en su mayoría, acaba siendo exportado a otros países. También, que sí puede ser mezclado con producto local, pero en las variedades que se permite hacerlo y donde, apuntan, la legislación no recoge que tenga que etiquetarse su origen geográfico.  “Tenemos un problema con la trazabilidad de ese producto”, recalca Francisco Elvira. “Si es una mezcla de aceites, tienes que poner el porcentaje”, en un caso similar a lo ocurrido con la miel, por la falta de desglose de su origen –en muchos casos chino– que acabó en un cambio de la regulación sobre su etiquetado. “Estamos trabajando para que haya una mayor diferenciación de aceites”, en cuanto al desglose del origen, “que vaya a más, que se detalle la tipología del olivar, porque son aceites muy diferentes y, ahora mismo, faltan herramientas y falta legislación”, concluye el responsable de UPA, Cristóbal Cano.

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