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Una empresa de reformas demanda a una clienta por impago y acaba condenada por hacer mal una cocina

Ejemplo paradigmático del efecto búmeran. Una empresa de reformas de Vigo llevó a los tribunales a una clienta con una vivienda en la urbe por el impago de un encargo y salió de la Ciudad de la Justicia con una condena a cuestas. Tendrá que abonar 11.732,38 euros, al darse por probado que los trabajos para la instalación de una cocina fueron deficientes, hasta el punto de que no se podía hacer un uso de la misma «de forma normal ni lógica».Seguir leyendo....
El Periodico de Catalunya
hace 10 días
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