cupure logo
queloslasdelporconunaparatrasmás

La inacción con Gaza y el desigual acuerdo comercial con Trump marcan la primera prueba del curso para Von der Leyen

La inacción con Gaza y el desigual acuerdo comercial con Trump marcan la primera prueba del curso para Von der Leyen
La presidenta de la Comisión Europea va a dar este miércoles su discurso del Estado de la Unión en un Parlamento europeo en el que casi todas las formaciones políticas están descontentas con la falta de actuación y de medidas concretas Ribera lidera las críticas por el genocidio en Gaza en una Comisión equidistante con Israel “Todo lo que escuchábamos era el sonido de nuestra propia voz”. Esta es una de las lecciones que deja Michael Ignatieff en Fuego y cenizas, un libro revelador sobre cómo funciona realmente la política, y que bien se le podría recriminar a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen. La política alemana se enfrenta este miércoles al debate sobre el estado de la Unión Europea en un Parlamento donde no hay formación política, incluso en su partido, que no tenga un pero que poner a una gestión sobre la que pesan las críticas por falta de liderazgo. En el anterior discurso de la Unión, Von der Leyen se concentró en la recuperación económica tras la pandemia, la respuesta europea a la invasión de Ucrania por Rusia, el fomento de la transición ecológica y digital como fórmula para empujar la competitividad europea, así como convertir a la UE en un actor geopolítico de calado con autonomía en la defensa y nuevas asociaciones globales. Sin embargo, poco se ha avanzado en estos terrenos, a pesar de los esfuerzos del equipo de comunicación de la presidenta por argumentar los escasos logros del último año en un documento titulado, paradójicamente, De la promesa al progreso. Primer año en el cargo. “Prosperidad, seguridad y democracia” eran las prioridades cuando Von der Leyen presentó su nuevo Colegio de Comisarios hace justo un año. La realidad es que poco se ha cumplido. Es cierto que la aparición de Donald Trump ha trastocado todo el horizonte geopolítico, pero las decisiones tomadas y las medidas no decididas con un tono presidencialista hasta entonces nunca visto en Bruselas están provocando una división patente. La falta de actuación frente a Israel por el genocidio de Gaza ha provocado una grave crisis interna. La vicepresidenta y comisaria española de Competencia, Teresa Ribera, abrió un cisma en la Comisión al definir la actuación del Israel como “genocidio”. La inacción incluso llevó a los funcionarios de las instituciones europeas a protestar y pedir medidas que ayuden a paliar la crisis humanitaria. A pesar de que el mundo está presenciando el horror cada día, no se espera el anuncio de medidas de calado por parte de Von der Leyen en su discurso. De momento, solo insisten en que “la UE sigue siendo el mayor donante y proveedor internacional de ayuda humanitaria a los palestinos con 170 millones de euros en ayuda humanitaria en lo que va de año”. Crecimiento económico anémico Por otro lado, la situación económica no termina de despegar. El crecimiento de la zona euro en el segundo trimestre el año ha sido un anémico 0,1%, con Alemania cayendo un 0,3%. Las recetas de Mario Draghi para reforzar el mercado único y la competitividad del continente todavía están lejos de materializarse. De las 383 recomendaciones de su plan, sólo el 11,2% se han cumplido en su totalidad, según el think tank European Policy Innovation Council (Epic), que pone el dedo en la llaga de lo que está ocurriendo: “Bruselas está ocupada haciendo planes pero no cumpliéndolos”. Con este escuálido crecimiento, el acuerdo arancelario con Estados Unidos, por el que Washington impondrá un arancel del 15% a la mayoría de importaciones europeas y Bruselas se compromete a comprarle más energía y material militar, se ha interpretado como una clara falta de liderazgo de Von der Leyen. Ni siquiera el último acuerdo comercial con Mercosur ha terminado de agradar a buena parte de los eurodiputados, ya sea porque no termina de tener una posición clara con los retos climáticos o porque las salvaguardas para la defensa de los productos de los agricultores europeos no están todavía bien definidas. Si en la primera legislatura se solventó con éxito el papel de Europa frente a Rusia en la guerra de Ucrania o la crisis energética con un planteamiento de soberanía que iba desde las fuentes de energía renovables al papel geopolítico que debería tener la UE, ahora se ha debilitado la agenda verde y el papel de potencia global se ha quedado en un plan de rearme en defensa de 800.000 millones, pero sin capacidad real de influencia, con Trump y Putin marcando cómo y cuándo tienen que ser las negociaciones sobre la paz en Ucrania. Con este panorama, Von der Leyen ni siquiera se va a encontrar este miércoles el respaldo en su formación política. El Partido Popular europeo ha señalado que sus prioridades “para una Europa fuerte son: fortalecer la economía, garantizar la seguridad de la UE y frenar la migración irregular”. Sin embargo, una fuente del PP español matiza dos aspectos: “Estamos preocupados por el Marco Financiero Plurianual y la Política Agraria Común. No nos gusta la propuesta de la Comisión. Así que se peleará en las negociaciones que se abren”, y, por otro lado, pese a la posición de Alberto Núñez Feijóo, sobre Gaza apuntan que hay “una necesidad urgente de entrada de ayuda humanitaria y acabar con los ataques contra la sociedad civil. La situación no puede seguir así”. Mientras, los socialistas y la izquierda van a dar guerra en el Parlamento. Iratxe García Pérez, líder del grupo socialista europeo insiste en que “Europa necesita más ambición y unidad”. “Los europeos no entienden el silencio de Europa con lo que está pasando en Gaza”, dijo. Por otro lado, la líder socialista insistió en remarcar el problema de vivienda en Europa, con “miles de familias que no tienen acceso a viviendas asequibles”. García Pérez subrayó la parálisis de la Comisión: “Hay que establecer prioridades y actuar”. El silencio ante el genocidio de Gaza y el acuerdo comercial con Estados Unidos han sido dos de los elementos que más han provocado la movilización del grupo parlamentario de La Izquierda. Liderados por Manon Aubry, que se alegraba de la caída del Gobierno francés del primer ministro Bayrou, están a la búsqueda de votos para una moción de censura que tumbe a Von der Leyen. No lo tendrán fácil, pero si la ultraderecha ya consiguió articular una fallida moción de censura a principios del mandato de Von der Leyen, con el actual clima de descontento en la Eurocámara la presidenta de la Comisión se puede ver obligada a plantear más compromisos para mantener la unidad de conservadores, socialistas y liberales. De hecho, Valerie Hayer, la líder de los liberales, ha llamado la atención a Von der Leyen por la negociación comercial con Estados Unidos, que calificó de “acuerdo asimétrico que se firmó en condiciones catastróficas para la imagen de la UE”. Pero lo que Hayer exige más a Von der Leyen es una petición que se repite constantemente: “liderazgo”.
eldiario
hace alrededor de 6 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Noticias mundiales