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Mapa | La abrumadora mayoría de países reconoce el Estado palestino frente a una Europa que se queda atrás

Mapa | La abrumadora mayoría de países reconoce el Estado palestino frente a una Europa que se queda atrás
157 de los 193 miembros de la ONU reconocen ya el Estado palestino tras el último impulso de una decena de países, como Reino Unido, Francia y Canadá. De los pocos que rechazan por ahora dar ese paso, un tercio son europeosPor qué el reconocimiento de Palestina puede reforzar las dinámicas coloniales de Israel La comunidad internacional está dando un espaldarazo al reconocimiento del Estado palestino con la reciente decisión de una decena de países, entre ellos Reino Unido, Francia, Canadá y Australia, de hacerlo en el marco de la Asamblea General de la ONU que se celebra esta semana en pleno genocidio de Israel en la Franja de Gaza. Más del 80% de los miembros de la ONU (157 de 193) reconocen el Estado palestino frente a los 36 que aún se resisten. De los que aún no han dado ese paso, un tercio son europeos. Once países de la Unión Europea no reconocen el Estado palestino, a pesar de que la posición común del club comunitario es la solución de los dos estados como forma de una paz duradera en Oriente Medio desde hace décadas. También es lo que establece también la ONU por una abrumadora mayoría en cada una de sus resoluciones. “La Unión Europea mantiene su firme voluntad de encontrar una paz duradera y sostenible basada en la solución de dos Estados. La Unión Europea está dispuesta a contribuir a todas las iniciativas encaminadas a llegar a esta solución y pide a todas las partes que se abstengan de emprender acciones que menoscaben su viabilidad”, recogen las conclusiones de la última reunión del Consejo Europeo, que tuvieron que negociarse, eso sí, casi palabra por palabra debido a las ampollas que levantan las críticas a Israel en buena parte de las capitales europeas. Berlín encabeza a los grandes países que se oponen por ahora al reconocimiento. “Alemania no se plantea la cuestión del reconocimiento del Estado palestino. Debería ser uno de los últimos pasos hacia la solución de los dos Estados”, defendió el canciller, Friedrich Merz, en una rueda de prensa en Moncloa junto a Pedro Sánchez el pasado jueves. Italia, Países Bajos, Grecia, Croacia, Austria, Dinamarca, Lituania, Estonia, Letonia y Finlandia tampoco han dado ese paso. “Tenemos una historia de relaciones diplomáticas con estos países de más de 100 años. Los países que no reconocen a Palestina no tienen derecho a hablar de los dos Estados, que es la única [vía] que apoya la comunidad internacional. La única base que apoya la creación de Israel es una resolución de la Asamblea General en la que también se hablaba de un Estado palestino”, señala a elDiario.es el exasesor de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y analista político palestino Xavier Abu Eid. “La catástrofe palestina parte de Europa y es una consecuencia del colonialismo europeo”, agrega este experto, que critica la posición de países como Alemania o Austria por su deuda histórica por el Holocausto: “Rechazamos la lógica de esos países que buscan compensar deudas del pasado con las vidas palestinas del presente. Tienen que explicar por qué las negociaciones de paz son una condición para el reconocimiento del Estado palestino y por qué creen que el reconocimiento por sí solo es un obstáculo para las negociaciones de paz”. EEUU, el valedor de Israel frente a Palestina La primera gran oleada de reconocimientos se produjo en 1988, coincidiendo con la proclamación de la independencia realizada por Yaser Arafat en noviembre de ese año desde el exilio en Argel y previamente aprobada por el Consejo Nacional Palestino. La inmensa mayoría de estados árabes, africanos y asiáticos reconocieron el Estado palestino frente a la opresión y ocupación de Israel. En ese grupo se encuentran los países europeos que formaban parte de la órbita de la URSS, como Polonia, Bulgaria, Rumanía o Ucrania, entre otros. Buena parte de ellos, como la Hungría del ultraderechista Viktor Orbán, estarían hoy lejos de esa posición, a juzgar de su cercanía con Tel Aviv. Hubo que esperar más de dos décadas para que el Estado palestino recibiera un segundo impulso internacional. En la década de 2010, coincidiendo con la petición en 2011 de ingreso en la ONU. Esa solicitud la ha vetado EEUU, que es el gran valedor de Israel en el Consejo de Seguridad, y que, por supuesto, tampoco reconoce el Estado palestino. La inmensa mayoría de Latinoamérica hizo el reconocimiento en 2011, a excepción de Colombia, que esperó hasta 2018; México, que dio el paso en 2023; y Panamá, que es el único que no lo ha hecho. La última oleada de reconocimientos comenzó en mayo del pasado año con la decisión de Eslovenia, que siguieron en septiembre España, Irlanda y Noruega, cuando las víctimas gazatíes se contaban por decenas de miles y Benjamín Netanyahu no daba signos de frenar la masacre. Un año después, en el marco de Naciones Unidas, otra decena de países, muchos de ellos con un enorme peso, como Reino Unido, Francia y Canadá, que forman parte del G7, se han sumado. También Australia, Portugal, Bélgica, Malta, Luxemburgo, Andorra y San Marino. A pesar de ese apoyo, que han manifestado también con la celebración de una Conferencia Internacional de alto nivel para la solución pacífica de la cuestión de Palestina y la implementación de la solución biestatal albergada en la sede de la ONU, EEUU sigue poniendo trabas diplomáticas. La Administración Trump ha denegado los visados a los representantes de la Autoridad Palestina. El reconocimiento del Estado palestino, además, no entiende de ideologías políticas, a pesar de que en España el asunto se politizó, cuando Alberto Núñez Feijóo acusó a Pedro Sánchez de “empoderar” a Hamás con esa decisión, que el Gobierno tomó al mismo tiempo que Irlanda, un país gobernado por la derecha. Ahora han sido el portugués Luís Montenegro, de la familia del PP europeo, el liberal francés Emmanuel Macron o el laborista Keir Starmer, entre otros, los que han dado ese empujón. Y, en este caso, el PP de Feijóo ha dicho que “le parece muy bien”. En todo caso, el reconocimiento del Estado palestino en el marco de la Asamblea General, al igual que los movimientos diplomáticos, buscan elevar la presión, pero no pasan del simbolismo. “El reconocimiento es importante, pero hay que ponerlo en su contexto. Reafirma una voluntad de existencia del Estado palestino y genera una realidad política irreversible que para un Israel comprometido con la limpieza étnica y el genocidio es difícil de aceptar”, expone Xavier Abu Eid: “El problema es que llega tarde, habría sido mucho más provechoso hace años. Si esta tercera oleada ha sido provocada por el genocidio en Gaza, se debe entender que no va a detener el genocidio. Se explica porque la opinión pública de estos estados occidentales piden políticas concretas a sus gobernantes”, añade. “Es importante asumir una hoja de ruta, como hizo España, que incluya sanciones y un embargo de armas, además de la aceptación de las resoluciones de las cortes internacionales”, remata.

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