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PP y Vox se quedan solos en la defensa de los agitadores ultras en el Congreso

PP y Vox se quedan solos en la defensa de los agitadores ultras en el Congreso
PSOE y Sumar activan la tramitación de la reforma del reglamento para sancionar los comportamientos que perjudiquen el trabajo de los medios de comunicaciónLos periodistas del Congreso se plantan ante un nuevo ataque de agitadores de extrema derecha Interrupciones, insultos o señalamientos en redes son las prácticas habituales de los agitadores de extrema en el Congreso que este martes subieron de intensidad, con gritos y una actitud agresiva que forzaron que los periodistas que siguen las ruedas de prensa de los portavoces parlamentarios decidieran plantarse y dejar vacía la sala durante toda la mañana. La medida de protesta recibió el apoyo de varios partidos de izquierda como el PSOE o Sumar, pero no de la derecha ni la extrema derecha. Y tanto PP como Vox se situaron del lado de los agitadores y defendieron a los ultras que reventaron la comparecencia.  Los periodistas se disponían a hacer sus preguntas a la portavoz de Sumar, Verónica Martínez. Los jefes de prensa reparten los turnos de palabra cada martes y los redactores van interrogando por orden. Esta vez ni siquiera dio tiempo. Bertrand Ndongo, acreditado por el pseudomedio Periodista Digital y afiliado en el pasado a Vox, prorrumpió en gritos con las preguntas habituales con las que este tipo de agitadores enmascaran el argumentario de la extrema derecha.  Esta vez, Ndongo prosiguió con los gritos a pesar de la insistencia de la jefa de prensa de Sumar, que le repetía que no tenía la palabra. También Martínez, desde el atril, le recordaba que nadie le había dado la palabra. El agitador, en actitud agresiva e incrementado cada vez más el tono de su voz, impidió que nadie más pudiese preguntar. Y los periodistas que estaban en la sala decidieron levantarse y abandonar la rueda.  La agresividad en el tono marcó un punto de inflexión. Hace unas semanas, un incidente similar motivó una protesta de numerosos trabajadores de prensa. Esta vez, más de 40 periodistas decidieron ausentarse del resto de ruedas de prensa de los grupos parlamentarios en señal de protesta, tras un intenso debate. La sala quedó vacía durante la mañana con alguna excepción: los agitadores que reventaron la rueda, así como Ok Diario y Telemadrid.  “Una mayoría de periodistas parlamentarios presentes en la Cámara Baja ha decidido no asistir a las ruedas de prensa convocadas hoy, como forma de manifestar su disgusto y consternación ante la citada actitud que se viene produciendo en los últimos meses. Ese comportamiento dificulta el trabajo de los y las profesionales de la información al tiempo que perturba el clima de respeto que debe presidir la necesaria relación con los políticos. Esa actitud repercute directa y negativamente en el derecho constitucional a la información que tiene la ciudadanía”, respaldó más tarde en un comunicado la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).  Los principales partidos mostraron su rechazo a lo ocurrido este martes. En la Junta de Portavoces, después de lo ocurrido, Sumar presionó para censurar este tipo de actitudes, pero el apoyo a los periodistas se quedó en la orilla de la derecha del arco parlamentario. Tanto el PP como Vox salieron durante la mañana en defensa de los agitadores. “Es una pena que se hayan ido todos los periodistas”, ironizó la portavoz de la extrema derecha, Pepa Rodríguez de Millán, que relató los hechos de forma inversa al acusar a la diputada de Sumar de “abroncar” a un periodista.  El PP habla de “censura” Más tarde, el portavoz del PP, Miguel Tellado, aseguró que no había podido ver la bronca y quiso esperar a analizarla con detenimiento, pero en todo caso optó por proteger a los ultras. “Desde Sumar se ha pedido a la presidenta del Congreso y a los partidos de la izquierda modificar el Reglamento para expulsar o retirar credenciales de prensa a determinados periodistas de determinados medios”, dijo. “Cualquier político tiene que defender la libertad de expresión y de prensa”, añadió. Tellado lamentó además que haya “políticos que quieren acallar a periodistas y controlar medios es peligroso”: “En nombre del PP he dicho que no van a contar con la colaboración del PP para censurar a ningún medio de comunicación”. Tanto la derecha como la extrema derecha son además las únicas fuerzas que han mostrado su rechazo expreso a la reforma del reglamento que impulsaron hace unas semanas las fuerzas del bloque de investidura, con el fin de incorporar sanciones para los comportamientos como el de Ndongo o el agitador Vito Quiles, otro habitual de las interrupciones en el Congreso, asesor del eurodiputado ultraderechista Alvise Pérez.  Precisamente este martes la Junta de Portavoces aprobaba incluir en el orden del día del Pleno de la semana que viene la toma en consideración de esa modificación del reglamento, el primer trámite parlamentario para establecer “unas normas de convivencia y garantizar la labor de las y los profesionales de la información”, como recoge el texto que firmaron PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria. Podemos se adhirió posteriormente. Ese texto recogía por primera vez unas reglas para que los medios de comunicación puedan desarrollar su trabajo “en función de criterios deontológicos y de respeto”. Se trata de reformar, concretamente, el artículo 98 del Reglamento de la Cámara para incluir un régimen sancionador que distingue entre infracciones leves, graves y muy graves que pueden llevar desde apercibimientos a la retirada definitiva de la credencial. Y todo como fruto de los grupos de trabajo que estableció la Presidencia del Congreso para dar respuesta la petición de regulación expresada por cientos de profesionales que cada día hacen su trabajo en dependencias de la Cámara. La reforma que ahora se tramita detalla como infracciones leves la omisión de información requerida en la solicitud de la credencial y el acceso a espacios de uso común del recinto parlamentario ajenos a los acotados para los representantes de los medios de comunicación sin la preceptiva autorización.  Como infracciones graves, la inclusión de información falsa en la solicitud de la credencial, la grabación de imágenes o audios sin la autorización de la Cámara o fuera de los espacios habilitados para ello, el acceso a espacios reservados, interrumpir el orden de las ruedas de prensa, la publicación, así como “cualesquiera otros comportamientos que perjudiquen la actividad de la Cámara o el trabajo de otros representantes de los medios de comunicación”, como fue el caso de este martes. El nuevo régimen sancionador Entre las infracciones estipuladas como muy graves, por su parte, se detallan: la falta de respeto o a las reglas de cortesía frente a otras personas en el seno del recinto parlamentario y zonas de acceso al mismo. “Se considerará en todo caso una infracción muy grave proferir insultos, descalificaciones o atentar contra la dignidad de otras personas en el seno de la Cámara y en los accesos a la misma”, se señala. También serán infracciones muy graves “la grabación de imágenes o audios mediante el uso de dispositivos ocultos o en los despachos de los miembros de la Cámara y en las zonas reservadas a los grupos parlamentarios y la grabación de imágenes o sonidos sin la autorización de la Cámara o fuera de los espacios habilitados para ello que contenga datos de carácter personal o vulnere la intimidad de las personas”. El régimen sancionador detalla que las infracciones leves se sancionarán con un apercibimiento y, en su caso, una suspensión de la credencial de hasta diez días hábiles. Que las infracciones graves se sancionarán con una suspensión de la credencial de entre diez días y tres meses. Y que las infracciones muy graves se sancionarán con una suspensión de la credencial de entre tres meses y cinco años o, en su caso, con la revocación definitiva de la credencial.  La Proposición de reforma del Reglamento del Congreso, que incluye además la creación de un Consejo Consultivo de Comunicación Parlamentaria, se compromete a “regular el procedimiento para la concesión y renovación de credenciales a los representantes gráficos y literarios de los distintos medios y fijará los requisitos que resulten exigibles atendiendo a la necesidad de respetar el derecho a la información veraz y el buen funcionamiento de la Cámara”. Aunque en el texto no se detallan esos requisitos, se apunta que se “tendrá en cuenta, en todo caso, la existencia de anteriores vulneraciones de lo dispuesto en este artículo, así como de las directrices y acuerdos de la Mesa”.
eldiario
hace alrededor de 6 horas
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