cupure logo
losunacochequeconparaeconómicosusciudadanosurbano

Cada vez somos más cívicos, pero el 50 % de los conductores reconoce que insulta a otros

En 2025, se ha reducido el número de conductores españoles que afirma no respetar las normas de circulación, pero los comportamientos peligrosos, a menudo motivados por un deseo de libertad inmediata sin tener en cuenta las posibles consecuencias para su seguridad y la de los demás, siguen predominando ampliamente. Así, el 77 % de los conductores supera en unos pocos kilómetros por hora el límite de velocidad; el 45 % no respeta las distancias de seguridad; el 46 % se olvida de poner el intermitente al adelantar o cambiar de dirección; el 51 % circula por el carril central de la autopista aunque el carril derecho esté libre; el 43 % adelanta por la derecha en la autopista y el 11 % de los conductores, es decir, casi 1 de cada 10, afirma que a veces no lleva puesto el cinturón de seguridad y el 29 % de los hombres menores de 35 años. Son datos del décimo quinto Barómetro europeo de la conducción responsable elaborado por la Fundación VINCI Autoroutes. Una encuesta realizada por Ipsos a 12.403 personas de 11 países europeos, hace un balance de los comportamientos y las percepciones de los españoles al volante, y que compara nuestros comportamientos con los de los conductores del resto de Europa. Así, los conductores españoles se ven a sí mismos como modelos de virtud al volante, pero la realidad en las carreteras dista mucho de ser idílica. Un reciente estudio de Vinci revela una llamativa paradoja: mientras el 97% de los automovilistas se autodescribe con adjetivos positivos como «vigilante» (73%), «tranquilo» (68%) o «respetuoso» (18%), la percepción sobre los demás es radicalmente opuesta. Casi 8 de cada 10 conductores (70%) califican el comportamiento ajeno como negativo, señalando a los otros como «peligrosos» (25%), «irresponsables» (32%), «agresivos» (30%) o «nerviosos» (31%). Esta autopercepción idealizada contrasta con un ambiente de tensión palpable: un contundente 87% de los conductores (más de 8 de cada 10) admite temer todavía la agresividad de los demás en la carretera. El estudio también arroja luz sobre un comportamiento sorprendente: una parte de los conductores admite transformarse al volante. Casi 1 de cada 6 (14%) reconoce ser «otra persona» cuando conduce, dejándose llevar por el nerviosismo, la impulsividad o la agresividad. Además, un 27% se siente «como en una burbuja», prestando menos atención a los demás usuarios de la vía, y un preocupante 8% llega a afirmar que la carretera es un mero «sálvese quien pueda». Estos datos ponen de manifiesto una disonancia entre la autoimagen del conductor y la percepción de la realidad vial, sugiriendo la necesidad de campañas que fomenten una mayor autocrítica y empatía para mejorar la convivencia y la seguridad en nuestras carreteras. El 51 % de los españoles considera las distracciones como una de las principales causas de accidentes de tráfico mortales en general, en segunda posición por detrás de la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas. Sin embargo, el 77 % de los conductores admite que a veces aparta la vista de la carretera durante más de 2 segundos, es decir, a 130 km/h, el equivalente a conducir al menos 72 metros «a ciegas». Según el estudio, ha descendido el uso del teléfono móvil al volante en todas sus funciones (conversaciones telefónicas, mensajes, correos electrónicos, aplicaciones, GPS, etc.), a pesar de haber aumentado de forma constante en los últimos años. Los conductores hablan por teléfono principalmente con un sistema Bluetooth 50 %, una práctica que distrae tanto como otros modos de conversación1 que todavía están muy presentes: el 15 % de los conductores todavía habla por teléfono con el móvil en la mano, es decir, sin un dispositivo de manos libres o con cascos o auriculares 45 %. La preparación y ejecución de los viajes largos siguen siendo un foco de riesgo. El 82% de los conductores españoles se acuesta más tarde o se levanta más temprano de lo habitual antes de un trayecto largo, y el 74% termina los preparativos la noche anterior. Además, el 64% opta por salir de noche, lo que aumenta la probabilidad de fatiga. Durante el viaje, persisten prácticas peligrosas: el 20% no pospone la salida aunque se sienta cansado, el 28% no cambia de conductor cuando podría, y un 41% no se detiene para echarse una siesta, la medida más eficaz para prevenir la somnolencia. El tiempo medio de conducción antes de un descanso es de 2 horas y 47 minutos, muy por encima de las 2 horas recomendadas, llegando a 3 horas y 5 minutos en el caso de hombres menores de 35 años. A pesar de que la somnolencia es la cuarta causa de accidentes mortales en Europa, por detrás del alcohol, las drogas, las distracciones y el exceso de velocidad, un 24% de los conductores españoles admite ponerse al volante sintiendo cansancio. Las consecuencias de esta práctica son palpables: el 38% ha «cabeceado» alguna vez al volante, el 25% reconoce volverse más nervioso o agresivo, y un alarmante 67% admite que su mente divaga y presta menos atención a la carretera. Un 36% incluso ha invadido el arcén por distracción o somnolencia. Pese a que la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas es la principal causa de accidentes mortales para el 56% de los conductores españoles, un preocupante 5% admite haber conducido alguna vez en estado de embriaguez. La ingesta de medicamentos que pueden alterar el estado de alerta también es una práctica extendida, con un 10% de los conductores reconociendo esta conducta, cifra que sube al 8% en hombres menores de 35 años y 7% en mayores de 65. Además, un 2% admite conducir después de fumar cannabis y un 3% tras consumir otras drogas. El estudio de Vinci también desvela una preocupante falta de concienciación sobre la seguridad de los operarios de carreteras. El 71% de los conductores españoles no aplica sistemáticamente las medidas de precaución esenciales al acercarse a una zona de intervención (como reducir la velocidad y apartarse). De hecho, el 48% olvida simplemente reducir la velocidad al aproximarse a una zona de obras. La autopercepción de los conductores europeos contrasta también con la realidad en la carretera. El 85% de los conductores europeos admite superar el límite de velocidad por unos pocos kilómetros por hora (77% en España). El 56% no respeta las distancias de seguridad (45% en España), y el 51% circula por el carril central de la autopista con el derecho libre (igual porcentaje en España). Los adelantamientos por la derecha en autopista los reconoce un 34% (43% en España). La distracción al volante sigue siendo un caballo de batalla. Un considerable 77% de los conductores europeos utiliza el teléfono móvil o programa el GPS mientras conduce (65% en España). Pese a que el uso de dispositivos Bluetooth ha aumentado (58% de los europeos, 50% de los españoles), un 67% sigue hablando por teléfono al volante (58% en España) y un 43% lo hace habitualmente (32% en España). Más preocupante aún, un 25% reconoce enviar o leer mensajes o correos electrónicos mientras conduce (15% en España). El estudio también revela que el 81% de los conductores europeos aparta la mirada de la carretera durante más de 2 segundos (77% en España), una acción extremadamente peligrosa si se tiene en cuenta que a 130 km/h, esto implica recorrer 72 metros a ciegas. En definitiva, aunque hay indicios de una leve mejora en algunos comportamientos, la agresividad percibida y las distracciones por el uso del móvil continúan siendo desafíos clave para la seguridad vial en Europa.

Comentarios

noticias de automóviles