cupure logo
dellosqueparaporconfinaltottenhamunaeuropa

Mira qué luna, niño!, por Jordi Puntí

Pau, pariente mío de 18 años, centrocampista de proyección ofensiva en el juvenil de la Damm, me enseña una foto en su móvil, con orgullo: se le ve jugando un partido de fútbol contra el Barça, cuando tenía ocho años, frente a Marc Bernal y Lamine Yamal. Ha pasado una década y, como él, habrá cientos de jóvenes jugadores que recuerdan el día en que jugaron junto a Lamine, o contra Lamine. Y esto también vale para sus compañeros de equipo: la alegría que desprende este grupo, la química que muestran fuera y dentro del campo, es contagiosa. Como Pau, todos querríamos tener una foto jugando con Lamine, al igual que hace unos años habríamos pagado por recibir un pase de Messi en el Camp Nou, o dejar que Ronaldinho nos hiciera un caño. Es así: también nos gusta el fútbol porque nos hace sentir más cerca de los jugadores. Nuestros ídolos son proyecciones de nosotros mismos, y viéndolos es como si volviéramos a tener ocho, diez, doce años y todavía jugáramos en la calle o en la escuela.Seguir leyendo....
El Periodico de Catalunya
hace 1 día
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Noticias similares

Noticias deportivas