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'Save Football', la cruzada para salvar el deporte rey: «Si el fútbol base se pudre, el fútbol entero se acaba»

El fútbol no es el deporte rey solo porque sea el más visto y consumido en lo mediático, sino porque también es el más practicado. Según los últimos datos hasta 2024 —vía Statista—, en España hay 1,26 millones de futbolistas federados , una inmensa mayoría de ellos hombres pese al innegable crecimiento —ahora un poco estancado— por el lado femenino. De esos, una ínfima cantidad llegará a ser profesional. Pero no por ello se pierde la ilusión. Una inmensa mayoría de esas fichas federadas sueñan con alcanzar la gloria de jugar en Primera División, levantar una Champions o ganar un Balón de Oro. Todo ello requiere años de dedicación y educación que, a veces, see escribe con caligrafía perfecta en líneas rectas sino en renglones torcidos y muchas veces incómodos. Y es que, de un tiempo a esta parte, en los campos de tierra —cada vez más escasos— y hierba artificial, donde se forjan ilusiones cada fin de semana, la trazada ya no es la correcta. Gritos desde la grada, presiones desmedidas, violencia hacia los árbitros y hacia los propios niños , pequeños que lloran al ser sustituidos y entrenadores más preocupados por ganar que por educar. En medio de ese ruido, Save Football levanta la voz con una propuesta valiente, difícil y casi utópica: rescatar el fútbol base desde sus cimientos, con formación emocional , valores humanos y sentido común como pilares. Porque, si no se actúa, el futuro del fútbol podría perderse antes de empezar. «Mi trabajo me hizo darme cuenta de algo: a veces, un entrenador puede influir más en la vida de un niño que sus propios padres». Rubén Godoy habla pausado, pero convencido. Durante años dirigió equipos de fútbol base y anotó cada experiencia en un cuaderno que terminó convirtiéndose en una suerte de guía en 2020. Aquella publicación, lejos de cerrar una etapa, encendió una alarma: el fútbol de formación necesita ayuda . Y así nació Save Football . Este proyecto, completamente autofinanciado, aspira a regenerar el ecosistema del fútbol base desde su misma raíz. No se trata de entrenar mejor. Se trata de educar mejor. Porque, como subraya Rubén, «esto no va de sacar futbolistas, sino de formar personas». Y para eso, asegura, es imprescindible reeducar a todos los que rodean al niño futbolista: entrenadores, padres, directivos e incluso instituciones. Save Football parte de una premisa clara: el fútbol base tiene un problema, y no son los niños. «Cada vez vemos más frustración, más gritos desde la grada, más violencia en campos de benjamines. Pero el niño no nace con eso. Lo aprende, lo ve, lo sufre» , lamenta Rubén. El proyecto nació para cortar esa cadena de toxicidad, comenzando por los adultos. «Hay padres que proyectan en sus hijos sus propios sueños frustrados o una expectativa de éxito que no tiene sentido. Y lo hacen sin darse cuenta», apunta. Por eso, Save Football ha creado una plataforma de formación online con píldoras formativas muy visuales, breves y directas. «Queríamos algo que realmente hiciera pensar. Que removiera. Por eso planteamos preguntas como: ¿Qué quieres que recuerde tu hijo de ti cuando piense en sus años de fútbol? ». Una de las frases que repite Save Football —y que más incomoda a muchos padres— es: «Tu hijo probablemente no será futbolista profesional, y no pasa nada» . Lejos de sonar derrotista, el mensaje quiere ser liberador. «Lo importante no es si llega o no. Es cómo le ha tratado el fútbol durante el camino. Si ha aprendido a convivir, a caer y levantarse, a esforzarse, a respetar… Entonces ha merecido la pena», explica Diego Benito , uno de los responsables del proyecto. En este sentido, uno de los pilares del proyecto es formar a los entrenadores en habilidades emocionales y valores humanos. «Nos centramos demasiado en la pizarra y olvidamos que el entrenador tiene una enorme responsabilidad emocional con el niño. A veces es la única figura adulta estable que tiene en su vida, más importante incluso que los padres o los profesores. Son referentes que pueden marcar la vida entera de una persona». Save Football no solo forma a entrenadores y padres. También ofrece a los clubes un sello de calidad , una especie de distintivo que demuestra su compromiso con la formación integral . «Queremos que el sello se convierta en un valor añadido para los clubes. Algo que las familias reconozcan y valoren. Que se sepa qué clubes apuestan por el fútbol sano, no solo por ganar partidos a toda costa», piden. Ese sello, que ya tienen varios clubes como el CF Talavera de la Reina, el CF Pozuelo de Alarcón, el campus de Marc Cucurella o el CE Manacor, cuenta además con el aval de Míchel Sánchez , entrenador del Girona y uno de sus principales embajadores. Lo más sorprendente, admite Rubén, ha sido la escasa implicación institucional. «Hemos presentado el proyecto al Consejo Superior de Deportes , a federaciones autonómicas… y el interés ha sido mínimo. Parece que mientras se sigan llenando los campos el domingo, todo está bien», critica. Por eso han optado por una vía directa con los clubes y las familias. «No podíamos esperar más. El cambio es urgente». Las autoridades han elogiado el proyecto de Save Football, pero nada más. «¿De qué sirve ponerse detrás de la pancarta 'No al racismo' si no se hace nada más?» , se lamentan. Save Football, además, es una herramienta perfecta para cumplir con un imperativo legal: la Ley de Protección al Menor, vigente desde 2021, y que en teoría debe servir para salvaguardar el bienestar de los niños, también en el ámbito del deporte. Rubén pone el foco también en un fenómeno reciente: la contaminación del fútbol base por parte del profesionalismo. «Ahora un niño con 11 años tiene agente, perfil en redes y vídeos en TikTok. Se le valora por cuántos goles mete, no por cómo se comporta». Para ilustrarlo, menciona lo sucedido con el cumpleaños de Lamine Yamal : «Si no se cuida el entorno, si no hay una estructura emocional sólida, la presión puede destrozarlo todo». En este contexto, Save Football propone herramientas reales para construir ese entorno. Formación obligatoria para entrenadores, recursos prácticos para padres, seguimiento del clima emocional en los equipos y trabajo con los clubes para detectar malas prácticas. Para que eso ocurra, dice, hay que empezar ya. En el entrenamiento del martes, en el banquillo, en la grada y en casa. «No queremos parches ni campañas vacías. Queremos acción. Queremos cambiar el fútbol desde el barro». Porque, como resume Rubén, «si el fútbol base se pudre, el fútbol entero se acaba» . El sueño final de Rubén, el alma mater de Save Football, es ambicioso y audaz: transformar el fútbol español desde abajo para salvarlo de sus males . A medio plazo, ya hay una meta clara: poner el sello de calidad del proyecto en el Mundial 2030 . La intención es colocar a España como un país pionero y referente en la formación y la protección al menor, implementando un modelo más humanista en el futbol base como antesala del fútbol profesional y de la sociedad del futuro. «¿Y si llegamos al Mundial con una generación formada no solo en lo técnico, sino también en lo humano? ¿Y si nos convertimos en un referente mundial por cómo tratamos a nuestros niños en los campos?».
abc.es
hace alrededor de 4 horas
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