Qué difícil es ser profeta en tu tierra

Debe ser duro regresar de cada concentración con la selección española, después de otra destacada actuación, y que te recuerden impenitentemente, que rindes mejor lejos de casa que en tu propio hogar. Algo de esto le viene sucediendo al capitán de la Real Sociedad, Mikel Oyarzabal, un futbolista que, como bien apuntaba un compañero días atrás, va convirtiéndose paulatinamente en una estrella, sin que él lo quiera. Sus últimos éxitos con la selección de De la Fuente han catapultado al eibartarra a la cima de la popularidad, y ahora todo el mundo parece estar descubriendo a Oyarzabal, algo que, por otra parte, puede resultar hasta comprensible…lejos de casa, pero no tanto aquí, entre los suyos. Que un aficionado de Castellón, por poner un ejemplo, esté descubriendo en estos días el valor de Oyarzabal, lo puedo comprender, pero esto es algo que todos los que seguimos a la Real desde hace tiempo ya conocíamos sobradamente. A algún realzale, ¿de verdad que le puede sorprender el altísimo nivel que Mikel está ofreciendo cuando juega con la selección? El que diga que sí, es un mentiroso redomado, o aún peor, lo sabe, pero es tan mezquino que no quiere admitirlo. Nadie que conozca a Oyarzabal desde sus inicios en la Real Sociedad podrá poner en duda, ni su calidad, que ha ido creciendo con el paso del tiempo, ni su nivel de compromiso con los colores txuri urdin. Hace unos días se debatía en una tertulia radiofónica local en torno a la identidad del líder de este equipo, y se mencionaban algunos nombres. Yo, con todos mis respetos a todas las opiniones, no salía de mi asombro. ¿Pero alguien puede poner en duda que esta Real Sociedad, la de esta temporada de las dudas, y la de los éxitos recientes, es “la Real de Mikel Oyarzabal”? En los últimos años, años de bonanza, han pasado por este equipo numerosos futbolistas de enorme calidad, y cada uno de ellos ha dejado su particular impresión en el recuerdo del aficionado, pero no nos equivoquemos, tanto entonces como ahora, es y fue, “la Real de Oyarzabal”, y como tal será recordada.