cupure logo
quedellosporlasconunaparagobiernomás

"Cazan a civiles": Rusia comete crímenes de lesa humanidad en sus ataques con drones sobre Jersón, según la comisión de la ONU sobre Ucrania

"Cazan a civiles": Rusia comete crímenes de lesa humanidad en sus ataques con drones sobre Jersón, según la comisión de la ONU sobre Ucrania
La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania documenta un patrón de meses de ataques rusos con aviones no tripulados contra civiles esta parte del sur del país y concluye que estos actos tienen “el propósito principal de sembrar el terror" entre la poblaciónEl “pacificador” Trump: no frena el genocidio de Netanyahu y acusa a Putin de “loco” y de “jugar con fuego” La llaman “la carretera de la muerte”. Así se refieren algunos vecinos a la ruta que atraviesa la ciudad de Jersón hasta el pueblo cercano de Antonivka, en el sur de Ucrania. Una mujer cuenta que, de camino al trabajo, suele ver drones lanzando explosivos. “Caminamos y corremos un riesgo, ¡es horrible!”, dice. Un hombre relata que los aparatos no tripulados “apuntan a cualquier lugar donde haya movimiento”. Muchos se quedan en casa todo lo posible, salen en días nublados o se esconden bajo el follaje de los árboles para evitar ser vistos. Aun así, “los drones siguen atacando a la gente pase lo que pase”, indica otra mujer. Los testimonios, recabados por la comisión independiente de expertos enviada por la ONU al país invadido, son un reflejo de cómo la población de la ciudad de Jersón y de otras localidades situadas a lo largo de la orilla derecha del río Dnipro vive “en un clima de miedo permanente” debido a los ataques rusos recurrentes. En su último informe, lanzado este miércoles, la llamada Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania concluye que las fuerzas de Moscú han cometido crímenes de lesa humanidad (asesinato) y crímenes de guerra (ataque contra civiles) en esta parte del país mediante un “patrón de meses de duración” de ataques con aviones no tripulados. El grupo de expertos también sostiene que estos actos se cometieron “con el propósito principal de sembrar el terror entre la población civil, violando el derecho internacional humanitario”.  Para su investigación, la comisión, formada por tres expertos –Erik Møse, presidente de la misma, Pablo de Greiff y Vrinda Grover– ha hablado con más de 90 residentes de las zonas afectadas en la región de Jersón y, entre otras cosas, geolocalizó más de 120 vídeos difundidos públicamente. En total, han documentado ataques con drones contra civiles en la ciudad y en otras 16 localidades que se extienden a lo largo de más de 100 kilómetros en zonas ribereñas bajo control del Gobierno ucraniano –según indican citando fuentes oficiales, casi 150 civiles han muerto y cientos más han resultado heridos–. Jersón fue la primera urbe importante capturada por las fuerzas rusas en las primeras fases de la invasión a gran escala de 2022 y fue recuperada por las fuerzas de Kiev tras una contraofensiva en noviembre de ese mismo año, junto a otras localidades de la orilla derecha del río. Las fuerzas armadas y la administración civil de ocupación de Rusia se retiraron a la orilla opuesta. Según recoge el documento en el que plasman sus conclusiones, desde julio de 2024, operadores de drones militares rusos con base en la orilla del río que ocupan han atacado sistemáticamente a personas civiles, en diversas circunstancias, principalmente al aire libre, a pie o utilizando medios de transporte, y también han golpeado ambulancias, impidiéndoles a menudo llegar hasta las víctimas y a pesar de que están protegidas por el derecho internacional.  Los perpetradores rusos utilizaron drones civiles, “ampliamente disponibles en el mercado”, convertidos en armas para lanzar explosivos sobre los objetivos y drones suicidas que explotan al impactar, de acuerdo con el texto. Los autores del informe indican que varios canales rusos de Telegram, algunos de ellos con miles de seguidores, han difundido cientos de vídeos de los ataques desde las fuentes originales de los drones y las imágenes publicadas muestran que los militares “podían ver claramente a las víctimas y no dejan lugar a dudas de que pretendían atacar a civiles”.  “Los ataques individuales con drones constituyen crímenes de guerra por dirigir intencionadamente ataques contra civiles. La repetición de estos ataques durante más de 10 meses, contra múltiples objetivos civiles y en una amplia zona geográfica, demuestra que son generalizados y sistemáticos y que han sido planificados y organizados, lo que requiere la movilización y asignación de los recursos necesarios”, recalcan los expertos en el documento, explicando que estos y otros elementos los llevan a concluir que el Ejercito ruso cumplían con “una política organizacional” y cometieron asesinato como crimen de lesa humanidad. Sembrar el terror Los investigadores creen también que la difusión pública de vídeos de ataques y textos “amenazantes” anunciando nuevos ataques en una denominada “zona roja”, ha exacerbado el temor de la población. “Algunas publicaciones se refieren a los ataques con drones como ‘cacería’, que es también la forma en que los residentes experimentan los ataques”, escriben, recogiendo el ejemplo de un vídeo publicado el pasado agosto que perseguía a un coche civil e hirió al pasajero, con el texto: “La caza está en pleno apogeo”.  “Los soldados de la Federación Rusa se comportan como si esto fuera un safari”, dijo un médico de alto rango de un hospital de la ciudad de Jersón a los investigadores, según recoge el informe. “Simplemente persiguen y cazan a civiles que van al trabajo o pasean a sus perros. Lanzan explosivos desde drones como si fuera un videojuego”.  En este sentido, la comisión señala que Rusia está también violando el derecho humanitario al cometer actos o amenazas de violencia con el objetivo principal de infundir miedo entre la población civil. En su opinión, la conducta de los perpetradores puede constituir un crimen de lesa humanidad por traslado forzoso de población. “El carácter generalizado y sistemático de los ataques, el terror infundido en la población y el consiguiente ambiente de coerción han obligado a miles de personas a huir”, argumentan. “Además de atacar a civiles, los drones han atacado repetidamente bienes e infraestructuras civiles, todos los medios de transporte y los servicios de emergencia y rescate. Los daños y la destrucción de viviendas, la ausencia o limitación de servicios, infraestructura esencial y transporte han dejado las zonas afectadas inhabitables y a muchos residentes sin otra opción que buscar lugares más seguros. Estos elementos combinados sugieren una política estatal coordinada, por parte de las autoridades rusas, para obligar a la población a abandonar el país”.  Desde la recuperación de Jersón por parte de Ucrania, ambos ejércitos han llevado a cabo operaciones militares desde orillas opuestas del río. La comisión de expertos de la ONU asegura que ha examinado las denuncias de las autoridades rusas sobre ataques con drones por parte de las fuerzas armadas de Kiev contra objetivos civiles en la región de Jersón. Sin embargo, no pudo corroborarlas debido a la “falta de cooperación” de las autoridades rusas con el grupo, creado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para investigar las violaciones y abusos de derechos cometidos en el contexto de la invasión ordenada por Vladímir Putin. Durante la guerra de Ucrania, ambas partes han empleado ampliamente drones de diversos tipos. En la noche de este martes, tras la ola de ataques aéreos del Ejército de Putin, las defensas antiaéreas de Rusia han derribado 296 drones ucranianos sobre varias regiones, según el ministerio de Defensa del país. Decenas de ellos han sido interceptados en las cercanías de Moscú, donde los ataques han obligado a las autoridades a cancelar vuelos.

Comentarios

Noticias similares

Noticias mundiales