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España y Reino Unido ultiman el acuerdo sobre Gibraltar tras el Brexit

Albares se reúne con su homólogo británico, que visita previamente el Peñón, y la Comisión Europea tras haberse producido avances en la negociación, que se resiste desde 2020 Nueva reunión de alto nivel en Bruselas para ultimar el acuerdo sobre Gibraltar tras el Brexit. Los ministros de Exteriores de España, José Manuel Albares, y Reino Unido, David Lammy, además del ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, se reúnen esta tarde con el comisario de Seguridad Económica, Maros Sefcovic, para perfilar detalles tras haberse producido avances en la negociación a nivel técnico. Antes de ese encuentro, el jefe de la diplomacia británica ha visitado el Peñón. El Gobierno gibraltareño aseguró este martes que el acuerdo sobre el futuro estatus del Peñón tras el Brexit está “más cerca que nunca”. De hecho, Picardo dijo en una intervención parlamentaria que existirá una “línea fronteriza clara” incluso si no hay verja. Antes del último encuentro, que se produjo en Madrid en el mes de mayo en un intento por intensificar las negociaciones antes de la cumbre UE-Reino Unido en el marco del “reseteo” de las relaciones que ha impulsado el laborista Keir Starmer, Albares también apuntó a avances respecto a “movilidad de personas para que caiga la última verja de Europa occidental” así como la “movilidad de mercancías necesaria para crear un espacio de prosperidad en el Campo de Gibraltar”, la fiscalidad o el medio ambiente. “Como siempre, nuestra voluntad es avanzar tanto como se pueda y cerrarlo lo antes posible”, señalan fuentes de Exteriores sobre la cita en Bruselas dejando en el aire la posibilidad de que el acuerdo se alcance este martes. “Es hora de intentar ultimar los acuerdos para una relación duradera y estable entre Gibraltar y la UE/España que sea segura y beneficiosa, que proteja a nuestra población y dé certidumbre a los trabajadores fronterizos con vistas a ofrecer más prosperidad para todos en esta parte del mundo”, ha dicho, por su parte, el ministro principal de Gibraltar. Gibraltar es el último fleco pendiente del acuerdo de salida de Reino Unido de la UE, que se produjo en 2020. Desde entonces se han producido negociaciones, pero el acuerdo final se resiste. En abril del pasado año las partes se sentaron con un principio de acuerdo sobre la mesa, que incluía las “líneas generales” del acuerdo, que incluían el aeropuerto, que era uno de los temas enquistados, bienes y movilidad. La intención era cerrar la nueva relación antes de las elecciones europeas y consiguiente cambio en las instituciones europeas para cerrar completamente el Brexit cuatro años más tarde de la salida formal de Reino Unido. Con el cambio de gobierno en ese país, las conversaciones se retomaron e intensificaron. En una comparecencia en el Congreso, el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, aseguró que en la negociación se habían incluido impuestos indirectos y especiales para “proteger” los intereses españoles, especialmente en la zona del Campo de Gibraltar y que se enfocarán especialmente a productos como el tabaco, el alcohol y el combustible para evitar la práctica habitual del contrabando. Este martes la Comisión Europea sacó a Gibraltar de su lista de jurisdicciones con alto riesgo de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. También salieron Panamá, Barbados, Jamaica, Filipinas, Senegal, Uganda y los Emiratos Árabes Unidos, mientras que entraron en el listado Venezuela, Argelia, Angola, Costa de Marfil, Kenia, Laos, Líbano, Mónaco, Namibia y Nepal. Esta lista identifica a jurisdicciones cuya regulación no garantiza una lucha efectiva contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, tras un proceso de consultas entre la Comisión y las jurisdicciones analizadas que permite a estas ofrecer compromisos para enmendar sus normas y evitar figurar en el repertorio. Aparecer en él no implica sanciones, pero sí se exige a las entidades financieras europeas y otros organismos que apliquen una mayor vigilancia con respecto a las operaciones efectuadas por entidades establecidas en estos territorios. Durante todo este tiempo de negociaciones, los principales enquistamientos han tenido que ver con el aeropuerto del Peñón, para el que España reclamaba un convenio de uso conjunto así como el papel de los agentes de Frontex y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles en esa frontera aeroportuaria para los viajeros procedentes de terceros países, y la igualdad de trato de los trabajadores transfronterizos en la jubilación, extendiendo los beneficios del Community Care británico (que suponen unos 465 euros más) a ese colectivo. Hace meses, el ministro de Exteriores dio un puñetazo en la mesa al asegurar que no existía “ningún motivo para que Reino Unido no dé ya su sí al acuerdo”. Desde entonces se han producido varios encuentros y el tono ha bajado por la parte española.

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