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Trump usa la migración en el bastión demócrata de California para avanzar en su agenda ultra y autoritaria

Trump usa la migración en el bastión demócrata de California para avanzar en su agenda ultra y autoritaria
"Los lunáticos de la izquierda radical deberían dar las gracias al presidente por librar las calles de asesinos, violadores y pandilleros inmigrantes ilegales criminales", afirma la Casa Blanca, vinculando sistemáticamente migración y la peor delincuencia, sobre el despliegue unilateral de marines y la Guardia Nacional en Los Ángeles Trump ve bien detener al gobernador de California mientras el Estado le denuncia por desplegar la Guardia Nacional en Los Ángeles Donald Trump a menudo rebusca en leyes viejas para responder a desafíos actuales. Leyes redactadas cuando no existían cartas de derechos humanos, quedaban décadas para superar el esclavismo y el voto censitario –sin negros ni mujeres–. Leyes de otro mundo que se quieren trasladar para problemas de 2025. Y, claro, se acaba en la brocha más gorda posible en manos del mayor pintor de brocha gorda, que es el presidente de EEUU. Trump está usando la ley de Enemigos Extranjeros, de 1798, para expulsar migrantes masivamente sin garantías judiciales. Y desde que se han desatado las protestas en Los Ángeles contra las redadas de migrantes, empieza a circular la posibilidad de invocar otra ley que tiene más de 200 años, la ley de Insurrección, de 1807. Esta norma de principios del siglo XIX faculta al presidente de EEUU para desplegar el ejército y asumir el control de las unidades de la Guardia Nacional de los distintos estados –cosa que ha hecho este fin de semana en Los Ángeles sin encomendarse a nadie– en circunstancias concretas, como desórdenes civiles, insurrecciones y rebeliones armadas. Pero este lunes ha ido a más, dando la orden de desplegar centenares de marines –unos 700, según CNN y ABC–, en Los Ángeles Y Trump está emitiendo señales. Este lunes, afirmaba que los participantes en las protestas son “insurrectos”, lo que semánticamente ya es un paso hacia la Ley de Insurrección. De la misma manera que lo es enviar marines o intervenir la Guardia Nacional de California para desplegarla en Los Ángeles, así como manifestar que él “detendría” al gobernador Gavin Newsom. ¿Qué puede pasar después de que el presidente de EEUU se incline por detener a un rival político? Es decir, Trump no deja de dar nuevos pasos hacia el autoritarismo: amagar con una ley pensada para rebeliones internas; intervenir un estado para desplegar marines y la Guardia Nacional de forma unilateral; y poner en la diana a un rival político. Y todo esto en cuatro días, desde que la situación se agravó el viernes pasado por la noche. Como quiere Trump La migración es un asunto central en la agenda del presidente de EEUU. Le sirve para todo, hasta para abonar la teoría de la conspiración del boli automático de Joe Biden, a quien acusa de enajenación por la política de “fronteras abiertas”, cuando Biden deportó en algunos años tantos migrantes como Trump en su primer mandato. Pero el asunto de la migración está cada día en los portavoces de la Administración, en los altos cargos y en el propio Trump. Se repiten las redadas masivas, se deporta personas sin garantías judiciales, se pone coto a las matriculaciones de extranjeros en las universidades y se restringen las condiciones para los visados. Y este caso es paradigmático para Trump: se encuentra frente a frente con uno de los referentes de la oposición, Gavin Newsom, gobernador de un bastión demócrata, California, y con un asunto en el que el presidente de EEUU quiere enfrentar “la ley y orden” frente al “caos”, la “incompetencia” y la “insurrección”. Este lunes por la mañana en EEUU, Trump establecía por dónde quiere llevar la conversación: “Tomamos una gran decisión al enviar a la Guardia Nacional para afrontar los disturbios violentos en California. Si no lo hubiéramos hecho, Los Ángeles habría sido completamente arrasada”. Es decir, Los Ángeles aún existe gracias a la decisión autoritaria de Trump. Así se expresaba la Casa Blanca este lunes con un comunicado: “Los lunáticos de la izquierda radical están tomando las calles de Los Ángeles, atacando a las fuerzas del orden, lanzando proyectiles a los coches patrulla de la policía, quemando vehículos y cerrando autopistas, porque la Administración Trump está expulsando a los inmigrantes ilegales criminales violentos. Los demócratas como Gavin Newsom y Karen Bass deberían dar las gracias al presidente Trump por dar un paso al frente y liderar donde ellos fallaron, y por librar sus calles de asesinos, violadores y pandilleros inmigrantes ilegales criminales” Izquierda radical. Migrantes criminales violentos, asesinos y violadores. Y mientras Trump da la pelea en los medios y las redes sociales, el Estado de California presenta una denuncia contra la Administración federal por abuso de autoridad con el despliegue de la Guardia Nacional. “No nos tomamos a la ligera que el presidente [de EEUU] abuse de su autoridad y movilice ilegalmente a las tropas de la Guardia Nacional de California”, ha dicho el fiscal general de California, Rob Bonta. En el fondo de la ofensiva de Trump contra un bastión demócrata, está el dibujo del itinerario político para las elecciones legislativas parciales de noviembre de 2026, que también incluye estados como el de California. Por el camino, mientras tanto, hay policías que disparan deliberadamente a periodistas mientras entran en directo desde Los Ángeles para informar sobre las protestas. ¿Qué ecosistema está creando Trump para que estas agresiones puedan ocurrir a plena luz del día? ¿Y qué puede ocurrir cuando no hay cámaras ni testigos?
eldiario
hace alrededor de 7 horas
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