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Los últimos nombramientos del Poder Judicial consolidan el dominio de los conservadores

Los últimos nombramientos del Poder Judicial consolidan el dominio de los conservadores
El pleno, con una presidenta progresista por primera vez en casi tres décadas, ha adjudicado casi un 40% de las plazas en el Supremo y los tribunales territoriales a afiliados de la Asociación Profesional de la Magistratura, más que las otras tres asociaciones juntas Fractura en la izquierda del Poder Judicial: la presidenta y un vocal de Sumar votan con el bloque conservador Después de 28 años de presidentes conservadores en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la renovación del pasado verano con una exigua mayoría progresista abría la puerta a un reequilibrio en la correlación de fuerzas en las cúpulas de los tribunales a favor de la izquierda. Sin embargo, los nombramientos realizados en este primer medio año de mandato han apuntalado el dominio de la principal asociación de la derecha judicial. La Asociación Profesional de la Magistratura (APM), conservadora y mayoritaria en la carrera, ha logrado 34 de las 88 designaciones, el 39% del total. En la mitad de esos nombramientos no se presentaron más aspirantes que los de la APM. En todo caso, son más de los que han conseguido las otras tres asociaciones juntas. Juezas y Jueces para la Democracia, progresista y tercera en número de asociados, ha situado a 18 de sus afiliados. Por contra, los jueces no asociados, que suponen el 42% de la judicatura, se han hecho con solo 25 plazas. La Asociación Francisco de Vitoria, segunda en número de afiliados, ha accedido únicamente a cuatro. Y Foro Judicial Independiente, cuarta en representación, a dos. Todas estas designaciones son fruto del acuerdo por unanimidad de los dos bloques del órgano, partido a la mitad entre diez vocales elegidos a propuesta del PP y diez a iniciativa de PSOE y Sumar, a los que se suma una presidenta, Isabel Perelló, a la que se atribuyó una sensibilidad progresista cuando fue elegida el pasado septiembre. Los nombramientos requieren 13 votos.  Ese consenso unánime se rompió esta semana, cuando el órgano constató la imposibilidad de sacar adelante la renovación de las presidencias de las salas más delicadas del Tribunal Supremo: la de lo Penal, que es la que juzga a los aforados; y la de lo Contencioso-Administrativo, que es la que revisa los recursos contra las decisiones del Gobierno. Se celebraron cuatro votaciones consecutivas que evidenciaron la división entre los bloques, con los diez progresistas apoyando las candidaturas de Ana Ferrer (Penal) y Pilar Teso (Contencioso-Administrativo) y los conservadores las de Andrés Martínez Arrieta y Pablo Lucas, respectivamente. La presidenta votó en blanco.  Este último pleno también evidenció las fisuras existentes en el bloque progresista después de que la presidenta y un vocal elegido a iniciativa de Sumar, Carlos Hugo Preciado, votaran junto al bloque conservador y en contra del resto de vocales progresistas tres puestos de carácter técnico. Este movimiento generó un enorme malestar con ambos entre el resto de vocales del ámbito progresista. Preciado defiende que se ha alineado con el resto del grupo en los nombramientos realizados hasta la fecha por unanimidad y critica que se le ha “excluido” de las negociaciones.  Esos nombramientos por unanimidad son los que han permitido situar a candidatos de la APM en prácticamente la mitad de los puestos que se han renovado. Vocales consultados admiten que ha sido el bloque progresista el que ha asumido principalmente esa “pluralidad” de la carrera, proponiendo a magistrados de otras asociaciones distintas a Juezas y Jueces para la Democracia, así como a “no asociados con muy buenos currículos”. Según estas fuentes, los vocales conservadores proponen principalmente a vocales de la APM —a la que pertenecen siete de ellos—, mientras que el 40% de los propuestos por el bloque progresista están afiliados a Juezas y Jueces para la Democracia y el 60% restante son perfiles no asociados o vinculados a la Asociación Francisco de Vitoria.  La APM, que representa al 26% de los jueces con 1.412 asociados, ha accedido a 34 nombramientos, el 39% del total. La asociación que preside la jueza María Jesús del Barco sale especialmente bien parada en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo, una instancia judicial muy relevante porque es la que revisa los recursos contra las decisiones del Ejecutivo. Se han renovado 14 plazas, de las que seis han recaído en magistrados vinculados a esta asociación. Asimismo, pertenecen a la APM el nuevo presidente de la Sala de lo Civil del Supremo, Ignacio Sancho, y otro de los nuevos magistrados de esta sala, así como otros dos miembros de la Sala de lo Social. Los ascensos al alto tribunal son especialmente relevantes porque, salvo renuncia, se mantienen hasta la jubilación.  El dominio de la asociación conservadora también es muy evidente en los tribunales superiores autonómicos. Se han renovado las presidencias de nueve de ellos y en siete resultaron elegidos jueces vinculados a la APM: Asturias, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Extremadura, La Rioja, Madrid y Murcia. Además, de las 26 presidencias de sala de TSJ que se han renovado, cinco están vinculadas a esta asociación.  Llama la atención especialmente la situación de la Audiencia Nacional, donde una mayoría abrumadora de excargos del PP y otros jueces conservadores optaron a sus puestos clave. Finalmente, de los cinco puestos renovados tres han sido para candidatos de la APM, incluido su presidente, Juan Manuel Fernández, que durante el anterior mandato fue vocal del CGPJ a propuesta del PP. Además, la Sala de lo Penal la presidirá el veterano Alfonso Guevara, un magistrado considerado conservador que no está asociado. Por otro lado, de las 22 presidencias de audiencias provinciales que se han renovado, nueve pasarán a estar ocupadas por jueces de la asociación conservadora durante los próximos cinco años, que es la duración que tienen este tipo de cargos gubernativos. Es el caso de La Rioja, Ávila, Barcelona, Teruel, Burgos, Araba-Álava, Toledo, Valladolid y Huelva. En siete de los casos los aspirantes de la APM no tuvieron rivales. 
eldiario
hace alrededor de 17 horas
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