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En Japón había padres poniéndole a sus hijos el nombre de "Pokémon" o "Doraemon". El Gobierno ha dicho basta

En Japón había padres poniéndole a sus hijos el nombre de "Pokémon" o "Doraemon". El Gobierno ha dicho basta
Japón tiene un nombre, palabra o expresión para casi todas esas cosas que a nosotros nos cuesta una frase entera. Lo tiene para explicar el gran desafío demográfico de la nación, para la fobia de los jóvenes a ir al colegio, para explicar cómo demonios Tokio crece mientras el resto se hunde, para explicar que puedes echarte una siesta en el trabajo sin miedo a que te despidan, e incluso lo tiene para explicar lo inexplicable: hombres que embisten a mujeres. Siendo así, ¿cómo no iban a tener una para explicar la moda  de los nombres extravagantes a bebés? De hecho, ahora han dicho basta. Coto a la “creatividad”. El gobierno japonés ha introducido nuevas normas que limitan la libertad con la que los padres pueden nombrar a sus hijos, centrándose específicamente en la pronunciación de los caracteres kanji permitidos en el registro civil. Esta reforma busca contener la creciente ola de, atención, los nombres kirakira, apodo que reciben los nombres llamativos o extravagantes, que desde los años noventa han provocado confusión en trámites administrativos y, en ocasiones, burlas hacia los niños. Aunque no se prohíbe el uso de kanji (los caracteres chinos adaptados al japonés), a partir de ahora los progenitores deberán declarar la lectura fonética del nombre y ceñirse a pronunciaciones reconocidas oficialmente, con el objetivo de evitar interpretaciones inusuales o polémicas. En Xataka Ucrania derribó un dron Shahed ruso y lo abrió. Un mensaje oculto ha revelado la ventaja de Moscú en la guerra electrónica Respuesta al caos lingüístico. Creo no andar muy desencaminado si digo que este problema no es inédito de Japón, pero allí, al parecer, la proliferación de estos nombres con lecturas no convencionales ha representado un problema creciente para escuelas, hospitales y servicios públicos, especialmente en una sociedad que depende de registros digitales estandarizados. Algunos padres han llevado su afán de originalidad al extremo, eligiendo nombres como Pikachu, Pokémon, Kitty, Naiki (Nike), Pū (Winnie the Pooh), Ōjisama (Príncipe) o incluso Akuma (Demonio), lo que ha generado críticas tanto sociales como institucionales. Aunque estos nombres a menudo emplean kanjis legales, su pronunciación no tenía precedente, lo que convertía su interpretación en un auténtico rompecabezas. Alfabeto japonés Tradición que choca. La nueva normativa es también una forma de equilibrar la tensión entre el deseo de destacar y el peso de la tradición japonesa, que suele privilegiar la homogeneidad y la armonía social. En un país donde los valores colectivos influyen incluso en la crianza, muchos padres defendían sus elecciones como un acto de expresión personal frente a una cultura de fuerte conformismo. Aquí se han dado casos emblemáticos como el de la política Seiko Hashimoto, que llamó a sus hijos Girishia (Grecia) y Torino (Turín) en homenaje a los Juegos Olímpicos, casos que ilustran cómo incluso figuras públicas han desafiado los códigos tradicionales, aunque con consecuencias de incomprensión por parte del entorno. Ajuste pragmático por orden. Plus: la ley no pretende eliminar la variedad de nombres, sino más bien ordenar el uso del lenguaje: de los cerca de 3.000 kanji permitidos, muchos tienen múltiples lecturas aceptadas, pero ciertas combinaciones fonéticas eran tan extravagantes que resultaban ininteligibles. De esta forma, a partir de ahora, los padres que opten por pronunciaciones fuera de lo común deberán justificar por escrito su elección y, si esta no se considera razonable, tendrán que proponer una alternativa más comprensible. Las autoridades han señalado que solo los casos más extremos serán rechazados, lo que sugiere que se busca una regulación razonable, más que una prohibición estricta. En Directo al Paladar No es por la 'feira': un grupo de científicos ha descubierto por qué los pulpos están muriendo de forma masiva en Galicia Un cambio excepcional. La historia no deja de ser una noticia relevante tratándose de Japón. La reforma supone una modificación poco frecuente del koseki, el registro legal de la unidad familiar nipona, que incluye los nombres y fechas de nacimiento del jefe de familia, su cónyuge e hijos. En ese sentido, el nuevo criterio de pronunciación marca un precedente: es la primera vez que se regula no solo el carácter escrito, sino también su lectura, como mecanismo para proteger la integridad administrativa y lingüística del sistema. Si se quiere también, en una era cada vez más digitalizada, donde la coherencia de datos se vuelve esencial, Japón, quién si no, ha optado por proteger su sistema a través del idioma, canalizando la creatividad personal, pero dentro de límites comprensibles y funcionales. Lo sentimos profundamente, Charmander. Estás en peligro de extinción. Imagen | Pexels, Printerval, itoldya test1 En Xataka | El gran desafío demográfico de Japón se llama "Sato-ización": en 2531 todos sus habitantes se apellidarán igual En Xataka | Japón está viviendo algo inédito en sus barrios más emblemáticos: la "chinificación" del anime y los videojuegos - La noticia En Japón había padres poniéndole a sus hijos el nombre de "Pokémon" o "Doraemon". El Gobierno ha dicho basta fue publicada originalmente en Xataka por Miguel Jorge .

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