cupure logo
delqueporlosunalasconcríticamadridwegow

Carla Simón: “La generación del sida y la heroína puso patas arriba los valores conservadores del franquismo”

Carla Simón: “La generación del sida y la heroína puso patas arriba los valores conservadores del franquismo”
La cineasta ha presentado con éxito en el Festival de Cannes su tercera película, donde habla de la memoria de sus padres y del cine como reconstructor de recuerdosTodo sobre el Festival de Cannes - Carla Simón reconstruye su memoria familiar y la de toda una generación en la hermosa y fascinante ‘Romería’ Dice Carla Simón, medio en broma medio en serio, que el estreno de Romería en Cannes es casi como un doble parto. El cinematográfico, la puesta de largo de su tercera película, y el real, ya que ha llegado al festival embarazada de ocho meses, en coche desde Barcelona y acompañada de una matrona por si acaso era necesario. Su imagen entrando en el Gran Teatro Lumière, y recibiendo 11 minutos de ovación pone en evidencia que, al menos el parto cinematográfico fue insuperable. Cannes se emocionó con Romería, con la que cierra una parte de su filmografía sobre su memoria familiar. Como ya contó en Verano 1993, los padres de la directora catalana murieron de sida en los 90. Mientras que en aquel filme el punto de vista era el de una niña que superaba el duelo, ahora es el de una adolescente que intenta rellenar los huecos de una memoria que no tiene. La personal, la de sus padres; y la histórica, la de una generación —masacrada por la heroína— que ha sido borrada de los libros y relatos. Lo hace con un filme mágico, con una media hora final deliciosa y en la que apunta a terrenos prometedores para una cineasta que con solo tres obras ya está en la Sección Oficial de Cannes. Aun así no siente la presión e intenta disfrutar de estar entre cineastas que considera “referentes”. Lo dice casi sin saber que ella ya lo es para las nuevas directoras, a las que abrió camino con un debut que marcó un punto de inflexión en el cine español reciente. ¿Cómo es estar en competición en Cannes? Muy emocionante. Y es loco, porque te das cuenta de que es algo muy grande. Hay algo como de sentir un honor por formar parte de esta competición oficial, con estos cineastas que han sido referentes, por venir a este sitio tan mítico y legendario. Y luego es donde se va a ver la película por primera vez. Y esto siempre que pasa es una cosa fuerte. ¿Y la presión? No solo por presentarla, sino la de saber antes si vas a estar o no en el festival. ¿Sabes qué pasa? Que es que siempre la he vivido de una forma precipitada, porque por suerte no me ha tocado esperar. Con Verano 1993 y Alcarrás rodamos en verano y en febrero estrenamos en Berlín, que nos cogieron con la copia casi sin terminar de editar. Aquí el corte final ya estaba avanzado, pero fue el primer sitio donde la presentamos. Esa presión la sientes por si tendrá un buen estreno o no tendrá un buen estreno, pero yo soy muy afortunada en este sentido. Con cada película ha dado un paso más, y con la tercera ya está en la Sección Oficial de Cannes. Ya no se puede subir más, o mantenerse o ir hacia abajo, ¿eso tampoco da presión, ese listón que le hemos puesto tan pronto? Está muy alto, pero esto es una carrera de fondo. No todas las pelis tienen que estar en el mismo sitio. Me parece interesante también la idea de poder estrenar en distintos festivales, tener distintas experiencias, hacer una película más pequeña después de haber hecho una grande. Cuando pienso en los cineastas que me gustan pienso más en su cajita de DVDs que en la repercusión que tuvo cada película. Cuando pienso en mi carrera quiero que las cosas que haga tengan sentido y coherencia. Luego donde se estrenen… pues es importante porque realmente cambia la vida de las películas, pero hay que entender que a veces va mejor y otras peor, y también hay que abrazar eso. El lenguaje bélico que se utiliza para hablar de las películas es muy absurdo. Solo he hecho una película y esta gente son referentes, no siento que luche contra ellos Carla Simón — Cineasta Céline Sciamma dijo en una entrevista que una vez vivida la competitividad de los festivales no quería volver a ninguno, ¿entiende ese sentimiento? Sí, porque es difícil vivirlo desde un sitio tranquilo. Lo que tenemos es que reivindicar otras maneras de vivirlo. Por ejemplo, el lenguaje bélico que se utiliza para hablar de las películas, competir, luchar, la batalla… es muy absurdo. Solo he hecho una película y, de hecho, esta gente para mí son referentes, no siento que compita ni luche contra ellos. Es lo último que quisiera hacer. Decir que Oliver Laxe y yo, cuando somos compañeros, estamos luchando es absurdo. Yo me alegro genuinamente, y creo que él también, por el hecho de estar compartiendo esto. No se trata de competir, sino más de compartir. Romería es una película que, estilísticamente, tiene rasgos diferentes, pero que se siente como eminentemente suya, ¿se ha preguntado con esta película qué hace único a un cineasta, qué hace que una película sea de Carla Simón. Me hace mucha ilusión que digas esto, porque para mí era impepinable que me tocaba hacer cosas nuevas, aportar algo. Cada proyecto tiene unos retos y había cosas que me apetecía probar. Pero pensaba si el hecho de probar haría que la película tuviera el sabor que yo espero que tengan mis pelis. Creo que es una cosa de tono, de sensación, y tiene mucho que ver con el trabajo con actores incluso más que con cómo firmas. Yo tenía claro que esta familia no podía estar rodada de la misma manera que las anteriores, porque Marina, la protagonista, es una outsider, una observadora, y hay una distancia, y eso tiene que notarse en cómo lo filmábamos.  La película habla de la memoria, pero también del cine como reconstructor de esa memoria.  Es curioso, porque me pasé toda la promoción de Verano 1993 diciendo que cuando no tienes recuerdos, no puedes generarlos. Hasta que en un momento dado dije, “esto no tiene ningún sentido”, porque yo tengo el cine para generar los recuerdos que no tuve. La imaginación sirve para esto y al final lo que necesitamos todos es un relato, sea real o no, para crear nuestra propia identidad. De ahí el poder del cine para poder crear esas imágenes que nunca existieron para mí. (De izquierda a derecha) Maria Zamora, Mitch, la directora Carla Simon y Llucia Garcia asisten al estreno de 'Romeria' durante el 78º Festival de Cine de Cannes, en Cannes, Francia, el 21 de mayo de 2025. El festival de cine se celebra del 13 al 24 de mayo de 2025. (Cine, Francia) EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO Decía en el rodaje que hablar de esa generación era también Memoria Histórica, ¿había una deuda pendiente con esa generación? Sí, totalmente. Yo entiendo muy bien el porqué. Por todo el tema de la heroína y del sida que implica un tabú y un dolor por parte de las familias que ha hecho que esta memoria se enterrara. Pero es que esta generación puso patas arriba todos los valores conservadores y católicos que venían del franquismo. Rompieron con todo, se cuestionaron todo y nos llevaron a donde estamos. Hay algo ahí de este silencio que a mí me perturba mucho. Y lo entiendo desde la empatía y desde el dolor de estas familias, pero creo que hay que romperlo y poder hablar de manera abierta de eso y reivindicar su sitio, porque fueron muchos los que murieron. La película dice la palabra sida, la enuncia en un momento importante, ¿es importante nombrar las cosas? Y llamarlas por su nombre. Cuando hicimos esta parte imaginada hablamos mucho de cómo no juzgar, pero a la vez tampoco romantizarlo. No puedes caer tampoco en que esa época fue la hostia, porque tuvo un lado oscuro muy duro. Encontrar ese tono adecuado fue algo para mí muy difícil y que tiene que ver con poder decir eso en voz alta, dándole el peso que tiene a esa frase.  No puedes caer tampoco en que esa época fue la hostia, porque tuvo un lado oscuro muy duro. Encontrar ese tono adecuado fue algo para mí muy difícil Carla Simón — Cineasta Hay una frase tremendamente emocionante en la película, ese “tu padre no te fue a ver no porque no quisiera, sino porque no pudo”. Para mí ese fue uno de los grandes aprendizajes y me cambió la perspectiva. Entender lo que vivieron mis padres, porque ellos se separaron cuando yo nací, y eso tuvo que ver con lo que se dice en esa frase. Hay algo muy difícil de entender sobre la adicción. En mi caso me ha llevado a explorarla desde sitios muy distintos, desde ver muchas películas, leer mucho, preguntar a gente… porque cuando no lo has vivido en tu propia piel, cuesta entenderlo. Para mí esa frase es muy reveladora, porque querer y poder son dos cosas muy distintas.  A priori esta película cierra esa parte de filmografía sobre la memoria familiar, ¿lo tiene claro o cree que de alguna forma siempre estará ahí? Yo ahora siento, y el hecho de haber coincidido el segundo embarazo con esta peli, de parir de alguna forma a la vez, que esto es una señal de que hay que mirar hacia adelante y hacia otros terrenos. Que mi cine esté ligado con mi vida no es algo que vaya a desaparecer, porque creo que es una forma de estar en el mundo, observar a mi familia, a la gente que quiero, de filmar cosas que realmente me mueven a nivel emocional y personal. Pero sí que es verdad que ahora siento que me apetece mirar más hacia adelante en vez de al pasado. Después de ver la escena de Bailaré sobre tu tumba, ¿viene ahora ese musical de flamenco? Pues creo que sí. Ahí estábamos probando cosas. Me apetece mucho. A ver cómo sigue. ¿Hay una especie de norma de la industria que cada nueva película deba ser más grande? Yo creo que no tiene por qué. Depende de la historia que quieras contar y también depende de la persona. Hay gente que tiene esta necesidad de repente de saltar, de hacer una película en inglés o con actores muy grandes, pero yo creo que cada peli necesita lo que necesita y que no hay nada malo en de repente volver para atrás y hacer algo pequeño. Hacer cosas grandes requiere de mucho tiempo y de mucho dinero, y a veces hay una libertad en hacer las cosas en pequeño que creo que yo no quiero perder ni terminar echando de menos. Pienso en Lanthimos dejando de rodar en Grecia y rodando todo el rato con estrellas, ¿no le interesa probar algo así? Me interesaría si tiene sentido para la historia. Hay grandes actores que admiro, que pienso que sería guay hacer una peli con ellos, pero tiene que tener sentido. Hay que fluir con la historia.
eldiario
hace alrededor de 6 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Noticias similares

Cultura