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Ignacio Valenzuela, novelista: "Mi marido y yo tenemos una maleta preparada por si hay que salir pitando de Estados Unidos”

Ignacio Valenzuela, novelista: "Mi marido y yo tenemos una maleta preparada por si hay que salir pitando de Estados Unidos”
El escritor chileno, guionista de '¿Quién mató a Sara?', la serie en lengua no inglesa más vista de la historia de Netflix, presenta su nueva novela, 'Lo poco que recuerdo'Jaime Rubio Hancock, escritor: “Me fascina que solo cuando pasa algo raro en un edificio, los vecinos interactúan entre sí” Seguramente el autor chileno-estadounidense José Ignacio Valenzuela (Santiago de Chile, 1972) sea un desconocido para el gran público literario y televisivo español, pero en América Latina y en la comunidad hispana de Estados Unidos es sinónimo de éxito gracias tanto a sus relatos juveniles como a sus novelas de suspense y, sobre todo, a los guiones de las series creadas para Netflix y HBO. Una de ellas, ¿Quién mató a Sara?, es la serie en lengua no inglesa más vista de la historia de Netflix. En el apartado literario, sus novelas destacan por ser altamente visuales, colocar en el centro como protagonista a una mujer y aportar una alta carga de suspense psicológico que pone a prueba el papel del personaje principal. Su desembarco en España con novela adulta –pues en su faceta de autor juvenil su carrera en nuestro país goza ya de popularidad con títulos como Mona Carmona y el enigma de la Sagrada Familia– se produjo en 2023 de la mano de Ediciones B (Penguin) con Cuando nadie te ve. Esta obra, revela Valenzuela, se está adaptando a serie televisiva por una productora española. Estos días está en Barcelona, ciudad donde reside su agente literaria, para presentar su nuevo título, Lo poco que recuerdo (Ediciones B, 2024), un nuevo thriller psicológico ambientado en una localidad imaginaria llamada Pinomar, que bien podría estar situada en la costa mediterránea española y en la que, de nuevo, somete a su protagonista a una prueba de resistencia psicológica que deberá superar para liberar su verdadero potencial frente a los hombres que llevan años manipulándola. Usted comienza su carrera muy joven, con quince años, ayudando a su tía Ana María Güiraldes, una importante cuentista infantil en toda América Latina. ¿Se crio en un ambiente literario? Nací en Chile un año antes del golpe militar que traería una dictadura de casi 20 años, hasta 1990. Casi toda mi vida adulta hasta que en 1995 me marcho de Chile, la recuerdo con represión, censura, coches de policía, tanques militares, sirenas y pocas, muy pocas librerías donde además había pocos libros, pues muchos estaban censurados. Tuve la inmensa suerte de que los distintos núcleos de mi familia decidieron vivir cerca de lugares donde hubiera bibliotecas, y esto me permitió estar cerca de los libros. Además, personas como mi tía consiguieron llevar adelante una carrera a través de la literatura infantil, que permitía contar cosas que de otro modo era imposible. Ella fue mi maestra; yo empecé a ir a su taller literario cuando yo tenía 12 años, y eso que era un taller para adultos... Ella me enseñó el oficio, me enseñó a desarrollar la capacidad de aceptar la crítica y el rigor, de no creer en la inspiración como único motor. Gracias a ella soy un profesional de la escritura. Las mujeres suelen estar en el eje central de su literatura y sus series. ¿Empatiza mucho con ellas? Me crie con, por suerte, con grandes figuras femeninas. No es que los hombres de mi familia estén menospreciados, pero las que llevan las riendas eran ellas, así que me crie en un matriarcado de mujeres muy inteligentes, muy poderosas, muy profesionales, pensadoras, progresistas, insumisas e insurrectas. Y, claro, yo crecí pensando que así tenía que ser, que era lo normal. Pero al salir al mundo me di cuenta de que, por desgracia, y más hoy en día en un país como Estados Unidos, donde vivo como ciudadano de pleno derecho, no es así, sino que las mujeres viven todavía aplastadas, al menos en el plano social, por el machismo. Tal vez como homosexual que experimenta esa misma represión machista y es minorizado, entiendo el sufrimiento y el derecho de las mujeres a estar en pie de igualdad en cualquier parte del mundo. ¿Son ellas sus principales lectoras? En formato televisivo, por las informaciones que manejo, sé que van a pares hombres y mujeres en cuanto a audiencias, pero en formato novela sí que son mayoritarias ellas, acaso también porque actualmente el grueso de lectores son mujeres, al igual que lo son el grueso de quienes se interesan por la cultura o se gradúan en la universidad. En un país como EEUU las mujeres viven todavía aplastadas por el machismo. Como homosexual que experimenta esa misma represión machista y es minorizado, entiendo el sufrimiento y el derecho de las mujeres a estar en pie de igualdad en cualquier parte del mundo ¿Escribe para ellas? No, conscientemente no escribo para las mujeres. En realidad cuando me surge una idea y empezó a desarrollarla, no me planteo cómo se desarrollará, es algo que poco a poco va fluyendo tanto de mi experiencia profesional de estos treinta años de carrera como de lo que quiero contar, pero no es premeditado. ¿Se plantea igual el estilo cuando escribe guiones que novela? Absolutamente. Cuando empiezo a desarrollar una idea no me planteo si es para un público adulto o juvenil, hombres o mujeres y tampoco si va a ser una serie televisiva o una novela. La oriento cuando el texto ya lleva cierto recorrido. Mis novelas son altamente visuales, puedes verlas en tu cabeza además de leerlas. Tiene una importante carrera como guionista para Netflix... Tengo tres series en Netflix, lanzadas en 200 países y con ¿Quién mató a Sara? como la serie en habla no inglesa más vista en la historia de la plataforma. Pronto lanzarán una cuarta. También escribo para HBO Candy Cruz, que fue la segunda serie más vista en español de la plataforma durante 2023. El escritor chileno-estadounidense José Ignacio Valenzuela durante la entrevista con elDiario.es ¿Tiene alguna fórmula para el éxito? No tengo nada cuantificado, no hay fórmulas fijas que conviertan los textos en grandes ventas. Lo que sí tengo es una larga carrera y la capacidad de aprender de la experiencia que me deja cada obra. Como te comenté, le debo a mi tía esa capacidad de análisis y crítica. Usted ha vivido y trabajado en México muchos años. ¿Por qué cree que una obra como Emilia Pérez suscitó tanto rechazo en el país? La verdad es que debí ser azteca en otra vida, porque para mí México es una segunda patria, siento algo muy fuerte y siempre que puedo regreso, aunque ahora resida en Florida. Debo puntualizar que no he visto todavía la película, porque viajo mucho por trabajo y, por otro lado, en Florida apenas la han exhibido, allí solo pasan por las salas películas de superhéroes, así que si no tienes capa no tiene salas donde puedan visionarte. Dicho esto, he preguntado a muchos amigos de México y todos me han dicho lo mismo: el tema del narcotráfico y las desapariciones es una herida sangrante para ellos, algo muy doloroso, y consideran que la película lo banaliza y convierte en un musical algo terrible. Eso es algo que ellos no perdonan. La ley Don't say gay de Ron DeSantis nos incita al miedo y la autocensura, porque cualquier persona por la calle puede denunciarnos. Llega al extremo que no podemos llevar a nuestra hija a un colegio público por no exponernos, y tampoco podemos ir los tres por la calle en actitud familiar porque damos a entender que somos una familia homoparental Como persona LGTBI y casada con otra persona del mismo sexo, con la que además tiene una hija, ¿cómo viven el recorte de derechos a las minorías por parte de la actual administración? Debo puntualizar que en Florida el recorte de derechos y la represión de la minoría LGTBI llego antes de este segundo mandato de Trump con la famosa ley Don't say gay, promovida por el gobernador Ron DeSantis [uno de los 'halcones' de la actual administración Trump]. Esta ley dice que es delito hacer ostentación de nuestra condición sexual en público, no solo de palabra sino también con actos o hechos. De facto es una ley que nos incita al miedo y la autocensura, porque cualquier persona por la calle puede denunciarnos. Llega al extremo que no podemos llevar a nuestra hija a un colegio público por no exponernos, y tampoco podemos ir los tres por la calle en actitud familiar porque damos a entender que somos una familia homoparental. Cualquiera que nos vea por la calle y le disguste lo que ve, puede denunciarnos. Y lo mismo sucede ahora con los migrantes, las mujeres y otros colectivos a los que esta administración reprime con sus actuales leyes y la retirada de subvenciones. Yo puedo presumir de que tengo un libro infantil censurado por Trump, se llama Un día con papá y dada, pero es que son más de 8.000 libros censurados solo en Florida. Lo que cuenta recuerda a la Alemania nazi y su persecución de las minorías... No sé si es adecuado ir tan lejos y comparar la situación de los judíos con la de las personas LGTBI en Estados Unidos, a mí me viene más a la cabeza el Chile de mi infancia y adolescencia, que también era terriblemente represivo. De hecho lo estoy pasando muy mal porque me vienen flashes de esa época que me han llevado a descubrir que sufro estrés postraumático. Yo puedo presumir de que tengo un libro infantil censurado por Trump, se llama 'Un día con papá y dada', pero es que son más de 8.000 libros censurados solo en Florida Considero que pocas personas pueden vivir sin miedo hoy en Estados Unidos, es un privilegio al alcance de pocos. Tengo muchos amigos migrantes, que no tiene papeles ni están nacionalizados, de todos los estratos sociales, y están aterrados, temen que alguien les denuncien y les arranquen su vida de golpe. Yo mismo hace un mes estuve con mi marido y mi hija visitando España y me dediqué a borrar todo lo escrito en redes sociales contra Trump y los suyos, por si nos ponían trabas para regresar. Imagínate el nivel de vulnerabilidad que siento... ¿Ha pensado en dejar el país? Sí, claro, pero es complicado porque tengo a mi padre y mi suegra viviendo en Florida, son los abuelos de mi hija. Además, ella es feliz con sus amigas de la escuela, es estadounidense y tiene una vida allí. Pero también te diré que en casa tenemos una maleta siempre hecha y tres reservas abiertas de avión por si tenemos que salir a toda prisa. Tal como están las cosas, no se puede descartar nada.
eldiario
hace alrededor de 6 horas
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