cupure logo
dellosquemadridrealreal madridpormiamicontrapara

El fin de una era: Estados Unidos ya no manda en la UFC

Estados Unidos ha sido durante décadas el corazón de las artes marciales mixtas (MMA). No solo como cuna del deporte profesional, sino como el país que dominaba con puño de hierro el octágono. De ahí surgieron leyendas como Jon Jones, Demetrious Johnson o Matt Hughes . Hoy, sin embargo, esa hegemonía parece cosa del pasado. La UFC cuenta con 227 peleadores estadounidenses, más que ningún otro país, pero ninguno ostenta un título masculino, y apenas uno femenino. El único cinturón en manos norteamericanas lo sostiene Kayla Harrison, en el peso gallo femenino. A pesar de su talento, la popularidad de las divisiones femeninas aún no alcanza el nivel de los varones , y su protagonismo suele quedar relegado a peleas coestelares. Quizá eso cambie en su próximo duelo ante Amanda Nunes , la que puede ser la pelea más grandes de las MMA femeninas. Por lo demás, la bandera de EE. UU. apenas ondea en los rankings. Cory Sandhagen disputará el título gallo ante Merab Dvalishvili, pero lo hace más por escasez de rivales que por méritos incuestionables, y parte como claro no favorito. El panorama en las divisiones femeninas refleja también esta decadencia. Zhang Weili reina con autoridad en el peso paja, mientras las brasileñas y mexicanas copan los primeros puestos. Tatiana Suárez, estadounidense, es la número dos, pero viene de perder ante la campeona . En el peso mosca, la historia se repite: Valentina Shevchenko (Kirguistán), Manon Fiorot (Francia) o Alexa Grasso (México) lideran, y las norteamericanas que aparecen en los rankings ya han sido superadas por ellas. En las categorías masculinas, el vacío es aún más evidente. En el peso mosca, el campeón Alexandre Pantoja (Brasil) ya ha derrotado al único estadounidense cercano al podio. En el gallo, Dvalishvili domina con solvencia . Aunque obtuvo la nacionalidad estadounidense, representa principalmente a Georgia. El contendiente más prometedor, Sean O'Malley, ya ha sido vencido dos veces y Sandhagen, como se mencionó, es el último cartucho. La división pluma está en manos del australiano Alexander Volkanovski , rodeado de rivales brasileños, rusos, ingleses y mexicanos. Los estadounidenses mejor posicionados, como Brian Ortega o Aljamain Sterling, están lejos de la conversación por el título. En el ligero, Ilia Topuria se ha consolidado como una estrella global. Los norteamericanos que le persiguen son Max Holloway (al que ya derrotó) y Justin Gaethje, a quine pocos ven con opciones reales de llevarse el cinto. Hay algo de esperanza en el peso wélter, donde Sean Brady ocupa el segundo lugar. Pero el australiano Jack Della Maddalena y el kazajo Shavkat Rakhmonov se perfilan como amenazas serias, sin contar con Islam Makhachev, quien es el siguiente retador . En el peso medio, el estadounidense mejor posicionado, Sean Strickland, está suspendido indefinidamente. Y en el semipesado y pesado, la situación es casi calcada: los pocos estadounidenses en los rankings ya han caído ante campeones extranjeros como Alex Pereira o Tom Aspinall. Con la marcha de Jon Jones, se fue el último gran campeón estadounidense de renombre. Aunque a la mayoría de aficionados a las MMA les importe muy poco la nacionalidad de los peleadores, apoyándolos más por sus méritos deportivos o historia personal, es importante para la compañía tener figuras nacionales. Más aun cuando se prevé una velada en la Casa Blanca, con importante presencia de los Estados Unidos. Sin embargo, la jaula ya no entiende de fronteras: hoy solo triunfan los mejores , sin importar de dónde vengan. Para los estadounidenses, acostumbrados a liderar, esta nueva realidad es una llamada de atención. Porque ya no basta con ser de casa. Hay que merecer el cinturón.
abc.es
hace alrededor de 16 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Noticias deportivas