cupure logo
losparaqueporlascondelmillonesespañamás

Adiós a los incómodos informes del Banco de España

Los informes del servicio de estudios del Banco de España siempre han tenido un elevado prestigio, que creció incluso más durante los años en el que Pablo Hernández de Cos ejerció como gobernador (entre 2018 y 2024). Quizás el hecho de que antes de ser gobernador fuera el jefe de ese servicio de estudios le llevó a hacer una clara apuesta por el mismo. Los periodistas siempre leíamos con profusión estos informes, especialmente cuando el gobierno de turno aprobaba alguna legislación y queríamos saber cuál era la opinión de los técnicos al respecto. Recuerdo perfectamente en la etapa en la que Miguel Ángel Fernández Ordóñez, secretario de Estado de Hacienda en el Gobierno de Rodríguez Zapatero, estuvo al frente de la institución, los sindicatos le criticaban cuando en la gran recesión, usando los informes del banco, pedía más flexibilidad laboral porque decía que en España era más fácil despedir que cambiar a alguien de un puesto de trabajo a otro. «Dedíquese a poner en orden el sector bancario y no hable de lo que no sabe», vinieron a decirle los líderes de UGT y CC.OO. Con poco éxito, por cierto, porque sus sucesores, Luis María Linde y después Pablo Hernández de Cos, continuaron denunciando los efectos de las políticas económicas que se aplicaban y pidiendo reformas si así lo consideraban. El gobernador ahora al frente de la institución, el ex ministro José Luis Escrivá, quizás para purgar ese pecado original de pasar directamente de la silla del Consejo de Ministros a la del supervisor bancario, quiere despojar al Banco de España de esta labor fiscalizadora. Es entendible que al actual gobernador no le haga ninguna gracia que el Banco de España examine el impacto de la reforma de las pensiones que él mismo diseñó cuando era ministro. De hecho, en su etapa de ministro criticó al Banco de España y a otros servicios de estudios y economistas que analizaron y pusieron en cuestión algunos aspectos de la reforma porque aseguraba que los mejores técnicos estaban en el ministerio y que los que hacían esas afirmaciones no la habían estudiado con detenimiento. Y ahora el gobernador se ha tomado al pie de la letra las palabras que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, le recordó en su toma de posesión: «el Banco de España está para asesorar al Gobierno, no para fiscalizarlo», y dicho y hecho. En el último informe anual, que ha llevado a que el actual jefe del servicio de estudios, Angel Gavilán, presente la dimisión, no se incluye ni una palabra de las pensiones, ni del salario mínimo, ni de los topes de los alquileres... «Somos analistas no somos tertulianos», argumentó el ex ministro cuando un consejero comentó que por qué no se había incluido nada de esos asuntos. Esta misma semana, al ser preguntado al respecto, Escrivá aseguraba que el Banco de España no tiene capacidad técnica para analizar las pensiones y justificaba así que no se analicen estas cuestiones. Olvidémonos, por tanto, de los informes del Banco de España tantas veces incómodos para los gobiernos de turno y que tanto aprovechábamos los periodistas. Si las decisiones de política monetaria las toma el Banco Central Europeo, y ahora tampoco va a usar su, hasta hace no mucho, potente servicio de estudios para analizar el impacto de las políticas económicas, la institución se desdibuja cada vez más. Bueno, ahora está muy entretenido el gobernador en su proyecto de hacer un gran museo para que todos podamos disfrutar de las obras de arte que alberga el banco, y en el traslado de personal a Cataluña para ayudar al Gobierno en su intención de descentralizar las instituciones.

Comentarios

Noticias de negocios