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El tejido innovador español busca su lugar en el futuro de la 'energía de las estrellas'

Gobiernos, compañías privadas y universidades de todo el mundo se han lanzado a la conquista de una tecnología llamada a convertirse en el 'santo grial' de la energía del futuro: la fusión nuclear . El sueño de replicar en la Tierra el proceso que ocurre en las estrellas con el objetivo de generar electricidad de manera limpia y segura ha desatado una carrera científico-empresarial en la que Europa, con España como uno de los países mejor posicionados, dispone de todos los mimbres para situarse en los puestos de cabeza. Alzarse con el liderazgo en esta revolución, eso sí, le obligará a emplearse a fondo porque enfrente tiene dos rivales de altísimo nivel, China y Estados Unidos, que han captado inversiones millonarias para acelerar los desarrollos. Construir una central de fusión que genere electricidad a escala comercial se antoja lejano, pero los avances cosechados hasta ahora en el laboratorio mantienen intacto el apetito, estimulando la proliferación de numerosos proyectos de largo recorrido , financiados tanto con fondos públicos como promovidos por la iniciativa privada, y que, desde el minuto uno, producen un impacto positivo en el tejido industrial. Al Viejo Continente se le presenta una oportunidad de oro. Ya ha quedado desbancado en la batalla empresarial de la inteligencia artificial y no quiere que le pase igual con esta fuente de energía considerada una de las grandes promesas tecnológicas del siglo XXI. Dentro del bloque comunitario, nuestro país aspira a ser un referente internacional gracias a una serie de fortalezas. Un talento excepcional en ingeniería, entidades de reconocido prestigio como el Laboratorio Nacional de Fusión , perteneciente al Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), o participación activa en iniciativas de la talla de ITER, donde es el tercer contratista, o Ifmif-Dones, cuyas instalaciones se ubicarán en el municipio granadino de Escúzar, invitan a confiar en que España se consolide como un actor relevante. Además, recientemente el Congreso ha dado luz verde a la aprobación de una proposición no de ley para crear una Estrategia Nacional de Fusión Nuclear que permita reforzar el ecosistema patrio en este campo. En un contexto de crisis climática acuciante, la ventaja de la energía de fusión es que es una fuente segura, limpia e inagotable que, a diferencia de las renovables que fluctúan según la disponibilidad del recurso natural, puede operar casi continuamente, lo que hace de ella un complemento ideal para una red eléctrica estable . Al requerir de una materia prima como el agua para la obtención del hidrógeno y no de elementos complejos como el uranio, cuyo suministro está en manos de terceros, representa, asimismo, una fórmula para garantizar la estabilidad e independencia energética del continente. Aunque pueda sonar a ciencia ficción, esta tecnología ha demostrado su viabilidad. En el marco de la estrategia de fusión inercial, cabe recordar que en 2022, científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de California lograron la primera reacción de fusión en un laboratorio que producía más energía de la necesaria para iniciarla. En concreto, se requirieron 2,05 megajulios para 'encender' el reactor, mientras que se generaron 3,15 megajulios. En diciembre de 2023, repitieron la hazaña ampliando el umbral de ganancia. En el entorno europeo, como parte de la estrategia de fusión magnética, investigadores del consorcio EUROfusion utilizaron el reactor Joint European Torus (JET) , localizado en Inglaterra, para alcanzar un récord de 59 megajulios de energía de fusión sostenida durante cinco segundos. «Hay que poner en valor a estas dos comunidades por los resultados conseguidos, que han propiciado el inicio de una nueva aventura de fusión», subraya Carlos Hidalgo, director del Laboratorio Nacional de Fusión. «El sueño de controlar la fusión nuclear en un laboratorio –prosigue– ya es una realidad. Ahora iniciamos la segunda parte: hacer que llegue a la sociedad ». Sus enormes posibilidades han despertado un gran interés privado, tanto a nivel europeo como internacional, asistiendo a un momento de cambio: «Durante decenas de años, el sector público ha sido el que ha financiado el sueño de generar energía de fusión en un laboratorio. Para la segunda parte, el capital público-privado es el escenario deseable». Es decir, nos encontramos al inicio de una transición que exigirá un adecuado posicionamiento de los centros públicos y de la industria española. Es mucho lo que hay en juego. «La energía de fusión es una tecnología potencialmente disruptiva con capacidad de transformar el sistema energético global y a la que solo tendrán acceso los Estados o empresas que hayan invertido en el desarrollo de conocimiento», resalta Hidalgo. Mientras que las fuentes de energía primaria están al alcance de países que, por una razón arbitraria, cuentan con reservas, «con la fusión solo los Estados y entidades privadas que tengan el conocimiento accederán a ella». Y España puede sacar pecho. «El Laboratorio Nacional de Fusión es miembro de EUROfusion, el consorcio que coordina la investigación en fusión en Europa y, además, nuestro país alberga Ifmif-Dones , una instalación singular en el mundo que será crucial para validar las tecnologías críticas de reactores de fusión. También cuenta con un potente sector empresarial que ha situado a la industria nacional en la tercera posición en contratos de ITER (los retornos industriales superan los 1.000 millones de euros), por detrás de Francia e Italia», expone Hidalgo. En octubre de 2024, Ciemat, CDTI, Ineustar y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades convocaron una reunión para establecer las bases del proceso para determinar una Estrategia Nacional en Fusión que permita reforzar el ecosistema. El pasado mes de mayo, el Congreso de los Diputados aprobó una Proposición No de Ley (PNL) para la elaboración de dicha estrategia. El director del Laboratorio Nacional de Fusión desgrana los pilares sobre los que se sustentará. «El primer objetivo estratégico es armonizar las fortalezas nacionales, que son muchas, para hacer frente a las oportunidades, públicas y privadas, que van a surgir en los próximos años para ser competitivos en esta nueva realidad dominada por la colaboración público-privada», comienza por señalar. Otra finalidad de la estrategia es «asegurar a corto, medio y largo la posición de liderazgo científico-tecnológico que tiene España dentro de Europa en este ámbito». Por último, trata de facilitar la transferencia de conocimientos y tecnología. «La colaboración público-privada significa unir los centros públicos, donde acumulamos una cantidad ingente de conocimiento, con la dinámica y agilidad de los centros privados, que tienen el músculo financiero y capacidad de reacción rápida de la que carecemos», apunta Hidalgo. Un 'matrimonio perfecto' en el que cada uno cumple su papel. Un botón de muestra de esas sinergias es el programa Ifmif-Dones, que tiene por objeto probar, validar y calificar los materiales que se utilizarán en las futuras plantas de energía de fusión. Esta infraestructura de investigación, que se situará en Escúzar (Granada), movilizará 700 millones de euros en su construcción, 50 para su puesta en marcha y otros 60 millones anuales para su funcionamiento. La Comisión contribuirá con 202 millones de euros a su construcción y puesta en marcha, el equivalente a un 25% de la financiación del proyecto en dichas fases. España se ha comprometido a financiar el 50% del coste de construcción y el 10% del coste de operación . Croacia aportará el 5% del coste de construcción y mantenimiento, mientras que Japón, un 5% de la inversión en la etapa de construcción y un 8% en toda la vida del proyecto. Ángel Ibarra, director del consorcio, resalta la trascendencia del que será uno de los aceleradores de partículas más potentes del planeta: «Todo aquel que aspire a construir un reactor de fusión acudirá a nosotros para probar los materiales o los componentes y así asegurarse de que van a funcionar adecuadamente». Recuerda que será la única instalación en la que poder llevar a cabo esos experimentos, algo que otorga a nuestro país un rol crucial en la hoja de ruta europea. El primer paso sería ejecutar ITER en Cadarache (Francia), con un diseño basado en el concepto de 'tokamak', una máquina con forma de donut que usa potentes campos magnéticos para confinar y controlar un plasma a temperaturas de más de 150 millones de grados Celsius. Después, Ifmif-Dones simulará el ambiente de neutrones de un reactor de fusión para estudiar cómo se comportan y degradan diferentes materiales, algo imprescindible para construir Demo, un prototipo de una central de fusión que buscará generar electricidad de forma continua. Ibarra aclara que la importancia de proyectos como el que dirige no radica solo en los resultados científicos obtenidos, sino en el impacto socioeconómico y tecnológico que suponen. «La construcción de nuestra infraestructura es compleja, lo que fuerza a las empresas a desarrollar tecnologías que luego pueden usar en su día a día. Si aprenden a fabricar con más precisión o calidad de lo que lo hacían antes, automáticamente se traslada a sus otras líneas de negocio, de modo que el impacto indirecto es notable», justifica. Preguntado por el horizonte temporal que manejan, responde que construir y poner en marcha la aceleradora a plena potencia llevará unos diez años, aunque los efectos se están dejando notar en la actualidad. «El impacto en el tejido nacional es del orden de 50-60 millones de euros anuales. Ahora somos 50 empleados, pero pretendemos alcanzar los 400 en los próximos años y el empleo indirecto será tres veces mayor», detalla. Aunque la financiación es pública, colaboran con la industria en el desarrollo de las tecnologías requeridas para construir la infraestructura. «Las empresas de nuestro país tienen bastante éxito en los temas relacionados con la fusión. Hasta ahora, todos los contratos que hemos lanzado los han ganado», indica. Empresarios Agrupados, Idom, CT Ingenieros, Ayesa, A-V-S, Asturfeito, Idonial, Beebit o Fus Allianz son algunos integrantes de la nómina de firmas españolas especializadas en este ámbito. Desde la academia, uno de los hitos recientes viene de la mano del 'tokamak' Smart , un dispositivo de fusión experimental de última generación diseñado, construido y operado por el Laboratorio de Ciencia del Plasma y Tecnología de Fusión de la Universidad de Sevilla, que en enero generó con éxito su primer plasma. Para Milena Roveda, CEO de Gauss Fusion y presidenta de la Asociación Europea de Fusión, el continente tiene los científicos, la industria y la tecnología necesarias para tomar la delantera, pero echa en falta un mayor compromiso institucional y la definición de una hoja de ruta que focalice bien los recursos. «En China se dice por dónde se va y todos toman ese camino. Hasta cierto punto es lo que necesitamos en determinados aspectos estratégicos en Europa. Los Gobiernos deben abrir los ojos y darse cuenta de que la fusión es más que una fuente de energía. Es parte de la seguridad del continente, tanto como la cuestión de Defensa de la que se habla en los últimos tiempos», dice. A pesar de que los Veintisiete acumulan hazañas, Roveda aporta datos que reflejan un déficit en términos de financiación. «Sin incluir a China (dedica 1.500 millones de dólares anuales a su programa de fusión), la inversión en empresas privadas de este nicho en el último lustro ha sido de 8.000 millones de dólares, de los cuales ni siquiera el 15% se ha realizado en Europa », precisa. Calcula que existen 45 empresas a lo largo y ancho del planeta especializadas en la energía de fusión, de las que 85% se ubican en Estados Unidos. En su opinión, «el papel de las iniciativas privadas es clave en este momento, al tener la exigencia de cumplir plazos y presupuestos, generando incentivos para innovar, acelerar el desarrollo y reducir los costes, al añadir un entorno competitivo». Una de las firmas destacadas es Commonwealth Fusion Systems, que desde su nacimiento en 2017 ha recaudado más de 2.000 millones de dólares de inversores como Breakthrough Energy Ventures, el fondo fundado por Bill Gates. La empresa levantará en el condado de Chesterfield, en Virginia, la primera planta de energía de fusión a escala de red del mundo, que empezará a producir a principios de la década de 2030. Helion Energy es otro de los jugadores relevantes y ha sellado el primer contrato de suministro de energía de fusión nuclear de la historia, por el que Microsoft recibirá al menos 50 MW de electricidad a partir de 2028. Desde su puesto como CEO de Gauss Fusion, Milena explica que trabajan en un proyecto, al que le gusta calificar como el ' Eurofighter de la fusión ', que implica a seis países (Italia, Francia, Alemania, España, Países Bajos y Dinamarca) para construir la primera planta eléctrica de fusión de Europa. «El canciller alemán ha manifestado en público su deseo de que el país construya la primera planta de fusión del mundo. No creo que eso sea posible, pero sí de Europa, por lo que tenemos que apurarnos», comenta. La financiación será de carácter público-privado. «Me reuní con la presidenta de la Comisión Europea y le transmití el mensaje de que no se precisa que lo público ponga mucho dinero para empezar, pero sí el suficiente como para atraer inversión privada », revela. A su juicio, «muchos actores privados estarían interesados en invertir en fusión, pero no se atreven a hacerlo a gran escala si no tienen la seguridad de que lo público también apuesta, incluyendo, por supuesto, un marco regulador estable en el continente». Piensa que Europa atraviesa un momento de 'make it or break it' (éxito completo o fracaso total), en el que lo público tiene que dar la señal para que lo privado luego acompañe. «Si aprovechamos la oportunidad, la fusión supondrá el renacer de la industria europea, al ser un sector de altísimo valor añadido. Hablamos de miles de millones, de empleo de alta cualificación, etc.». ¿Pero cuándo llegará la adopción masiva? «Será en la segunda mitad del siglo, no antes de 2050». Tomará tiempo, pero la energía de las estrellas se abre paso con una claridad deslumbrante. El camino hacia una nueva era es imparable.
abc.es
hace alrededor de 7 horas
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