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Qué es el euro digital y qué cambiará

Una nueva modalidad monetaria electrónica busca ofrecer una alternativa segura y accesible en la transformación del sistema de pagos europeo, con impacto en la economía cotidianaHasta cuándo se puede presentar la Declaración de la Renta 2024 - 2025 El Banco Central Europeo (BCE) trabaja desde hace años en la creación del euro digital, una versión electrónica del dinero en efectivo con la que aspira a adaptar la moneda común a un entorno donde los pagos digitales ganan terreno a gran velocidad. Esta iniciativa, que no reemplazará al efectivo pero sí lo complementará, busca dar una respuesta pública, segura y gratuita a la transformación que vive el sistema de pagos, hoy dominado en parte por operadores privados no europeos. La propuesta parte del reconocimiento de que el uso del efectivo está disminuyendo progresivamente, especialmente en algunos países del norte de la eurozona. Frente a la expansión de soluciones de pago digitales desarrolladas por grandes plataformas tecnológicas, el BCE pretende asegurar que el público mantenga acceso directo a una forma de dinero del banco central en la era digital. Al igual que las monedas y billetes actuales, el euro digital estaría respaldado por el BCE, lo que garantiza su valor y estabilidad. Aunque todavía no hay una fecha oficial de lanzamiento, el proyecto ha entrado en una fase de preparación que podría extenderse varios años. Entre sus principales desafíos se encuentran el diseño técnico, la protección de la privacidad y la definición del papel que jugarán los intermediarios, como bancos comerciales y operadores de servicios de pago. Paralelamente, su puesta en marcha depende también del visto bueno legislativo, que deberá ser otorgado por las instituciones europeas tras analizar la propuesta del BCE. Una nueva forma de dinero público El euro digital se plantea como una forma de dinero público electrónico, accesible a todos los ciudadanos de la eurozona. A diferencia de las cuentas bancarias tradicionales, el dinero depositado en un monedero digital en euros estaría directamente garantizado por el banco central, eliminando el riesgo asociado a posibles quiebras bancarias. No se trata de una criptomoneda ni de un activo volátil: su valor será siempre equivalente al del euro físico. En su diseño actual, el euro digital permitiría realizar pagos en tiendas físicas, en línea o entre particulares, utilizando un teléfono móvil u otros dispositivos electrónicos. Según detalla el Banco Central Europeo en su web oficial, también se prevé la posibilidad de pagos sin conexión a Internet, lo que garantizaría su uso incluso en entornos rurales o en momentos de caída de red. Además, su uso básico sería gratuito para los ciudadanos, y se contempla que las entidades financieras desarrollen servicios adicionales sobre esta infraestructura. El Banco de España, a través de su portal Cliente Bancario, ha señalado que el euro digital no será un sustituto del efectivo ni un instrumento para controlar los hábitos de consumo. Se espera que las operaciones realizadas con él respeten altos estándares de privacidad, si bien su diseño final deberá encontrar el equilibrio entre anonimato y prevención del fraude. Esta característica lo diferencia de otros medios de pago digitales privados, que pueden recopilar y explotar los datos de los usuarios. ¿Cómo funcionaría el euro digital? El euro digital permitiría realizar pagos inmediatos y seguros tanto en comercios físicos como en plataformas en línea, así como entre particulares, sin importar el país de la zona euro ni el proveedor de servicios utilizado. Para usar esta nueva forma de dinero electrónico, el primer paso sería crear un monedero digital en euros a través de una entidad financiera o una oficina de correos. Una vez abierto el monedero, los usuarios podrían cargar dinero desde una cuenta bancaria vinculada o incluso mediante la conversión de efectivo. A partir de ese momento, los pagos se efectuarían utilizando el saldo disponible en ese monedero, que también podría recibir ingresos en euros digitales que los usuarios podrían conservar hasta un límite establecido o transferir a su cuenta bancaria, ya sea de manera manual o automática. El sistema garantizaría transacciones seguras y rápidas en cualquier situación, incluyendo la posibilidad de realizar pagos sin conexión a internet. En estos casos, solo las partes involucradas conocerían los detalles de la operación, lo que asegura un nivel de privacidad comparable al del dinero en efectivo. Estas características buscan combinar la seguridad y accesibilidad del dinero público con la flexibilidad que demandan los usuarios en un mundo cada vez más digital.
eldiario
hace alrededor de 8 horas
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