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Netanyahu espera que EEUU se deje arrastrar por su obsesión de décadas con Irán

Netanyahu espera que EEUU se deje arrastrar por su obsesión de décadas con Irán
El primer ministro israelí afirma que quiere una "victoria total" en Irán, mientras Trump deja abierta la posibilidad de una intervención de EEUU en la ofensiva de su aliadoNetanyahu lleva 30 años diciendo que Irán está a punto de lograr la bomba nuclear, ¿qué tiene Teherán realmente? En la noche del martes, Benjamín Netanyahu escogió el canal 14 de Israel, una versión local de la cadena estadounidense Fox News, para dirigirse a la base electoral que sustenta su coalición de gobierno (ultranacionalistas, judíos ultraortodoxos y conservadores) y explicarles la hoja de ruta de la ofensiva que Israel inició el pasado viernes contra su archienemigo regional, Irán. “El plan en sí se diseñó durante los últimos tres meses con un propósito de sorpresa, desmontando las capas de Inteligencia que nos mostraban dónde estaban los científicos... Esa fue mi instrucción: ir a por los científicos, eliminarlos. Teníamos un código para esto, algún día lo publicaremos (…) También dije que debíamos atacar los misiles”, afirmó el primer ministro israelí. Durante la entrevista –insólita por la información detallada que comparte y las autorías que asume–, Netanyahu desgrana no solo cómo ordenó el asesinato de los investigadores iraníes o el del último máximo comandante militar de Irán, sino también las repercusiones que, según él, tuvo la muerte del líder de la milicia libanesa Hizbulá, Hasan Nasralá, para el programa nuclear de Irán. Nasralá fue asesinado en un ataque israelí contra el sur de Beirut en septiembre del año pasado. “Sabía que en el momento en que elimináramos a Nasralá, el Eje [conocido como 'Eje de la Resistencia' anti-israelí] caería. Y cayó. Nasralá era el eje del Eje. Tenía claro que, tras eliminarlo lo único que le quedaba [a Irán] era recurrir a la energía nuclear. Y lo que antes habían hecho lentamente, de repente lo hicieron con rapidez. Empezaron a organizar lo que se llama la militarización, convirtiendo el uranio enriquecido en un arma”, afirmó el mandatario. Consultado sobre si el derrocamiento del régimen iraní forma parte explícita de los objetivos de ofensiva lanzada por Israel, Netanyahu respondió pensando en el legado por el que le gustaría ser recordado. “Lo veo desde una perspectiva histórica... Ciro liberó a los judíos, y hoy el Estado judío podría liberar a los persas. No en el sentido de que lo estemos haciendo por ellos... Al final, ellos tienen que alzarse, pero nosotros estamos creando las condiciones. Y por eso podría tener consecuencias” la intervención militar israelí. El primer ministro de Israel se refiere a los llamados hechos esta semana por parte de figuras como Reza Pahlavi, hijo del último Sha de Irán, quien, desde su residencia en Estados Unidos, animó a los iraníes a levantarse contra “un régimen represivo” y a las fuerzas militares y de seguridad del país a unirse a su pueblo. “La República Islámica ha llegado a su fin y se encuentra en proceso de colapso”, afirmó Pahlavi en un video difundido en redes sociales en el que también instó a la población a no temer una posible guerra civil, asegurando que desde la oposición disponían de “un plan para el futuro de Irán y su prosperidad”. Jamal Abdi, presidente del Consejo Nacional Iraní-Estadounidense (NIAC), en conversación telefónica con elDiario.es desde Washington, cree que Irán está lejos de encontrarse en ese escenario y que, en lugar de unir al país, “la guerra sólo facilita la supervivencia del régimen al desviar la frustración interna hacia un enemigo externo”. No obstante, “Teherán no ha conseguido que la población cierre filas en torno al líder supremo Ali Jamaneí”, asevera. “Irán sigue formando parte del Tratado de No Proliferación Nuclear, no ha expulsado a los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ni ha cerrado el Estrecho de Ormuz. Esto apunta a que el régimen se siente frágil y teme perder aún más capital político interno”, opina Abdi. Para el investigador, que considera que la ofensiva liderada por Netanyahu “carece de justificación legal”, las próximas horas serán cruciales. “Donald Trump es el presidente de Estados Unidos (...) Puede exigirle a Israel que renuncie a este desastre que puede llevar a Estados Unidos a una guerra total con Irán”, concluye. A este respecto, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí escribió este miércoles en la red social X que Irán no teme la “retórica absurda” del presidente Donald Trump. Además, en un mensaje difundido por la televisión prometió que su país “no se rendirá” y advirtió de que cualquier intervención militar estadounidense en el conflicto traería “consecuencias irreparables”. Por su parte, el presidente Trump, consciente de las consecuencias que la intervención directa de su país en la guerra tendría para los entre 40.000 y 50.000 soldados estadounidenses desplegados en una veintena de bases militares (temporales y permanentes) en Oriente Medio, sigue sopesando si atacar a Irán mientras en los últimos días ha ido elevando el tono de sus amenazas describiendo al líder del país como “un blanco fácil” y exigiéndole una “rendición incondicional”. Este miércoles Trump ha dicho que es “muy tarde” para negociar con Irán y ha mantenido la incógnita sobre si va a participar en la campaña de bombardeos de Israel: “Puede que lo haga y puede que no”. Una obsesión de “al menos 40 años” En el sexto día de un conflicto que ha dejado más de 220 muertos en Irán, según el régimen, y al menos 23 fallecidos en Israel desde el viernes, el intercambio de fuego ha continuado, si bien el número de misiles iraníes lanzados contra territorio israelí se ha reducido sustancialmente en las últimas horas mientras la Fuerza Aérea de Netanyahu ha continuado atacando “objetivos militares pertenecientes al régimen iraní en Teherán”, de acuerdo con un comunicado. Los medios locales señalaron que los ataques tuvieron como objetivo el Ministerio de Defensa y una fábrica de sistemas de defensa. Mientras, Benjamín Netanyahu, convencido de que la ventana de oportunidad que se ha abierto tras la merma de las capacidades militares de los principales aliados regionales de Irán (especialmente Hizbulá), pero también los rebeldes hutíes de Yemen o Hamás en Gaza, junto con la caída del régimen de Bashar Al Asad en Siria, sigue esperando una respuesta de Donald Trump. “Llevo advirtiendo a Estados Unidos sobre Irán al menos 40 años”, señaló el líder israelí durante la entrevista del martes en el canal 14. “Lo dije poco después del establecimiento del régimen de los ayatolás [en 1979], que representa la mayor amenaza contra el Estado de Israel. En aquel momento, se rieron. En 2011-2012, cuando regresé como primer ministro, intenté destruir su capacidad, pero no movilicé a la mayoría, ni entre el aparato de seguridad ni entre mis aliados”, añadió Netanyahu, en referencia al expresidente Barack Obama, quien lejos de apoyar sus planes belicistas contra Irán impulsó un acuerdo nuclear (JCPOA, por sus siglas en inglés) que fue sellado en 2015 por EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania. Trump lo abandonó en 2018, durante su primer mandato. Ese pacto multinacional fue calificado entonces tanto por Netanyahu como por Trump de “nefasto” y “atroz”. “Obama allanó el camino (de los iraníes) hacia el oro, con cientos de miles de millones de dólares para que pudieran enriquecer uranio, desarrollar centrifugadoras avanzadas y acercarse a la bomba. Eso es por lo que tuve que luchar. Fui al Congreso de Estados Unidos y hablé allí; en ese momento, algunos no entendían lo que hacía. Mi objetivo era mantener la oposición interna en Estados Unidos contra el programa iraní”, apuntó Netanyahu. El primer ministro israelí se las ha ingeniado para que la mayoría de las administraciones estadounidenses le respalden en su obsesión anti-iraní, a pesar de que los informes de Inteligencia apunten en otra dirección. La directora de Inteligencia Nacional nombrada por Trump, Tulsi Gabbard, aseguraba en marzo ante el Congreso de Estados Unidos que, según sus evaluaciones, “Irán no está construyendo un arma nuclear y el líder supremo Jameneí no ha autorizado el programa de armas nucleares que suspendió en 2003”. Afirmaciones despreciadas este mismo martes por el propio Trump cuando, a bordo del Air Force One, fue preguntado al respecto: “No me importa lo que ella dijo”, respondió a los periodistas. “Irán está muy cerca” de tener una bomba nuclear, afirmó. La inteligencia de EEUU había concluido antes de que Israel lanzara su ofensiva que Irán “no estaba buscando activamente [fabricar] un arma nuclear” y “estaba a hasta tres años de poder fabricarla y atacar un objetivo de su elección”, según cuatro personas familiarizadas con el asunto que hablaron con la cadena de televisión CNN bajo condición de anonimato. “Independientemente de cómo finalice la campaña actual, ya sea con un acuerdo formal o un alto el fuego informal entre Israel e Irán, Netanyahu debe prepararse para la posibilidad de una confrontación a largo plazo con Teherán”, señala a elDiario.es el analista y exoficial de la Inteligencia militar israelí, Raz Zimmt. “Esto va a implicar operaciones encubiertas, posiblemente coordinadas o apoyadas por Estados Unidos y esfuerzos sostenidos para impedir que Irán reconstruya su infraestructura nuclear y, sobre todo, que pueda utilizar lo que aún le quede”, sentencia el experto. Las próximas horas serán determinantes para conocer el destino del nuevo tablero regional: un Oriente Medio “diferente”, que Netanyahu y su Gobierno ultranacionalista anhelan configurar, o una región con otra potencia nuclear en ciernes en un mundo “donde casi todos los Estados con armas nucleares –entre los que se encuentra Israel– están expandiendo sus capacidades y donde se debilita el control de todo tipo de armas”, según reza el último informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz (SIPRI), con sede en Estocolmo.
eldiario
hace alrededor de 5 horas
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