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Trump mete mano en los museos para reescribir la historia

Trump mete mano en los museos para reescribir la historia
Las referencias a los dos procesos de destitución del presidente han desaparecido del Museo de Historia Americana meses después de aprobar una orden ejecutiva para revisar su contenidoEl equipo del vicepresidente de Trump hizo aumentar el caudal de un río para que hiciera piragüismo en sus vacaciones Los dos procesos de destitución [impeachment] a los que se enfrentó Donald Trump durante su primera presidencia nunca ocurrieron. Es lo que explica la exposición del Museo Nacional de Historia Americana, que asegura que “solo tres presidentes se han enfrentado a un proceso real de destitución”. Hace referencia a Bill Clinton y Andrew Johnson, así como al escándalo del Watergate que hizo caer a Richard Nixon, quien renunció al cargo antes de que se iniciara su juicio político. Desde julio, las menciones a Trump han desaparecido tras meses de presiones por parte de la Casa Blanca para interferir en el criterio museístico del Smithsonian Institute. La exposición 'La Presidencia Estadounidense: Una Carga Gloriosa' incluía desde 2021 una etiqueta temporal sobre los juicios políticos de Trump en 2019 y 2021. Sin embargo, la referencia fue eliminada sin ningún tipo de explicación o aviso el mes pasado. Una persona familiarizada con los planes de la exhibición explicó bajo anonimato al Washington Post que se eliminó el cartel como parte de la revisión de contenido a la cual accedió el Instituto Smithsonian después del enfrentamiento con la Casa Blanca por el despido del director de la Galería Nacional de Retratos y las presiones de recortar fondos. El complejo del Smithsonian está parcialmente financiado por el Gobierno federal. Después de que el Post publicara la noticia, el Smithsonian emitió un comunicado en el que explicaba que “una exposición futura y actualizada incluirá todos los impeachments” y que en “las próximas semanas” se restituirá el cartel. Por el momento, es como si se hubiera retrocedido a la versión del 2008. En la página online de la exposición aún se mencionan brevemente los juicios políticos de Trump, pero no se proporciona más información. Si se busca en la colección del museo de historia la palabra “impeachment”, aparecen 125 resultados para Johnson, Nixon y Clinton. A pesar de que Trump es el único presidente de la historia de Estados Unidos que ha vivido dos juicios políticos, el buscador solo arroja un resultado con el título “Impeach Trump”, que hace referencia a una protesta medioambiental en 2017. El primer impeachment que sufrió Trump en 2019 fue por abuso de poder y obstruir la acción del Congreso al intentar retener la ayuda militar para Ucrania y presionar para que se investigara a Joe Biden. Logró salir airoso gracias a que el Senado lo absolvió en 2020. Un año después, Trump volvió a enfrentarse a un proceso de impeachment por instigar el asalto al Capitolio durante el 6 de enero. Fue absuelto otra vez, después de dejar el cargo. Una obsesión por borrar la historia Una de las obsesiones de Trump desde que volvió a asumir el cargo el pasado 20 de enero ha sido reescribir la historia del país. El indulto general a los asaltantes del Capitolio fue una de las primeras medidas para blanquear uno de los episodios más oscuros del país, el cual el presidente recalificó como un “día de amor”. Esta cruzada ha continuado con la persecución a las universidades y con una orden ejecutiva firmada el pasado 27 de marzo. El documento, titulado “Restaurando la Verdad y la Cordura en la Historia Estadounidense”, instruía a eliminar la “ideología inapropiada, divisoria o antiamericana” de los museos del Instituto Smithsonian. Trump acusaba al complejo museístico, educativo y de investigación más grande del mundo de intentar reescribir la historia sobre temas relacionados con la raza y el género. Dos meses después de firmar la orden, Trump anunció que cesaba a la directora de la Galería Nacional de Retratos, Kim Sajet, sin citar ningún tipo de autoridad para hacerlo. “Es una persona altamente partidista y una firme defensora de las políticas de diversidad, equidad e inclusión, lo cual es totalmente inapropiado para su cargo. Su reemplazo será nombrado en breve”, escribía el presidente en un post en su red, Truth Social. Poco después, amenazó al Smithsonian con un recorte considerable en el presupuesto para el Museo Comunitario de Anacostia y para el futuro Museo Nacional Latinoamericano. El complejo museístico no ha sido el único objetivo de las presiones de Trump para meter mano en cómo se explica el pasado. El presidente también ha tomado el control del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, ha puesto en marcha cambios drásticos en el Fondo Nacional para las Artes y el Fondo Nacional para las Humanidades y ha impuesto recortes presupuestarios al Servicio de Parques Nacionales. En una de las webs del Servicio de Parques Nacionales se descubrió que habían desaparecido las referencias a Harriet Tubman, una figura histórica en la lucha contra el esclavismo, de la página sobre el ferrocarril subterráneo. En abril, el Gobierno de Trump sustituyó las páginas web sobre la COVID (como covid.gov) con una nueva interfaz donde defiende que el virus que causó la pandemia salió de un laboratorio de China. La página, titulada “Lab Leak, el auténtico origen del COVID”, también acusa al doctor Anthony Fauci, exdirector del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, de promover una “narrativa favorecida” según la cual el COVID se originó de forma natural.

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