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Comisiones, contratos y grabaciones: la corrupción de toda la vida en el caso Koldo

Comisiones, contratos y grabaciones: la corrupción de toda la vida en el caso Koldo
Las revelaciones de la Guardia Civil, del juez del Supremo y los audios grabados por Koldo García dibujan el cuadro habitual de las grandes causas de corrupción de la última década ahora vinculadas a dos pesos pesados del PSOEAudios - Los audios entre Koldo García y Santos Cerdán: “Necesito algo de dinero, jefe, se lo di todo a él” El caso Koldo que investigan a medias la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo se ha convertido en la primera gran causa de corrupción que afecta al Gobierno de Pedro Sánchez desde que llegó al poder en 2018. Una investigación que, a medida que trascienden informes, autos, grabaciones y mensajes, va sumando los ingredientes de las tramas habituales de corrupción de la vida pública: comisiones ilegales, adjudicaciones públicas de obras, grabaciones a escondidas y políticos imputados por usar su poder para, supuestamente, engrasar la maquinaria corrupta. José Luis Ábalos: “Como hemos mediado me va a caer algo. ¿Eso es lo que me quieres decir?” Koldo García: “Sí, exacto, te va a quedar medio [millón] al mes durante tres años” La conversación fue registrada por Koldo García en abril de 2019 sin que su interlocutor supiera que estaba siendo grabado. José Luis Ábalos no había cumplido aún 12 meses como ministro de Fomento, era secretario de organización del PSOE y faltaban pocos días para las primeras elecciones generales de las dos que hubo ese año. Político y asesor hablaban, entre bromas, de negocios y beneficios. De las adjudicaciones de obras en Sevilla y Logroño que, según la Guardia Civil, se otorgaron irregularmente para sacar mordidas. Otras grabaciones incorporan a Santos Cerdán, el segundo secretario de Organización del PSOE implicado en el escándalo y a quien los investigadores acusan de haber ejercido como intermediario para que ese dinero fluyera entre las empresas y los cargos públicos. “No quiero que hables de eso”, reprocha cuando Koldo García empieza a mencionar el dinero de origen inconfesable. El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) habla de una serie de obras en carreteras, ferrocarriles y el Puente del Centenario que sobrevuela el Guadalquivir en Sevilla cuyas adjudicaciones suman 637 millones de euros y de las que, supuestamente, salieron más de 600.000 euros en comisiones, algunos pendientes de cobro. Una fórmula que, lejos de ser inédita, es la más habitual en las grandes causas de corrupción investigadas y sentenciadas, muchas de ellas en firme, en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. Tramas corruptas como Gürtel o Púnica se edificaron sobre esos mismos cimientos. Empresarios como Francisco Correa o David Marjaliza que se asentaron en regiones o municipios donde gobernaba el Partido Popular para untar con mordidas a cargos públicos a cambio de conseguir adjudicaciones, grandes y pequeñas, o cobrar su parte por convertirse en intermediarios para otros empresarios. Koldo García: “¡He ayudado a todo el mundo!”. Santos Cerdán: “Pero se nos utiliza y luego algunos hablan. El mundo es muy hijo puta”. Las revelaciones que ya examina el magistrado Leopoldo Puente apuntan a la zona de confort de las tramas corruptas que hacen de las instituciones públicas su cortijo: cargos públicos que se corrompen a cambio de dinero o algún tipo de dádiva. El caso Koldo apunta a una particularidad. Mientras que en otros escándalos como la trama Gürtel de Arganda los jueces han declarado probado que los empresarios se convirtieron en un ayuntamiento paralelo para hacer y deshacer a su antojo, las grabaciones de esta nueva causa apuntan a que era Koldo García quien elegía obras, empresas y adjudicaciones para ir obteniendo comisiones y atendiendo sus necesidades económicas. No faltan tampoco los chivatazos. Uno de los grandes objetivos de las organizaciones criminales, se dediquen a la corrupción política o al tráfico de drogas, es tener información del otro lado del pinchazo telefónico. Saber si están siendo investigados o si, al menos, han hecho saltar alguna alarma en la Policía o la Guardia Civil. En la trama Púnica un guardia civil fue condenado por advertir a Francisco Granados que la Audiencia Nacional seguía sus pasos. En este caso Koldo, desde el estallido de las primeras detenciones hace un año, hay un guardia civil imputado bajo la acusación de dar un chivatazo y las grabaciones demuestran que Santos Cerdán sabía, o afirmaba saber, que alguien les seguía la pista. Koldo García: “Llevo un año detrás tuyo” Santos Cerdán: “Yo tengo... es que a mi me avisaron de que te iban a imputar por la Guardia Civil” Era diciembre de 2023 y todavía faltaban más de dos meses para que Koldo García fuera detenido por orden del juez Ismael Moreno. Pero para entonces la Fiscalía Anticorrupción ya había presentado su querella y la Audiencia Nacional llevaba semanas investigando bajo secreto a la trama. En las conversaciones, Koldo García da a entender que sabe que le están persiguiendo e incluso afirma haber hablado con mandos de la Guardia Civil. Grabaciones y favores personales Una de las herramientas más efectivas para investigar el crimen es poder escuchar en directo a los supuestos criminales pero los pinchazos telefónicos, autorización judicial mediante, no siempre llegan a tiempo para captar las pruebas clave. Otras veces son los propios implicados los que, con un teléfono o una grabadora camuflada, empiezan a grabar a sus socios a escondidas. A veces el objetivo es tener munición con la que protegerse, a veces pruebas para denunciar la corrupción desde dentro y buscar un trato favorable y a veces intentar ganar el relato ante la opinión pública. El resultado siempre es similar: las grabaciones, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, acaban trascendiendo y juegan un papel fundamental en el proceso judicial. La trama Gürtel se conoció gracias a que José Luis Peñas, entonces concejal del PP en Majadahonda, grabó durante horas y horas a Francisco Correa y sus compinches con el objetivo de ir a la Fiscalía y denunciar el entramado corrupto del que él mismo había formado parte y del que quería salir. Sin él, la Gürtel no se habría conocido. El archivo del excomisario José Manuel Villarejo es, a día de hoy, un glosario de la corrupción además de un arma arrojadiza y en ocasiones un elemento de extorsión. Ahora el entorno de Koldo García ha explicado a varios medios que los audios que la Guardia Civil encontró en uno de sus dispositivos no son los únicos que hay y existe una posibilidad de que nuevas grabaciones lleven las réplicas del terremoto hasta la puerta del Palacio de la Moncloa. No todo eran comisiones económicas en la operación Delorme. Las investigaciones hablan también de favores, de pagos en especie y la solución de problemas inmobiliarios a golpe de adjudicaciones y gestiones entre bambalinas. Un piso de lujo alquilado y un empleo para una pareja de José Luis Ábalos, puestos de trabajo en empresas públicas a personas de su entorno y, en definitiva, la influencia más allá del dinero contante y sonante. Koldo García: “Te iba a pedir un favor personal. Nicoleta. ¿Te acuerdas de la chica rumana? No solo hay que valer para follar. La pobre está en paro (...) Te lo pido a ti, que le consigamos un trabajo a ella en Valencia”. El favor personal es el condimento esencial de todas las tramas corruptas que, en un momento dado, tienen que tratar a diario con cargos públicos que, el día de mañana, pueden favorecerles. De Koldo García pidiendo empleo para una mujer hasta Víctor de Aldama pagando miles de euros al mes al exasesor de Ábalos cuando ya no estaba en el Ministerio pero por si acaso en el futuro podía hacer algo por él. La trama Gürtel de Francisco Correa demostró la importancia de saber dar atención personalizada a los amigos. El entramado llegó a pagar la fiesta de cumpleaños de los hijos de Ana Mato, posteriormente ministra con Mariano Rajoy pero entonces casada con el alcalde de Pozuelo de Alarcón, uno de los grandes aliados de los corruptos en Madrid esos años. Vacaciones, vuelos, viajes y hoteles. Organismos centrales y financiación ilegal La trama que gira en torno a José Luis Ábalos, Koldo García, Víctor de Aldama y ahora también Santos Cerdán cuenta con otra particularidad. En Gürtel, Púnica y Lezo –sota, caballo y rey de la corrupción española– los amaños, las irregularidades y las comisiones se ceñían al ámbito municipal o regional. Bastiones del PP como Majadahonda, Pozuelo, Arganda o Boadilla o la Comunidad de Madrid y la Generalitat Valenciana con la excepción de AENA, el gestor público aeroportuario. La trama del caso Koldo, todavía bajo instrucción, se ciñe exclusivamente a organismos centrales y el ámbito estatal. Las obras públicas bajo sospecha salieron, sobre todo, de la Dirección General de Carreteras y del gestor ferroviario ADIF, las dos bajo el paraguas del Ministerio que entonces controlaba Ábalos. “Hay que hacer una con Acciona, otra con Sacyr, me dice que tiene que darle una a Ferrovial...”, enumeraba Koldo García en una de estas conversaciones. Acciona era, supuestamente, su principal pagador de comisiones. Tras estallar el escándalo la empresa ha hecho público un comunicado en el que alega que nunca supo de estos manejos y que el empleado que se menciona ya no trabaja en la compañía. La ramificación de la operación Delorme que se investiga en el Tribunal Supremo tiene en la lista de imputados a dos personas que se han sentado a la diestra de Pedro Sánchez en la sede del PSOE en la calle Ferraz: secretarios de organización. Por el momento el juez no ha encontrado indicios que sí supusieron uno de los puntos más relevantes de casos como Gürtel: la financiación ilegal del Partido Popular. Varias sentencias firmes, entre ellas la que sacó a Mariano Rajoy de la Moncloa en 2018 a través de una moción de censura, han declarado probado que el partido se financió con cientos de miles de euros de la trama corrupta en municipios como Majadahonda o Pozuelo de Alarcón. Una relación “simbiótica” según los investigadores entre el PP y la Gürtel que llevó al partido a ser condenado como responsable a título lucrativo en un momento en que no existía un delito específico para la financiación ilegal. Está por ver si el caso Koldo da ese salto sin que, por el momento, los investigadores hayan apuntado a una financiación irregular del PSOE.
eldiario
hace alrededor de 20 horas
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