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El Gobierno intensifica los contactos con los socios para los Presupuestos

El Gobierno intensifica los contactos con los socios para los Presupuestos
Hacienda presentará "pronto" la senda de déficit, aunque su aprobación no es imprescindible para las cuentas públicas. En el Ejecutivo ven a Podemos y Junts los más reticentesEl Gobierno pide a Junts y a Podemos que dejen de cortocircuitar la mayoría parlamentaria que sostiene la legislatura El Gobierno se encamina a una tercera prórroga presupuestaria. El plazo que prevé la ley para la presentación de los Presupuestos Generales del Estado se ha vencido este 30 de septiembre y en el Ejecutivo aún fían para largo la negociación con los aliados de la coalición, aunque en la última semana ha ampliado los contactos para abordar el asunto. En todo caso, aún quedan algunas semanas, en el mejor escenario, para que la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presente el proyecto de cuentas públicas para 2026, al que se ha comprometido Pedro Sánchez, que ha desvinculado, eso sí, su éxito de la continuidad de la legislatura. El primer paso será la aprobación de la senda de déficit, que es el plan de los objetivos de déficit público, deuda pública y regla de gasto para los próximos años. La intención del Gobierno es aprobarlo en el Consejo de Ministros “pronto”. “No creo que tarde”, expresa un ministro. Otras fuentes gubernamentales hablan de “días”, aunque no se comprometen a una fecha concreta. Tampoco será el próximo martes porque primero tiene que pasar por el Consejo de Política Fiscal y Financiera que aún no se ha convocado. La propuesta establece el dinero que pueden gastar las administraciones en función del crecimiento económico, pero no es imprescindible que salga adelante para que puedan tramitarse los Presupuestos, es decir, que el Congreso puede tumbar la iniciativa sin que tenga efectos prácticos respecto al proyecto de cuentas públicas. De hecho, si no saliera adelante, las principales damnificadas serían las comunidades autónomas, que obtienen una mayor aportación de una senda más flexible. En todo caso, fuentes gubernamentales apuntan a que el techo de gasto, que es el límite de gasto no financiero al que pueden llegar las administraciones públicas, ya está fijado y trabajan con ese marco. La ronda empieza con el PNV El año pasado el Consejo de Ministros aprobó ese paquete en el mes de julio. En esta ocasión, Montero ha iniciado los contactos con los grupos parlamentarios en paralelo a los avances en la senda de déficit. Aunque la intención del Gobierno es que los socios apoyaran ambas iniciativas (senda de déficit y presupuestos), fuentes gubernamentales apuntan a que no es vinculante en el marco de la negociación. Con esos mimbres y tras recibir las propuestas de los ministerios, Montero inició con el PNV una ronda de contactos con los grupos la semana pasada y ha ampliado los contactos a la mayoría de socios de la coalición, según las fuentes consultadas, que apuntan, no obstante, a que se trata de conversaciones muy preliminares. “Cuando tienes un Congreso con complejidad, tienes que hablar y debatir con distintos grupos. Esto te lleva seguramente a tener que alargar un poco más los plazos. Esto lo pueden ver en los presupuestos autonómicos”, ha reconocido la portavoz, Pilar Alegría, este martes, cuando se cumplía el plazo establecido en la legislación para presentar los Presupuestos. “Es difícil sacar los Presupuestos”, admite un miembro del Gobierno, que se remite también a las dificultades de los gobiernos autonómicos del PP que dependen del apoyo de Vox, como Extremadura o Castilla y León. Con Podemos no hay contactos En el caso del Gobierno de Sánchez, reconocen que los principales escollos son Junts y Podemos. De la formación independentista dicen que en privado perciben el mismo rechazo que emiten dirigentes como Jordi Turull, que aseguró que no se sentarían a negociar “en base a una estafa”. No obstante, también ven división en la propia formación de Carles Puigdemont, al igual que un desconcierto interno sobre el rumbo estratégico a seguir en su relación con Sánchez por la competencia de la ultraderecha xenófoba de Aliança Catalana. Con Podemos no ha habido ningún contacto por el momento. Y es el otro partido al que en el Gobierno ven más complicado que apoye los Presupuestos. “Podemos está a priori negado a apoyar cualquier medida. Esperamos poder seducirlos con las partidas presupuestarias”, señalan fuentes gubernamentales. Y es que la pretensión de Sánchez es que los presupuestos sean de nuevo expansivos respecto al gasto social gracias al crecimiento económico y la buena marcha del empleo que está engrosando las arcas de la recaudación pública. El Gobierno ha pedido, además, a Junts y Podemos que dejen de cortocircuitar la mayoría parlamentaria que sostiene la legislatura ante sus desencuentros en materia de política migratoria. Son los dos grupos que ponen cada vez más difícil al Ejecutivo lograr la mayoría necesaria para sacar adelante las medidas. De hecho, una de las opciones que no descartan en Moncloa es negociar cuestiones como una regularización de migrantes con Podemos a cambio de su apoyo a la transferencia de la migración a Catalunya con ligeras modificaciones en la exposición de motivos de la propuesta de Junts, que para los de Ione Belarra tenía contenidos xenófobos. “Sería un quid pro quo”, señalan en Moncloa. Montero ha contactado con ERC, que pone como condición para sentarse el cumplimiento de los compromisos previos, como la financiación singular para Catalunya. La vicepresidenta tiene, además, problemas añadidos, ya que la negociación de los Presupuestos va en paralelo a la precampaña de las elecciones en Andalucía. El camino es, por tanto, muy empinado para un Sánchez que se ve fortalecido por su posición internacional respecto al genocidio en Gaza y que ya ha dejado claro que un fracaso en los Presupuestos no supondría un adelanto electoral.

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