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El PSOE respira tras la decisión de mantener a Ábalos en libertad y sostiene que "no hay datos nuevos" en la causa

Los socialistas, que esquivan el lío parlamentario que hubiera implicado la entrada en prisión del todavía diputado, creen que no existían motivos para esa medida y subrayan que la causa sigue sin arrojar conclusiones "más allá de los indicios"El juez mantiene a Ábalos en libertad tras acogerse a su derecho a no declarar en el Tribunal Supremo El PSOE respira aliviado. La decisión del juez del Supremo de mantener en libertad a José Luis Ábalos evita por ahora a los socialistas el desgaste de ver entrar en prisión a un segundo ex secretario de Organización y, de paso, le ahorra un enredo más en la conformación de su escuálida mayoría parlamentaria. Aunque la consigna oficial en el partido es desvincularse de los avatares del que fuera ministro de Transportes, todo el mundo coincide en las filas del Gobierno en que el encarcelamiento de Ábalos hubiera supuesto “más gasolina” para la oposición y que el auto de Leopoldo Puente de este miércoles ayuda a “redimensionar” una causa que ya mantiene a Santos Cerdán entre rejas desde el pasado mes de junio. Desde primera hora de la mañana se mostraban relativamente seguros en el Ejecutivo de que no existía mucho margen de maniobra para la prisión provisional del que fuera su compañero de filas. “Sinceramente, creo que la prisión preventiva a estas alturas no tendría ya mucho sentido”, comentaba en los pasillos del Congreso una de las personas más cercanas al presidente horas antes de conocerse el auto. “No sé si se dan alguno de los supuestos para encarcelar a alguien de manera preventiva después de tanto tiempo. El riesgo de fuga y la destrucción de pruebas no parecen tener cabida ya”, añadía. La noticia que llegó desde el Supremo poco después de las dos de la tarde ayudó a asentar una sensación de alivio contenido que existe entre las filas socialistas desde hace ya algunas semanas y que está basada en la falta de novedades de la investigación. “Aquí se empezó a hablar de millones y millones de euros y de un escándalo generalizado del que, de momento, no tenemos ningún sustento. Entiendo que hay sospechas sobre la base de indicios a los que no les quitamos ninguna gravedad, pero es que no hay datos nuevos que sustenten nada y la causa no parece hasta el momento a la altura de las expectativas de algunos”, apuntaba otro dirigente del partido tras conocer la decisión del juez. La entrada en prisión del exnúmero 2 de Ferraz hubiera supuesto, además, una complicación en el Congreso para la mayoría que sustenta al Gobierno. Algunos de sus socios parlamentarios ya echaban cuentas durante la mañana del miércoles para saber exactamente cómo podría encarecer el precio de los votos de algunos grupos, como Junts o Podemos, el hecho de que esa mayoría contara con un diputado menos a la hora de afrontar las votaciones más complicadas. Porque era seguro que si Ábalos era encarcelado y no entregaba su acta hubiera quedado suspendido su derecho a voto y también su sueldo como miembro de la Cámara Baja. Pero no estaba tan claro cómo quedaría conformado el Hemiciclo a partir de ahí. Fuentes de la presidencia del Congreso contaban con que debería haberse despejado con un informe de los letrados la duda de si las mayorías se hubieran visto alteradas. Es decir, si oficialmente hubiera pasado a estar compuesto por 349 diputados por la suspensión de Ábalos, o se hubiera mantenido en 350. Y la diferencia es sustancial para las votaciones más ajustadas en las que se necesita una mayoría absoluta de apoyos. Choque del juez con el Congreso En un movimiento sorprendente, el juez Leopoldo Puente entró a opinar de ese enredo parlamentario en su auto de libertad a Ábalos para llegar a recomendar incluso una reforma del reglamento. En su escrito aludió al “estupor” que produce, a su juicio, el hecho de que el exministro socialista siga siendo diputado y pidió abrir una “reflexión” al respecto. “Como coda final, este instructor no es ajeno al natural estupor que produce que una persona, frente a la que gravitan tan consistentes indicios de la eventual comisión de muy graves delitos (...) pueda mantenerse ejerciendo a la vez las altas funciones que corresponden a un miembro del Congreso”, escribió el magistrado, que señaló que es “un buen motivo para la reflexión”. Y por eso propuso “que pudiera articularse por ley algún mecanismo apto para impedirlo” antes de terminar por reconocer que “la modificación de las normas” no es “una competencia que corresponda a los miembros del Poder Judicial”. Desde la presidencia del Congreso de los Diputados no tardaron en responderle. “Nosotros creemos en la separación de poderes y en que el papel del poder judicial es cumplir las leyes, no opinar sobre ellas”, apuntaron fuentes del equipo de Francina Armengol, que además reprocharon que el magistrado no diese traslado inmediato a la Cámara Baja de una decisión que afecta a uno de sus miembros. “El reglamento del Congreso obliga al Supremo a comunicarle los autos y sentencias que se dicten que afecten a Ábalos y no nos ha comunicado nada. Quizá en vez de recomendar que cambiemos las leyes, sería mejor que cumplan las ya existentes. El Congreso está cumpliendo su reglamento vigente”, replicaron desde el Congreso. “Un Gobierno decente” En el cara a cara semanal de la sesión de control, el líder de la oposición volvió a la carga con su estrategia de intentar retratar a un Gobierno cercado por la corrupción. Y por eso no se limitó al caso del día, el de José Luis Ábalos, sino que extendió sus acusaciones a todo el entorno del presidente. “Con usted han prosperado Ábalos, Cerdán, Koldo y su familia, todos a su sombra. Y mientras en su círculo se hace en caja, en España hace cuentas los que sufren para llegar a fin de mes ven y ven correr en su entorno los billetes como en un prostíbulo. Su respuesta es otra subida de impuestos, porque los autónomos pagarán más. Ha convertido España en un país caro para el trabajador y barato para el sinvergüenza”, dijo Feijóo, que le preguntó a Pedro Sánchez si consideraba que era un presidente “decente” para el país. “Lo que no es decente son sus silencios”, le respondió el presidente, que atacó con los últimos casos que afectan a gobiernos autonómicos del PP. “Hemos visto a Ayuso decir que las mujeres se vayan a abortar fuera de la Comunidad de Madrid, ¿y usted qué ha dicho? Nada. Hemos escuchado al presidente de la Junta de Andalucía decir que los médicos no han informado sobre los cribados a las mujeres para no alarmarlas. ¿Y usted qué ha dicho? Nada. A Miguel Ángel Rodríguez decir que ha mentido en sede judicial y a su partido decir que mentir no es delito, ¿y usted qué dice? Nada. La pregunta que debemos hacernos es qué aporta usted a la política. Le aplauden para tapar con sus aplausos la nada de sus intervenciones”, zanjó. Este jueves será el turno de la declaración en sede judicial del exasesor de Ábalos, Koldo García. Aunque se trata de uno de los presuntos cabecillas de la trama corrupta que habría acampado a sus anchas en el Ministerio de Transportes, en el PSOE aseguran que se trata de un caso “muy diferente” al de su ex número dos desde el punto de vista de político. Y no temen, por tanto, que su situación judicial implique ningún desgaste añadido al Ejecutivo.
eldiario
hace alrededor de 6 horas
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