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Feijóo adelanta el congreso del PP a espaldas de su dirección para relanzar su proyecto político

Feijóo adelanta el congreso del PP a espaldas de su dirección para relanzar su proyecto político
El líder mantuvo en secreto casi total su decisión, tomada el pasado mes de marzo, incluso después de haberse filtrado a los medios: solo lo sabían Aznar y RajoyFeijóo convoca en julio un congreso para renovar la dirección y el proyecto “político” del PP Alberto Núñez Feijóo anunció este lunes ante su dirección y la mayoría de sus barones el adelanto del congreso nacional del PP a este mes de julio para “activar ya el contador del cambio”. Un “cambio” que él y todo su partido ya daban por seguro en 2023 y para el que le faltaron cuatro diputados. En mitad de la legislatura, dos años después del primer gran fiasco político del líder del PP, y poco más de tres desde que aterrizó en Madrid, Feijóo ve necesario “activar el partido”, “reforzar” su equipo“ y ofrecer a los españoles ”un proyecto ilusionante“. El jefe de la oposición tomó la decisión el pasado mes de marzo, según su equipo más próximo, y encargó buscar un lugar para celebrar el cónclave. La reserva del espacio se produjo el pasado 11 de marzo, pero no se lo comunicó a su dirección ni a los barones hasta este mismo lunes, explican fuentes autorizadas. Solo dos personas conocieron el secreto del presidente: José María Aznar y Mariano Rajoy. Feijóo “se lo comentó” a sus dos predecesores en el cargo a los que tiene en cuenta. Para el líder del PP, el mandato de Pablo Casado es como si no existiera. La prueba de que casi nadie estaba al tanto de las intenciones de Feijóo fue la reacción mayoritaria cuando, el jueves pasado, 'OkDiario' anticipó el anuncio que tenía previsto hacer este lunes. Distintas fuentes de la dirección nacional y de diferentes direcciones autonómicas mostraron su sorpresa ante un titular que algunos calificaron en privado como “fake”. Al despiste contribuyó también el equipo de Feijóo, que negó la veracidad de una información que este lunes se ha confirmado cierta. El viernes, el líder del PP viajó a Córdoba para celebrar el Día de Europa en un acto con el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, y la jefa de la delegación europea, Dolors Montserrat. Feijóo no hizo un solo comentario público al respecto. En privado insisten fuentes cercanas al presidente solo lo comentó con los citados Aznar y Rajoy. El XXI congreso del PP se celebrará así en Madrid los próximos 5 y 6 de julio. El lugar elegido: Ifema, un consorcio público-privado donde el control lo tienen el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y el Ayuntamiento de la capital. Precisamente Ayuso volvió a marcar este lunes el camino a su jefe de filas. Antes del anuncio oficial, la presidenta de Madrid protagonizó un acto informativo en el que fue preguntada por los periodistas sobre la conveniencia o no de convocar un congreso nacional del PP. “En el momento en el que hay runrún, conviene”, dijo. No se sabe si para entonces ya había hablado con Feijóo, que en ese momento no había dicho una palabra del asunto. Después llegaron las intervenciones de otros barones que asistieron este lunes al Comité Ejecutivo Nacional en el que Feijóo hizo el anuncio. Al acto acudieron presidentes como el ya citado Moreno, Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), María Guardiola (Extremadura), Jorge Azcón (Aragón) y Fernando López Miras (Murcia), además de Manuel Domínguez (vicepresidente canario). Sin mando en plaza, asistieron el castellanomanchego Paco Núñez, el navarro Javier García y el vasco Javier de Andrés. El resto excusaron su presencia. También la propia Ayuso, quien no asistió ni a la comida posterior con el resto de barones pese a que la sede de la Comunidad de Madrid está a unos cientos de metros de la sede nacional del PP. La presidenta se reunió con el ministro francés Manuel Valls. Aborto, eutanasia, gestación subrogada... y dudas sobre las primarias El congreso de julio será “extraordinario” por su convocatoria, como explicó Feijóo, pero “ordinario” en cuanto a contenido. El líder anunció “una ponencia política marco, que defina nuestras prioridades, y otra de estatutos, que defina nuestro funcionamiento interno”. El PP asumirá así un debate ideológico que Feijóo no ha querido abrir desde 2022 (y que tampoco planteó su predecesor en sus casi cuatro años de mandato). Sobre la mesa, algunos temas morales cruciales para la derecha, como el aborto, la eutanasia o la gestación subrogada. Sobre la interrupción voluntaria del embarazo Feijóo ya se pronunció después de que el Tribunal Constitucional diera luz verde a la ley de plazos. “El aborto es un derecho que tiene la mujer dentro de la ley, y no voy a cambiar de opinión”, dijo. Algo que, formalmente, su partido rechaza, ya que la última revisión ideológica, del congreso de 2017, recoge expresamente que “el aborto no es un derecho”. Este mismo lunes, preguntada por las cuestiones que se deben abordar en el cónclave, Ayuso apuntó que “los problemas verdaderos, la falta de niños, el problema de la gestión de la inmigración, son tan grandes todos ellos, que también forman parte del debate”. Y añadió: “No solo el aborto, que es fundamental y es un debate sobre el que nosotros siempre estamos, la eutanasia, porque además tenemos un proyecto claro que sabe lo que significa el papel de la vida. Somos un Gobierno y en el caso del PP, un proyecto político que defiende la libertad y la vida”. También sobre la gestación subrogada se ha pronunciado Feijóo sin el respaldo del congreso del partido. El PP se ha abierto a legalizar la “gestación subrogada” sin “interés mercantil”. Solo estas tres materias podrían provocar un cisma en un partido amplio de derechas como es el PP. Pero también habrá que abordar otras cuestiones como el nuevo rumbo internacional de EEUU, el cambio climático, la producción de energía o la explosión de la IA, entre muchos otros. En su discurso de este lunes, Feijóo mencionó de pasada a Vox (“se le ha caído el patriotismo porque han antepuesto una palmadita en la espalda de sus aliados extranjeros a los intereses de nuestro país”). Pero la relación con la extrema derecha será un elemento clave del congreso, tanto con respecto a alianzas nacionales e internacionales como ideológico. Si el rumbo ideológico que adoptará el PP no está del todo claro, en el partido nadie cuenta con que se postulen candidatos alternativos a Feijóo con opciones de ganar el doble proceso que recogen los actuales estatutos, aprobados también en 2017 bajo el mandato de Rajoy. El expresidente del Gobierno introdujo las primarias en el sistema de elección, algo de lo que se ha arrepentido profundamente con posterioridad porque no ganó su candidata, Soraya Sáenz de Santamaría, sino Casado. Feijóo tampoco es muy fan de un sistema que deja en el aire el control del aparato sobre las sucesiones en el PP, tal y como se vio en 2018. Sáenz de Santamaría y su archienemiga interna, María Dolores de Cospedal, protagonizaron la pelea pública. La que fuera vicepresidenta de Rajoy, que la apoyó, se hizo con la victoria en el voto directo entre militantes, pero el segundo fue Casado. En la segunda ronda, ya con voto de compromisarios, el madrileño se impuso. La más que probable ratificación de su liderazgo cerrará también cualquier hipotético debate sobre su futura candidatura a la Presidencia del Gobierno. Los estatutos marcan que el presidente del partido es el candidato. El adelanto del congreso unos meses sirve también para zanjar cualquier debate al respecto y cualquier tentación que pudiera haber de moverle la silla al gallego si las encuestas flojean según se acerque la cita electoral. Enigma Mazón El congreso nacional de julio abrirá la puerta a otros procesos de renovación autonómicos y provinciales. Algunos, como el catalán, pendientes desde hace años. Feijóo podrá así terminar de alinear lo orgánico del partido que se le ha resistido hasta ahora. En el PP son importantes las direcciones autonómicas, pero también, y mucho, las provinciales, que controlan terminales de poder muy importantes para la formación. Las dos primeras comunidades que deberán afrontar procesos congresuales son las primeras llamadas a convocar elecciones: Castilla y León y Andalucía. Mañueco no tiene ninguna esperanza de lograr presupuestos en 2025 ante el bloqueo de Vox, y debería convocar como muy tarde la cita con las urnas para el primer trimestre de 2026, lo que podría suponer problemas también para aprobar las cuentas de ese año si los equilibrios no cambian. En el PP nadie descarta que Mañueco convoque elecciones a la vuelta del verano, y Feijóo quiere que cualquier posible movimiento le pille a él ratificado. Porque, además, detrás llega la muy importante Andalucía, que también debe ir a comicios como tarde en junio del año que viene. Lo que no está claro es qué va a pasar con Carlos Mazón. El presidente de la Generalitat, acorralado por su gestión de la DANA que provocó al menos 228 muertos, sí tiene garantizado sacar los “presupuestos de la reconstrucción” con Vox. Paradójicamente, ese puede ser su final: con cuentas aprobadas, Feijóo podría apretar el botón de su destitución. Los movimientos en el PP autonómico ya han comenzado, aunque la alternativa no es la que quiere Feijóo: Francisco Camps. Así lo apuntaba este lunes 'El Periódico de Catalunya'. La idea sería llegar al congreso de julio con Mazón dimitido (puede echarle del partido, no de la Generalitat), lo que permitiría a Feijóo presentar la 'pieza' ante propios y ajenos. Pero para ello depende de Vox y sus votos. Si fracasa en su plan, no tendrá más remedio que sentar al 'president' en la mesa grande del cónclave de julio. Una imagen que nadie quiere en Génova.
eldiario
hace alrededor de 6 horas
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