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Feijóo amaga con la moción de censura en el peor momento de su relación con Junts y PNV

Ninguno de los socios parlamentarios del Gobierno se toma en serio la llamada del líder del PP, que llega en la misma semana en la que su partido maniobró en la UE para frenar la oficialidad de catalán, euskera y gallegoFeijóo vuelve a pedir apoyos para una moción de censura y convoca una manifestación contra Sánchez Solo unas horas después de maniobrar con el grupo de los populares europeos para frustrar la oficialidad del catalán y el euskera en Europa, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, invitó este jueves a los socios del Gobierno a apoyar una moción de censura contra Pedro Sánchez. Nadie se la tomó en serio. Quienes están más cerca del presidente del PP sostienen que fue una oferta retórica, que el líder de la oposición no tiene en mente registrar una moción de censura en el Parlamento que sabe que va a perder. El relato de Feijóo y del PP, que cada mañana anuncia el apocalipsis –en los últimos días dirigentes populares han llamado organización criminal, mafia y dictadura al Gobierno– obligaría a adoptar una medida excepcional que, puertas adentro, nadie entre los populares se plantea.  En el cuartel general de Génova 13 no solo saben que no dan los números –necesitarían 176 votos en el Congreso para desalojar a Sánchez–, también asumen que sus relaciones con Junts y el PNV están en el peor momento posible.  “Debe de ser un bromista este señor. ¿Quiere nuestro apoyo para ir aún más en contra de la lengua catalana cómo han reconocido que han hecho estos días? Esto es no dar pie con bola”. Con este mensaje tan contundente respondió el secretario general de Junts al ofrecimiento de Feijóo. El lenguaje era pretendidamente despectivo, igual que el que le dedicó Carles Puigdemont un día antes, para reflejar el extremo malestar de Junts. La participación personal de Alberto Núñez Feijóo en las maniobras para evitar que el catalán alcance la oficialidad en Europa ha vuelto a helar las relaciones entre Junts y el PP. Así lo reconoce al menos una fuente de la dirección del partido, que considera que si bien Junts no debe sumarse a bloques permanentes, esta semana se ha demostrado que con el PSOE pueden llegar a acuerdos para beneficio de Catalunya mientras el PP ha decidido “instalarse en el anticatalanismo”. Nunca en los últimos dos años la dirección de Junts ha tenido la tentación de sumarse a una moción de censura de la mano de Feijóo, hasta el punto que el secretario general, Jordi Turull, lo ha descartado categóricamente siempre que se le ha preguntado por ello. Pero en los últimos meses, cuando el malestar hacia el PSOE crecía, la formación independentista ha jugado con la posibilidad de un estrechamiento de relaciones con el PP, lo que se ha traducido en coincidencia e incluso apoyo mutuo en algunas votaciones en el Congreso. Pero esos acercamientos son difíciles, explican en Junts, con un PP que se ha activado para obstaculizar tanto como fuera posible uno de los objetivos de la legislatura del partido independentista. “Nos lo pone muy difícil a quienes consideramos que tenemos que ser capaces de hablar con todos”, resumía una fuente del partido. “Hoy un pacto como el del Majestic no sería posible”, remachó el propio Turull en una entrevista con Rac1 el miércoles, cuando dejó claro que Junts no podría entenderse con un PP como el que había tratado de activar las cancillerías europeas contra el catalán. En cambio, con el PSOE habían trabajado coordinados y estaban en un momento de satisfacción por el trabajo diplomático realizado, reconoció el secretario general. Los puentes rotos con el PNV Con los nacionalistas vascos, todos los puentes llevan rotos mucho tiempo. De hecho, esta misma semana el líder del PNV, Aitor Esteban, denunciaba que el PP de Feijóo “se está distinguiendo por embestir contra el PNV una y otra vez sin provocación alguna y se está equivocando”. La mala relación se ha escenificado prácticamente en cada sesión parlamentaria, tanto en Madrid como en Vitoria. A principios de año el PP llegó incluso a amenazar al PNV con denunciarlo por “financiación irregular” a costa de la polémica que generó que el Gobierno incluyera en un real decreto la devolución a los nacionalistas vascos de un palacio en París que le fue incautado al partido vasco por el nazismo y del que después se apropió el régimen franquista. Aunque el PP, en sus múltiples negociaciones previas con el PNV, también ofreció la mencionada cesión, argumentó que esa era la razón por la que votó en contra de la convalidación de un texto que incluía, entre otras medidas, la revalorización de las pensiones. Aún cuando era portavoz parlamentario, Aitor Esteban tildó a los miembros del PP de “neofascistas”. Y Feijóo cataloga al PNV como un “satélite más” del PSOE. Un partido que, según suele afirmar, está “sometido al sanchismo”. El líder del PP ha llegado a plantear que cuando los nacionalistas vascos “vuelvan a tener criterio” regresarán al entendimiento con la derecha española. Y si con el nacionalismo de derechas no hay diálogo posible, con el resto de socios del Gobierno de coalición –EH Bildu, ERC, Podemos y BNG– la guerra es abierta. “Quiere moción de censura porque la derecha ya manda aunque no gobierne”, ironizó este jueves Irene Montero, en X. “Guerra sucia desde el poder judicial y mediático y Sánchez gobernando como el PP: rearme, apoyo a Israel, regalos a rentistas, recortes en políticas feministas. A la derecha se le para con más derechos”. “Feijóo está envalentonado y defiende una moción de censura porque las políticas que está haciendo Sánchez –rearme, colaboración con el genocidio, apoyo a la especulación– podría hacerlas él perfectamente y se ve ya presidente. Hay que bajarle los humos con política de izquierdas”, añadía, en la misma red social, la líder de Podemos, Ione Belarra. En definitiva, ninguno de los socios parlamentarios del Gobierno se toma en serio la llamada de este jueves de Feijóo de apoyar una moción de censura. En el caso del PNV, uno de los grupos en los que el PP también se ha apoyado históricamente para gobernar antes de su acercamiento a la extrema derecha, aseguran no sentirse ni siquiera interpelados. “Hace solo dos días el PP estaba maniobrando en Europa para evitar la oficialidad del euskera, está intentando promover que haya un cambio legislativo para evitar que un partido como el PNV tenga representación en las instituciones europeas, esta misma semana en el Senado se han vuelto a oponer a la restitución de un bien que pertenece al PNV como es el edificio de la avenida Marceau de París, han interpuesto varios recursos en el TC en contra de los acuerdos para los traspasos de competencias… La lista de agravios es larga. Así que no parece que en el PP estén buscando que el PNV les acompañe en nada”, señalan fuentes de los nacionalistas vascos. En la misma línea se expresan desde EH Bildu, otro de los partidos que sustentan parlamentariamente al Gobierno de Pedro Sánchez. Los independentistas vascos creen que existe “una operación de acoso y derribo para echar por tierra la legislatura”. Y que por eso ni se paran a valorar la hipótesis de apoyar al PP en nada. “No perdemos el tiempo en hacerle el caldo gordo a la derecha española. No tienen ningún tipo de credibilidad; es la enésima vez que piden la dimisión de Sánchez”, apuntan. Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, se expresó en términos similares desde X: “Feijóo pide el apoyo a una moción de censura a partidos que su principal socio de gobierno ilegalizaría, prometiendo gestión mientras sostiene a Mazón y para salvar a los medios de comunicación en una rueda de prensa con preguntas vetadas a los medios de comunicación. Como resumen de la cosa”. Sumar habla de Feijóo como un líder “desnortado” Desde Sumar, el socio minoritario del Gobierno de coalición, la vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, consideró este jueves “inaudito” que Feijóo llame a presentar una moción de censura por considerarlo un líder “insolvente” y “desnortado” que “abraza las políticas del odio”. Según dijo Díaz desde Bilbao, el líder del PP “no tiene un proyecto de país” y se encuentra “del lado absoluto de las políticas del odio”, informa Europa Press. En palabras de Díaz, el PP “es profundamente insolvente” y ahora Feijóo “no le dice a su partido” que presente una moción de censura contra Pedro Sánchez, sino que emplaza a sus socios. “Si usted quiere presentar una moción de censura, preséntela, señor Feijóo, pero que le haga un llamamiento a sus socios para que sean ellos los que la presenten, le van a decir que es cuando menos inaudito”, ha señalado. Descartada la moción de censura, la organización de una nueva manifestación contra el Gobierno, la quinta que convoca en esta legislatura sin contar las de asociaciones ultra a las que también asiste, busca mantener la tensión en la calle al calor de las causas judiciales abiertas contra el entorno de Sánchez y otros presuntos escándalos que los conservadores y su prensa de referencia agitan cada mañana. Y todo a sabiendas de que si Sánchez cumple su compromiso de agotar el mandato, faltarían dos años hasta las elecciones. Ese es el reto del PP, estirar la movilización de su electorado hasta 2027.  Incluso José María Aznar, uno de los mayores detractores de este Gobierno y de la izquierda, avisó este jueves de que la moción de censura no es una opción.

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