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Un caso de corrupción de verdad en las entrañas del PSOE y el riesgo de dos años de gobierno zombi

Un caso de corrupción de verdad en las entrañas del PSOE y el riesgo de dos años de gobierno zombi
Lo que se ha conocido en las últimas horas es muy grave. El Gobierno solo podrá sobrevivir si es capaz de dar un impulso a la legislatura con políticas que mejoren la vida de la genteSánchez, sobre Santos Cerdán: “Pido perdón, no debimos confiar en él” El PSOE llegó al Gobierno para acabar con la corrupción, prometió regeneración democrática tras una retahíla de casos imposible de memorizar: todas las ramas de Gürtel, Púnica, Rato, Lezo, Brugal, con Mariano Rajoy en la lista de sobresueldos del partido, con una sede pagada en B. El propio José Luis Ábalos leyó el discurso de la moción de censura. Desalojar al PP del poder exigió el concurso de otros nueve partidos en una situación excepcional. Fue un acuerdo de mínimos para regenerar un país donde la corrupción era el segundo problema para los ciudadanos (18,7%) por detrás del paro (35,2%). Los datos son del CIS de abril de 2018, el último sondeo antes de la moción de censura. Hoy el mismo problema ocupa el puesto 13º en la lista de preocupaciones ciudadanas. Todo eso es lo que han traicionado los dirigentes socialistas que aparecen en grabaciones pactando mordidas a cambio de supuestos amaños de obra pública. Los dos últimos secretarios de Organización del PSOE están implicados en un caso de corrupción muy grave. Cierto que la campaña de acoso y derribo al Gobierno de la derecha mediática y política y sus presuntos escándalos semanales, mezcla de medias verdades, bulos e invenciones varias, hace muy difícil distinguir el trigo de la paja. Pero entre el barullo de informaciones, lo que se ha conocido en las últimas horas es muy grave. La primera en rodar ha sido la cabeza del número 3 del PSOE, Santos Cerdán, el mismo que había ido a casa de José Luis Ábalos a pedirle que abandonase el escaño por encargo de la dirección. Los dos últimos secretarios de Organización del PSOE caídos y la pregunta es si será suficiente. Permanece además la duda de si esos cientos de miles de euros iban a parar a las cuentas de unos aprovechados –en el sumario no hay evidencias de que Santos Cerdán se lucrara con las prácticas que se describen en las conversaciones en que él mismo participaba– o si estamos ante otro caso de financiación ilegal de los partidos. No parece que una auditoría externa vaya a resolver las cosas: las comisiones ilegales no suelen figurar en los libros contables que se entregan a los auditores. Es urgente que el PSOE garantice que esos fondos no acabaron de alguna forma en el partido. Pedro Sánchez compareció para pedir perdón varias veces a la ciudadanía en general y a quienes apoyaron varias veces en las urnas un gobierno progresista, el más longevo de Europa. Faltó también una disculpa a los socios de coalición que hicieron posible estos últimos siete años de giro a la izquierda y los récords de empleo y crecimiento económico. El escándalo deja malherida a la coalición cuando falta la mitad de la legislatura con el riesgo de convertirse en un Gobierno zombi al albur de las noticias que lleguen del Tribunal Supremo, donde este caso seguirá su curso. A diferencia de otros magistrados y jueces, que han rozado la prevaricación en sus guerras contra el Gobierno, Leopoldo Puente ha seguido una instrucción rigurosa sin saltos al vacío y al caso, según las fuentes consultadas, le queda todavía mucho recorrido. El Gobierno solo podrá sobrevivir si es capaz de dar un impulso a la legislatura con políticas que mejoren la vida de la gente. Y esa labor no compete solo al PSOE, ni siquiera al Gobierno, debe involucrar también a los socios de la coalición. Sin presupuestos, ya se ha visto, es imposible sacar medidas adelante en materia de vivienda y políticas sociales para combatir la desigualdad. Las llamadas a evitar la llegada de la extrema derecha al poder no van a ser suficientes en un momento en que los ultras están en los gobiernos de media Europa. En este contexto, PNV y sobre todo Junts, deberían evaluar si contribuyen a sacar medidas que mejoren la vida de la gente o arriesgarse a lo que pueda depararles la presencia de Vox en el Consejo de Ministros o como socio principal de un Gobierno, en un momento en que el Partido Popular considera una afrenta hablar euskera o catalán en las instituciones. Lo mismo se puede aplicar a quienes desde la izquierda puedan tener la tentación de hacer caer la coalición para reinar sobre sus ruinas mientras la derecha y la extrema derecha se hacen con el poder. La factura la acabarán pagando las clases trabajadoras, como ya sucede con los Gobiernos autonómicos salidos de las urnas en 2023. Su manual de resiliencia ha demostrado que Pedro Sánchez tiene varias vidas. La posibilidad de que sobrevivan él y su Gobierno pasa por que la sociedad recupere la confianza en su proyecto político. Algo que solo se puede conseguir haciendo limpieza y llevando al Consejo de Ministros medidas que mejoren la vida de la gente. Lo contrario será una lenta agonía hasta 2027.
eldiario
hace alrededor de 19 horas
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