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¿Es saludable comerme un helado todos y cada uno de los días del verano? La ciencia ya tiene una respuesta

¿Es saludable comerme un helado todos y cada uno de los días del verano? La ciencia ya tiene una respuesta
En una dieta equilibrada y variada no es difícil encontrar un hueco para el capricho ocasional, un postre dulce o un snack de vez en cuando. Ahora bien, encontrar el equilibrio no siempre es fácil, más aún cuando a menudo recibimos noticias que nos señalan que alimentos como el helado son saludables, algo que parece contradecir nuestras ideas más básicas sobre nutrición. Entonces, ¿es esto cierto? ¿Cada cuánto puedo comerme un helado? En primer lugar, la mala noticia: no, comer helado no es especialmente saludable. Igual que con el consumo de ciertas bebidas alcohólicas como el vino, el hecho de que algún estudio encuentre propiedades positivas en alguno de sus conponentes, no implica necesariamente que un alimento vaya a ser saludable. Aquí es importante atender a varias cuestiones cuestiones. La primera es que puedan existir otros componentes que anulen el efecto positivo detectado. En el ejemplo del vino, su contenido en alcohol tiende a contrarrestar el impacto de compuestos como los polifenoles. Una pregunta clave que hacernos aquí es si podemos obtener los compuestos beneficiosos de una fuente que no contenga los compuestos nocivos. También es relevante atender a qué aspecto de la salud se refiere cierto estudio. Los análisis pueden realizarse enfocados en un aspecto concreto de la salud, como la incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer. Es por tanto importante comprender que lo que puede ser bueno para un aspecto de nuestra salud puede no serlo tanto para otro. En Xataka Si la pregunta es cómo aumentar la ingesta de proteínas cada mañana, la respuesta es "proffee": echándola en el café Interpretar los resultados de un estudio es importante, pero a veces la metodología también nos puede dar pistas importantes a la hora de realizar esta interpretación. Un ejemplo lo tenemos en un artículo para The Conversation escrito por Duane Mellor, experto en medicina y nutrición de la Aston University de Birmingham. Aunque es un resultado interesante, hay que tener en cuenta algunos factores, el primero, el hecho de que los helados representan un pequeño elemento de la dieta y que a veces otras variables pueden jugarnos una mala pasada. Mellor pone su atención en una tesis doctoral publicada en 2018 y enfocada en los efectos cardiometabólicos de los productos lácteos. La tesis, indica el experto, incluía un estudio en el que se observaba que, entre la población de estudio (compuesta por personas con diabetes tipo 2), aquellos que consumían helado no más de dos veces a la semana mostraban un riesgo un 12% menor de padecer enfermedades cardiovasculares, en comparación con los que no consumían este dulce. Aunque es un resultado interesante, hay que tener en cuenta algunos factores, el primero, el hecho de que los helados representan un pequeño elemento de la dieta y que a veces otras variables pueden jugarnos una mala pasada. En Xataka Los helados se van a poner muy caros este verano. Hay dos extraños culpables: el aceite de coco y el diésel de Filipinas “Es importante notar que este lazo entre helado y enfermedad cardiaca solo se hace aparente cuando se tienen en cuenta otros aspectos de la salud de las personas, incluyendo cómo de saludablemente comían”, explica Mellor en su artículo. “Esto sugiere que comer una dieta generalmente sana es posiblemente más importante a la hora de reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en personas con diabetes tipo 2, comparado con comer helado.” Establecer relaciones causales en estudios observacionales como este resulta difícil y Mellor nos da un ejemplo del por qué. Una persona con problemas previos al estudio puede decidir dejar de consumir helado para mejorar su dieta. Esto implica que esta persona será vista a efectos del estudio como una persona con un peor nivel de salud pese a llevar una vida aparentemente más saludable. Si existe una tendencia marcada, es decir, si existen numerosos casos así, los resultados del estudio pueden presentar sesgos. Práctica y teoría Los helados suelen ser alimentos calóricos altos en azúcar y en grasa. Esto, como señalamos al comienzo, puede encajar perfectamente en una dieta equilibrada, pero es no quiere decir que un alimento sea saludable. El consumo de azúcar se ha vinculado con muy diversos problemas que abarcan desde la salud bucodental a un mayor riesgo de padecer cáncer, pasando también por la diabetes. Las grasas y exceso de calorías también pueden facilitar la aparición de sobrepeso u obesidad. Si bien esto no es un problema de salud en sí mismo, sí es un factor de riesgo en la aparición de enfermedades y trastornos, entre ellos enfermedades cardiovasculares. Existen también estudios que apuntan en esta dirección, algunos de ellos citados por Mellor en su pieza. Un estudio realizado por un equipo italiano de investigadores y publicado en 2019 en la revista Nutrients, detectó que un mayor consumo de helado se vinculaba con la aparición enfermedad de hígado graso no alcohólica, algo que no es exclusivo de este alimento, pero que también debemos tener en cuenta a la hora de tomar nuestras decisiones nutricionales. Explicábamos antes que algo que debemos tener en cuenta es si podemos encontrar alternativas más sanas. Parte de los beneficios que nos puede aportar un helado vienen de la leche, gracias a elementos como el calcio o los probióticos. Es decir, el yogur no azucarado (o menos azucarado), el queso, o la leche pueden aportarnos algunos de estos nutrientes, conviriténdolos en alternativas que quizás puedan encajar más en una dieta diaria. Entonces, ¿cada cuánto puedo comerme un helado? No hay una respuesta clara, depende de factores como el tipo de helado que estemos consumiendo (los nutrientes que aporta cada tipo de helado pueden variar) y el tamaño de la ración, de nuestra dieta y de infinidad de factores como nuestro peso o nuestro estado de salud. Si quisiéramos consumir helado todos los días deberíamos asegurarnos primero de tener una dieta variada (y unos hábitos de vida saludables), consumir cantidades reducidas y eliminar otras fuentes de azúcares añadidos. Y aún así nada nos garantiza que esto no pueda derivar en otros problemas como la enfermedad del hígado graso antes mencionada. En Xataka | Llevamos más de 75 años estudiando unos compuestos del chocolate y del té. Ahora sabemos que ayudan a controlar la presión sanguínea Imagen | Lukas - La noticia ¿Es saludable comerme un helado todos y cada uno de los días del verano? La ciencia ya tiene una respuesta fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .
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hace alrededor de 6 horas
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