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BYD Dolphin Surf, el nuevo rey de la ciudad

El eléctrico más vendido en España en octubre no lo es por casualidad. Es ideal para el tráfico urbano, gasta muy poco y se ofrece a un precio de lo más atractivo Este cochecito amarillo que ves en las imágenes ha sido el modelo eléctrico más vendido en nuestro país durante el mes de octubre. En el texto que sigue pretendemos explicar las razones de ese hito, que no es flor de un día, más allá de consideraciones que nunca se pueden ignorar, como la estética y un precio en este caso muy competitivo. La primera cualidad del BYD Dolphin Surf no es otra que sus dimensiones reducidas. Con 3,99 metros de longitud y 308 litros de maletero, el eléctrico chino forma parte de una nueva hornada de coches utilitarios y urbanos movidos por baterías cuya sola existencia representa, a nuestro juicio, la mejor noticia que ha vivido el sector del automóvil en tiempos recientes, después de años en los que solo salían al mercado eléctricos enormes y muy pesados. Hablamos de una generación de vehículos entre los que se cuentan el Renault 5 E-Tech, el Hyundai Inster y el Dacia Spring, por mencionar solo los que nos parecen más destacados. Después de probar el Dolphin Surf, no nos cabe duda de que también merece figurar en esta lista de escogidos. Tres cuartas trasero del utilitario eléctrico de BYD. Para empezar, el modelo de BYD, homologado solo para cuatro pasajeros, dispone de unas plazas traseras notablemente amplias para dos personas, como razonable es el tamaño del maletero teniendo en cuenta sus dimensiones generales. Ambas cotas cumplen más que de sobra para el uso cotidiano y urbano al que se dedicará un coche como este. Aunque la marca no comunica su peso total, está claro que se trata de un vehículo ligero, y ello tiene una larga serie de ventajas. La primera es un consumo de energía muy contenido. Es cierto que el promedio ronda los 16 kWh/100 km, una cifra alta que se explica porque la prueba de homologación incluye tanto tramos urbanos como de carretera, pero en ciudad -repetimos, el terreno idóneo para este coche- es fácil moverse a diario entre los 10 y los 12 kWh/100 km. Con estos registros, la autonomía que otorga una carga del Dolphin Surf supera los 300 kilómetros, con lo que no será complicado pasarse una semana sin enchufarlo a la red. Esto lo hace idóneo para usuarios que tal vez no disponen de un punto de carga en su domicilio, pero sí pueden tener acceso a él en la oficina o en alguna instalación pública. Las plazas traseras, de piso plano, son amplias, pero solo para dos pasajeros. Hemos probado la versión del Surf equipada con batería LFP de 43,2 kWh, la cual puede alimentar un motor eléctrico de 88 caballos o bien uno de 156 CV. El primero está asociado al acabado Boost y el segundo al Comfort, el más completo de los tres disponibles. La versión más asequible del coche se denomina Active y dispone del motor de 88 CV vinculado a una batería más pequeña, de 30 kWh, con autonomía para unos 220 kilómetros.  Creemos que esta última variante puede bastar para aquellas personas que hagan menos desplazamientos y/o tengan mayor facilidad para recargar. En cuanto a las otras dos, la de motor más pequeño cumple igualmente en los trayectos cotidianos y la más potente seguramente resulte más recomendable para quien se mueva más por cincunvalaciones y autovías y menos por el centro de las ciudades. La batería de 43 kWh soporta 11 kW en corriente alterna y 85 kW en continua. La recarga completa en el primer caso lleva cinco horas, y para el paso del 10 al 80% en un punto de alta potencia se precisan 30 minutos. Salpicadero del BYD Dolphin Surf en versión Comfort. Aspectos bien resueltos A pesar de su precio, que luego detallaremos, el Dolphin Surf no transmite la impresión de ser un coche low cost. Los materiales del interior y sus ajustes son más que correctos, y solo afean un poco el conjunto detalles como la pobre apariencia que ofrecen los respaldos de los asientos traseros cuando abrimos el maletero o los cables que cuelgan en la parte inferior, y oculta a la vista, del salpicadero. BYD ha optado aquí por proporcionar al conductor una pequeña batería de botones físicos con los que manejar funciones básicas del coche, desde el cambio de marchas hasta la selección entre los tres modos de conducción posibles, al que se suma en la versión Comfort que hemos conducido un cuarto específico para circular fuera del asfalto (lo que tampoco tiene excesivo sentido, todo sea dicho). Los respaldos de los asientos traseros tienen un aspecto descuidado. Se nota que la firma china toma nota de los comentarios de clientes y especialistas en lo que a funcionamiento y notificación de las ayudas a la conducción se refiere. La ingeniosa solución que propone en el Dolphin Surf es que los mandos del audio sirvan para bajar o subir tanto el volumen de la música o la radio como el de los avisos de aquellos sistemas, a menudo muy molestos. Esta operación puede realizarse desde la ruleta situada junto a los botones a los que antes hacíamos referencia y también desde los mandos correspondientes del volante. De cualquier forma, no está de más avisar al lector de que, al reducir el volumen de las alertas, también bajamos en este caso el de los sensores de aparcamiento, por ejemplo, de modo que conviene no confiarse a la hora de estacionar. Desde un mando en el volante se regula el volumen tanto del audio como de los avisos de las ADAS. BYD pone a la venta su urbano eléctrico a partir de 18.780 euros con motor de 88 CV y batería de 30 kWh. La versión intermedia -motor de 88 CV y batería de 43 kWh- cuesta 22.780 euros y la top de gama sale por 25.280, precios todos antes de eventuales ayudas, de manera que quien obtenga los incentivos completos del Moves y del CAE podría disfrutar del Dolphin Surf más básico por menos de 11.000 euros. No es necesario subrayar lo atractiva que resulta esta cifra a la vista de las alturas a que ha escalado del precio de los coches -y más los eléctricos- en los últimos años, así como lo que puede ayudar al Surf a seguir siendo uno de los modelos más demandados de su segmento en los próximos tiempos.  Si el comprador se inclina por la variante Comfort, le sería accesible, después de ayudas, por 17.330 euros que incluyen un nivel de equipamiento que a menudo no ofrecen de serie vehículos de dos y hasta tres veces su precio. Entre otros elementos: asientos delanteros eléctricos y con calefacción, carga bidireccional V2L, cámara de visión trasera y 360º, acceso y arranque sin llave, navegador, cargador inalámbrico para móvil y pantalla central de 10,1 pulgadas rotatoria, como es característico de BYD. Salvo error por nuestra parte, el único detalle que se echa de menos es la información sobre la temperatura fuera del vehículo, que es muy conveniente conocer especialmente en estas fechas en que, dependiendo de dónde se viva, es posible encontrar hielo en la calzada. También se agradecerían puntos de luz en las plazas traseras, el maletero y el interior de la guantera.
eldiario
hace alrededor de 1 mes
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