cupure logo
queconunalosdellasporactorañospara

Jude Law se convierte en Putin para contar cómo la política se ha convertido en algo “aterrador”

Jude Law se convierte en Putin para contar cómo la política se ha convertido en algo “aterrador”
El actor se mete en la piel del político ruso en 'El mago del Kremlin', filme de Olivier Assayas sobre su ascenso al poder y los asesores en la sombra que cambiaron la política mundialTodo sobre el Festival de Venecia - Guillermo del Toro cumple su sueño con ‘Frankenstein’: “Me da miedo la estupidez humana, no la inteligencia artificial” En abril de 2022, la prensa cultural francesa se sorprende con la publicación del libro El mago del Kremlin, de Giuliano da Empoli. Llega solo dos meses después de que Rusia haya invadido Ucrania y cuenta, como si hubiera predicho el presente, la serie de decisiones políticas tomadas por Putin y su equipo hasta llegar a una guerra que se alarga hasta la actualidad. El libro —que fue finalista del premio Goncourt— se había escrito mucho antes, pero había sabido radiografiar los movimientos del gobierno ruso para entender hacia dónde se dirigía. Lo hacía planteando un personaje ficticio, Vadim Baranov, el mago que da nombre al libro y principal ideólogo en la sombra que convirtió a Vladímir Putin en el líder dictatorial inflado de poder y anclado a su sillón. Muchos quisieron ver en ese personaje ficticio al asesor y empresario Vladislav Surkov, ya que fue él quien creo el concepto de democracia soberana, clave en la política rusa reciente y en la trama del libro. Hacer una adaptación de un libro así era complicado. No solo por su trama cargada de geopolítica, sino por una cuestión fundamental, ¿quién daría vida a Putin? No es un rostro cualquiera, es uno de los villanos recientes más populares y presentes en los medios. Uno, además, muy pegado al momento actual, por lo que la distancia del tiempo, clave muchas veces para afrontar un papel así, no jugaba en favor de aquel que decidiera hacerlo. Paul Dano es 'El mago del Kremlin' Sin embargo, el director Olivier Assayas —director de películas como Irma Vep, pero también de thrillers políticos como Carlos o La red avispa— decidió adaptar el libro de su amigo Giuliano da Empoli, y para ello recurrió a, nada más y nada menos, Emmanuel Carrère, que había afrontado la historia reciente del país en su obra Limonov. Ya solo quedaba encontrar al Putin. El nombre elegido sorprendió al ser anunciado, pero al ver su caracterización y su interpretación, nadie puede dudar de que acertaron. Jude Law se ha transformado en Putin en un papel jugoso que le convierte, además, en lo mejor del filme. Law recibió la ovación de la sala de prensa del Festival de Venecia, donde se ha estrenado el filme, y reconoció que cuando aceptó el personaje empezó a convertirse en “una obsesión”. No dejaba de ver vídeos de Putin, pero al final se dio cuenta de que para interpretar era importante entender que era “un hombre sin rostro, con una máscara” y del que “su cara pública nos delata muy poco”. Reconoció que tuvo conflictos con Assayas, ya que se debía “intentar mostrar muy poco, pero sentir mucho desde dentro” en lo que ha definido como una “reconstrucción del sentido de identidad tras una humillación”, que cree que este filme trata de “entender qué es el poder”. La política ha cambiado significativamente durante este tiempo, especialmente. Lo que está sucediendo ahora mismo es aún más aterrador porque no hemos encontrado la respuesta Olivier Assayas — Cineasta Para su director, Olivier Assayas, el filme habla de “cómo se inventó la política moderna, la política del siglo XXI”. “Parte de ese mal surgió con el ascenso al poder de Putin en Rusia. Así que creo que es un filme sobre en qué se ha convertido la política y la situación tan aterradora y peligrosa en la que todos sentimos que nos encontramos. Tomamos el caso específico de Vladímir Putin, pero creo que se aplica a muchos líderes autoritarios. La política ha cambiado significativamente durante este tiempo, especialmente para la gente de mi generación, y lo que está sucediendo ahora mismo no solo es aterrador, sino que es aún más aterrador porque no hemos encontrado la respuesta. No he visto ninguna reacción relevante”, dijo. En la sala también se encontraba el escritor del libro, Giuliano da Empoli, que destacó que el libro fuera escrito antes de la invasión de Ucrania, pero sigue siendo actual porque “habla de la raíz del poder de Putin, que desde el principio tenía una raíz de violencia”. “Todo lo que vino después fue, de alguna manera, la consecuencia lógica de esa raíz original, y por eso quizás siga siendo relevante hoy, tres años después”, opinó. El actor británico Jude Law llega a la playa Lido para el Festival Internacional de Cine de Venecia, el 31 de agosto de 2025. EFE/EPA/ETTORE FERRARI Otro de los protagonistas del filme, Jeffrey Wright, que da vida a un investigador universitario al que ese mago del Kremlin le cuenta su historia, hizo hincapié en que el filme no solo habla de Rusia, y que por ello apela a “nuestra situación actual”, también respecto a los medios de comunicación y la manipulación. “No creo que sea posible, sobre todo en EEUU, comprender nuestra situación actual observando los medios de comunicación contemporáneos, ya que todo forma parte de un espectáculo mayor del que todos somos espectadores o protagonistas. Así que, de alguna manera, estoy repasando la historia para comprender el marco del retrato del poder zarista que vemos en nuestra película. Para mí, fue importante releer un poco sobre la historia zarista y profundizar en algunos escritos sobre Stalin”, comenzó diciendo. Recomendó la biografía de Jruschov, de William Todman, “para comprender las aspiraciones de los líderes actuales”. “Lo que realmente aprecio del enfoque de la película es que existe una historia rusa específica. Y hay una historia estadounidense específica que contrasta con eso. Sí, también hemos tenido impulsos hacia el fascismo, impulsos hacia la autocracia y todo tipo de pecados. Pero también hemos tenido desde el principio, incluso en el marco temporal de los pecados originales de EEUU, la idea de que podíamos ser mejores. La idea de que podíamos aspirar a algún tipo de perfectibilidad utópica. Si eso se pierde, como se está ahora perdiendo, entonces nos convertimos en lo que vemos en esta película. Yo quise comprender por qué esta historia necesita ser contada ahora, y en particular por qué necesita ser vista y contada en EEUU”, zanjó.

Comentarios

Cultura