cupure logo
delquealcarazwimbledonconespañalosdirectoitaliapor

Djokovic encuentra un rival implacable: «Estás ahí. Quieres jugar. Estás decidido. Pero luego el cuerpo no quiere escuchar»

Cabizbajo, Novak Djokovic admite poco a poco la realidad. El tenis está ahí, también el hambre y la motivación y el nivel, pero el cuerpo no. Al menos no en la medida que exigen las rondas donde quiere estar, donde se pelea por los títulos, donde se hace la historia. En la semifinal ante Jannik Sinner, otra vez el físico. Tocado desde los cuartos de final, tuvo que pedir la asistencia del fisio para que le masajeara el muslo izquierdo al finalizar el primer set. Ese que se vio involucrado en una mala caída cuando sacaba para ganar a Flavio Cobolli. Otra vez el freno llega casi más desde su lado del campo que desde el contrario. Y así lo confirma el serbio: «No creo que sea mala suerte. Es solo la edad, el desgaste del cuerpo. Por mucho que me cuide, la realidad me golpea ahora mismo, el último año y medio, como nunca antes, para ser sincero». Es un rival externo que se ha metido también en su cabeza, y es difícil combatirlo: «Me cuesta aceptarlo porque siento que cuando estoy fresco, cuando estoy en forma, todavía puedo jugar muy bien al tenis. Lo he demostrado este año. Pero sí, supongo que jugar al mejor de cinco sets ha sido una verdadera lucha física para mí. Cuanto más se alarga el torneo, peor se pone mi condición. Llego a las fases finales, a las semifinales de todos los Grand Slam este año, pero tengo que jugar contra Sinner o Alcaraz». Ahí está la prueba de su luz y de su sombra: obligado a retirarse en semifinales de Australia por una lesión, castigado por la mayor velocidad de Sinner en París y en Londres, después de varios partidos muy exigentes que lo han dejado en las últimas y sin posibilidad de afrontar el reto que ahora supone el italiano, o el español, pero que también fue muy superior en las dos finales de Wimbledon 2023 y 2024. «Estos chicos son jóvenes, están finos, y yo siento que llego con el tanque medio vacío. Así es imposible. Es la nueva realidad en la que estoy metido y trato de llevarla lo mejor posible, y sacar lo mejor que puedo de ella». No acepta que ese sea el final, sobre todo en Wimbledon, por lo que alarga su deseo de estar aquí un año más, en 2026, con 39 primaveras en su cuerpo. Porque se siente fresco, pero no puede pensar más allá del día a día: «Es difícil poner las cosas en perspectiva y decir cuál es el plan para los próximos meses o un año. He puesto todo mi empeño en entrenar y prepararme para jugar a mi máximo nivel en los Grand Slams. Creo que, independientemente de que no haya ganado ninguno, sigo jugando mi mejor tenis en estos torneos. Probablemente tenga que revisar todo y ver con mi equipo y mi familia cómo quiero seguir con mi calendario, dónde quiero alcanzar mi máximo potencial y cómo quiero entrenar. Para ser sincero, no sé qué puedo hacer diferente, debido a la cantidad de horas que dedico a diario a cuidarme, me gustaría desafiar a todos los que están en el circuito a ver si alguien se cuida más que yo. Y, desafortunadamente, no recibo recompensa por eso ahora mismo, debido a las lesiones en las últimas etapas de los Grand Slams». No ha querido hablar de la que le ha mermado hoy la movilidad y ha preferido felicitar a Sinner, aunque cree que la final es para Alcaraz: «Jannik está golpeando la pelota muy bien, pero creo que le doy una ligera ventaja a Carlos por los dos títulos que ya ha ganado aquí, cómo está jugando y la confianza que tiene».
abc.es
hace alrededor de 4 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Noticias similares

Noticias deportivas