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Ledecky agranda aún más su leyenda en los 1.500

«Siempre digo que todas las carreras son un sprint. Así las afronto. Lo que ocurre es que algunos sprints son más largos que otros». Esta frase es una de las favoritas de Katie Ledecky , la mejor nadadora de la historia , y en Singapur ha protagonizado un sprint bien largo: de 1.500 metros. Lo ha ganado sin problemas, sin oposición, con su autoridad habitual. Es una fondista irrepetible . Ledecky, toda una veterana a sus 28 años, sigue con hambre de triunfos. La nadadora de Maryland salió con fuerza en la final de 1.500, con su característico estilo, con su clásica y llamativa rotación de caderas y marcando parciales por debajo de su propio récord mundial . En los primeros largos fue la australiana Pallister la que trató de seguir a Ledecky de cerca . La estadounidense iba marcando muy buenos parciales: 1:58.62 en los 200 y 4:01.96 en los 400 metros. En este punto marchaba tres segundos más rápido que el récord del mundo . Pallister terminaría acusando el fuerte ritmo. A los 800 metros (8:09.85 para Ledecky) la australiana ya fue cazada por la italiana Quadarella, que terminaría batiendo el récord de Europa con 15:31.79 . Los últimos cuatro largos le pesaron mucho a Ledecky y la posibilidad de récord mundial (lo posee ella misma en 15:20.48) se fue esfumando. Aun así, Ledecky triunfó (15:26.44) con comodidad. «Quise salir rápido pero a la vez cómoda. Sabía que Pallister iba a comenzar fuerte y creo que el crono es bueno: estoy satisfecha», declaró la estadounidense. Su leyenda sigue creciendo . La otra gran estrella ha sido David Popovici . El rumano, que cumplirá 21 años en septiembre, sigue brillando en la piscina cada vez que se tira a una final. No lo tenía fácil en los 200 libre . Tanto el estadounidense Hobson como el coreano Hwang eran legítimos aspirantes al oro. Precisamente Hwang tomó la salida a un ritmo frenético, tocando la primera pared tres décimas más rápido que el parcial de récord mundial. Al paso por el hectómetro (50.07), Hobson había tomado la cabeza. Pero en el último tramo surgió Popovici con esa mezcla de fuerza y suavidad que caracteriza su nado. Adelantó a Hobson y cerró el crono en 1:43.53, con tres décimas de ventaja. El récord mundial, 1:42.00 del alemán Biedermann, aguantó bien el envite del rumano. «Después de los Juegos estoy más relajado, he disfrutado mucho estos meses y esta victoria significa más para mi que el oro olímpico . Para París entrené mucho y no logré las marcas que esperaba». Las palabras del rumano mostraban a un deportista feliz, sin tensión tras su victoria, vibrante, en progresión. Los récords del mundo se siguen resistiendo en Singapur. La australiana Kaylee McKeown ganó los 100 espalda y batió a Regan Smith con 57.16 tras un final formidable. Le sobraron tres centésimas para arrebatar la plusmarca a la estadounidense. España sigue protagonizando una actuación oscura. El mejor en la tercera jornada ha sido el asturiano Arbidel González , 17º en 200 mariposa. Incluso las semifinales están caras para los españoles.
abc.es
hace alrededor de 18 horas
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