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Cómo evitar fraudes relacionados con la Seguridad Social: señales de alerta y consejos prácticos

Cómo evitar fraudes relacionados con la Seguridad Social: señales de alerta y consejos prácticos
Debes desconfiar si te prometen ayudas o reembolsos inexistentes, o si alguien te llama diciendo que debes recibir un dinero pendienteConsejos para calcular cuándo nos jubilaremos y cuánto cobraremos En los últimos años, los fraudes que utilizan el nombre de la Seguridad Social para engañar a ciudadanos han crecido de forma alarmante. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) o el Instituto Social de la Marina (ISM) son solo algunas de las entidades suplantadas. Cada una tiene funciones específicas: mientras que el INSS gestiona las prestaciones económicas, la TGSS administra las cotizaciones y el ISM atiende al sector marítimo. Conocer estas diferencias básicas es crucial para identificar comunicaciones falsas, sobre todo si nos hablan de aspectos que no son competencia del organismo desde el que supuestamente se nos contacta. Señales que delatan un posible fraude El abanico de fraudes es amplio. Desde cartas físicas en el buzón hasta mensajes de texto, llamadas o correos electrónicos que, a simple vista, parecen oficiales. Sin embargo, hay detalles que deberían levantar sospechas. Una comunicación en la que te piden que reveles datos personales fuera de los canales habituales, enlaces que remiten a páginas falsas o solicitudes de códigos de verificación son señales claras de intento de estafa. También debes desconfiar si te prometen ayudas o reembolsos inexistentes, o si alguien te llama diciendo que debes recibir un dinero pendiente. Detectar un fraude puede ser más sencillo si sabes en qué fijarte. Errores ortográficos, combinaciones absurdas de nombres de organismos, logos desactualizados o mal impresos, y solicitudes para introducir información en webs sospechosas son algunas pistas. La técnica del 'phishing', muy extendida, intenta replicar las webs oficiales con ligeros cambios en las URL. Un vistazo atento suele bastar para descubrir el engaño. Además, conviene recordar que la Seguridad Social nunca pide datos sensibles por SMS, ni cobra tasas para realizar trámites básicos como pedir una cita o tramitar prestaciones. SMS y webs falsas: dos vías habituales de estafa Los mensajes SMS falsos son otra vía de ataque frecuente. Aunque a veces contienen logotipos o elementos visuales que imitan los de la Seguridad Social, su objetivo es llevarte a un sitio web fraudulento. En caso de duda, consulta siempre la dirección exacta: los dominios oficiales terminan en “.gob.es” o redirigen claramente a páginas institucionales. Tampoco debes confiar en correos electrónicos que te pidan introducir tus credenciales o información bancaria de forma urgente. Consejos prácticos para no caer en fraudes Protegerse ante el fraude requiere mantener la calma y actuar con criterio. Nunca compartas información personal como contraseñas o números de cuenta bancaria a desconocidos. Si un mensaje o llamada te genera dudas, no actúes de forma impulsiva: contrasta la información a través de fuentes oficiales antes de tomar cualquier decisión. Tampoco abras enlaces sospechosos ni descargues archivos adjuntos sin verificar su procedencia. Si crees que has recibido una comunicación fraudulenta, lo mejor es contactar directamente con los canales oficiales de la Seguridad Social para verificar la autenticidad. Además, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ofrece un servicio de ayuda en caso de haber sido víctima o estar en riesgo de estafa. En situaciones más graves, como el intento de suplantación de identidad, es recomendable presentar una denuncia ante la policía. Utilizar siempre canales oficiales Para mantener el contacto seguro con la Seguridad Social, es recomendable utilizar siempre los canales habilitados, como el portal de Tu Seguridad Social o el buzón electrónico de notificaciones. En todo caso, recuerda que, salvo notificaciones formales, las comunicaciones oficiales se gestionan casi siempre a través de estos medios y no mediante llamadas telefónicas o correos improvisados. En un contexto de digitalización creciente, la mejor protección contra el fraude es la información. Reconocer los intentos de estafa y actuar de manera prudente ayuda no solo a evitar pérdidas económicas, sino también a proteger nuestros datos personales frente a quienes buscan aprovecharse de la confianza ciudadana en las instituciones públicas.

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