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Precaución al hacer transferencias: el Banco de España advierte del riesgo si nos equivocamos

Precaución al hacer transferencias: el Banco de España advierte del riesgo si nos equivocamos
Un simple fallo al introducir los datos del destinatario puede convertir una operación rutinaria en un problema complejo sin solución inmediata ni garantía de recuperaciónEl importante cambio que llega a los cajeros automáticos de España en junio La digitalización ha transformado la forma en que los ciudadanos realizan pagos y operaciones bancarias, relegando en gran medida el uso del efectivo. Las transferencias bancarias se han asentado como una de las vías más habituales para enviar dinero entre cuentas, ya sea para abonar un alquiler, pagar una compra por internet o devolver una cantidad prestada. Sin embargo, esta comodidad no está exenta de riesgos. El Banco de España advierte a los usuarios bancarios: los errores en estas operaciones pueden tener consecuencias graves y, en muchos casos, irreversibles. El organismo supervisor recuerda que las transferencias son operaciones de pago irrevocables una vez que se han ejecutado, lo que significa que no es posible deshacerlas de forma unilateral. Esta característica convierte en especialmente delicado cualquier fallo en la introducción de los datos del destinatario. Si, por ejemplo, se escribe un número de cuenta incorrecto o se envía el dinero a una persona equivocada, recuperar el importe transferido dependerá únicamente de la buena voluntad del receptor o de la vía judicial. A diferencia de otros servicios de pago como Bizum, donde en ciertos casos se puede revertir la operación con la aceptación del destinatario, las transferencias carecen de un procedimiento automático de devolución. La advertencia cobra aún más importancia cuando se enmarca en contextos vulnerables como los alquileres o pagos por adelantado. En su blog financiero, el Banco de España ha alertado de casos en los que particulares han sido víctimas de fraudes al pagar por un piso que realmente no existía o no estaba en alquiler. En estas estafas, los supuestos arrendadores solicitaban una transferencia como garantía para la reserva del inmueble, y una vez recibido el dinero, desaparecían sin dejar rastro. Este tipo de engaños pone en evidencia la necesidad de actuar con cautela antes de realizar cualquier movimiento de dinero, especialmente si no se conocen personalmente a los destinatarios o no se dispone de contratos firmados. Las transferencias no pueden cancelarse sin el consentimiento del receptor Uno de los aspectos más delicados de las transferencias bancarias es su carácter definitivo. Tal y como recuerda el Banco de España, una vez que el importe ha salido de la cuenta del ordenante y ha sido abonado en la del destinatario, la operación queda ejecutada sin posibilidad de cancelación unilateral. Esto convierte en especialmente sensibles operaciones en las que se manejan cifras elevadas o se envía dinero a destinatarios con los que no se tiene una relación previa. Un error al introducir el número de cuenta, aunque sea mínimo, puede hacer que el dinero llegue a una persona completamente ajena. Si la cuenta de destino es activa, el banco emisor no puede ordenar la devolución del importe sin autorización expresa del receptor. La única opción viable es que la entidad actúe como intermediaria y contacte con el banco del beneficiario, que a su vez deberá transmitir la solicitud al titular de la cuenta receptora. Pero si este no colabora, no se podrá recuperar el dinero por esta vía. En estos casos, el afectado solo puede recurrir a la vía judicial para intentar recuperar el importe. Por eso, el organismo supervisor aconseja extremar las precauciones antes de confirmar cualquier operación. Verificar detenidamente todos los datos, especialmente el IBAN, y confirmar que se conoce al destinatario puede evitar situaciones de difícil resolución, que en muchos casos derivan en la pérdida total del dinero transferido. Alquileres falsos y pagos perdidos El Banco de España ha alertado también de un tipo de fraude cada vez más frecuente que utiliza las transferencias bancarias como vía de estafa. Se trata de engaños relacionados con supuestos alquileres, en los que los estafadores se hacen pasar por propietarios o agentes inmobiliarios. Suelen ofrecer pisos atractivos en zonas muy demandadas y, tras captar el interés del inquilino, solicitan una transferencia como señal para reservar el inmueble, alegando urgencia o la existencia de otros interesados. En estos casos, el contacto suele mantenerse exclusivamente por correo electrónico o mensajería, evitando el trato personal. El supuesto arrendador puede alegar que no se encuentra en la ciudad o que no es posible realizar visitas al inmueble, por lo que exige el pago anticipado como garantía. Una vez recibido el dinero, el interlocutor desaparece y corta toda vía de comunicación. Como se ha realizado una transferencia y no un pago con opciones de reversión, la víctima se queda sin herramientas inmediatas para recuperar la cantidad entregada. Para evitar estos fraudes, el Banco de España recomienda no realizar pagos por adelantado si no se ha firmado previamente un contrato o si no se ha verificado con claridad la identidad del propietario. También aconseja desconfiar de precios muy bajos o de situaciones que presionan al usuario a actuar con rapidez. Consultar referencias, utilizar plataformas que ofrezcan protección en los pagos y evitar canales informales pueden marcar la diferencia entre una gestión segura y una estafa difícil de revertir.

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