cupure logo
quedelconlosunaporparalastrumpmás

Mark Rutte, de recortar las cuentas públicas como primer ministro a disparar el gasto militar como líder de la OTAN

Mark Rutte, de recortar las cuentas públicas como primer ministro a disparar el gasto militar como líder de la OTAN
El liberal holandés fue uno de los 'cabecillas' de los denominados 'frugales' durante la pandemia que se resitieron a los fondos europeos para salir de la crisis. Ahora, como secretario general de la OTAN sigue la política marcada por Washington y plantea que el gasto en defensa aumente al 5% del PIBLa petición de la OTAN de alcanzar el 5% del PIB en Defensa: más que el gasto en Educación y el triple que Dependencia Si hay una figura que se está demostrando camaleónica en la política internacional, es la de Mark Rutte. Apenas lleva siete meses en el cargo de secretario general de la OTAN y ya ha dejado atrás su pasado como 'cabecilla' de los 'frugales' europeos –los países partidarios de reducir al máximo el gasto público y, fundamentalmente, recortar el presupuesto europeo– para pasar a defender el mayor incremento del gasto militar en décadas. Cuando lo peor de la pandemia azotaba a Europa, golpeando especialmente a España e Italia, Rutte era el líder de uno de los gobiernos que más se opuso al fondo de recuperación y a la barra libre del gasto para superar el parón económico que provocó el confinamiento. El político liberal, que estuvo al frente del Gobierno de Países Bajos durante cuatro mandatos (2010-2024), apostaba por apretarse el cinturón. Fue su Gobierno, a través del entonces ministro de Finanzas, el conservador Wopke Hoekstra, el que reclamó a la Comisión Europea una auditoría fiscal de los países del sur. No era una novedad y tampoco un ataque circunscrito al color político. Otro ministro de Economía, que llegó a presidir el Eurogrupo, el socialdemócrata Jeroen Dijsselbloem, acusó a los países del sur durante la crisis financiera de gastarse el dinero en “mujeres y copas”. Ahora, cuando se han superado los tres años de guerra en Ucrania y Donald Trump ya está instalado en la Casa Blanca, Rutte se ha convertido en uno de los adalides del incremento del gasto en defensa, aunque ello suponga un riesgo para la disciplina fiscal que tanto ha predicado. De hecho, ha planteado que los países de la OTAN establezcan un nuevo objetivo: llegar al 5% del PIB en 2032. En términos absolutos, se trata de cientos de miles de millones de euros. Sólo España tendría que gastar 45.000 millones de euros anuales más de lo que gastará este año (cuando Pedro Sánchez se ha comprometido a alcanzar el 2%). De 'susurrador' a adulador de Trump En sus alegatos para pasar a la “mentalidad de guerra”, Rutte admitió la necesidad de hacer recortes en partidas sociales para disparar el gasto militar. “Por término medio, los países europeos gastan fácilmente hasta una cuarta parte de su renta nacional en pensiones, sanidad y sistemas de seguridad social, nosotros necesitamos una pequeña fracción de ese dinero para hacer nuestra defensa mucho más fuerte y preservar nuestro modo de vida. Dar prioridad a la Defensa requiere liderazgo político. Puede ser duro y arriesgado a corto plazo, pero es absolutamente esencial a largo plazo”, aseveró el secretario general de la OTAN hace meses. “No hay que olvidar que en Europa somos el 10% de la población mundial, gastamos el 50% de todo el gasto del mundo en seguridad social. Así que, en ese sentido, creo que tenemos cierto margen de maniobra”, apuntaló sobre uno de los pilares del estado de bienestar. La propuesta que Rutte ha puesto sobre la mesa de los aliados es que los tres puntos que se incrementarían respecto al actual umbral del 2% se dividan en dos partes: un 1,5% gasto militar puro y duro (situándose así en el 3,5%) y un 1,5% para partidas de un concepto más amplio de seguridad. Rutte ha hecho, por tanto, suya la exigencia de Trump de que los miembros de la OTAN lleguen al 5% del PIB en gasto en defensa, a pesar de las reticencias de algunos socios, como España, que se ha revuelto contra esa cifra. Pero EEUU es el principal contribuyente de la organización militarista y la seguridad de Europa depende de su fuerza. Y Trump lo sabe. De hecho, en su estreno en la OTAN, la Administración Trump llegó a amenazar con desengancharse de la seguridad europea y dejó claro a sus aliados que su prioridad está en el Indo Pacífico, donde tiene la amenaza de China. “Hay un compromiso total de Estados Unidos con la OTAN, un compromiso total con el famoso Artículo 5 –el de que atacar a uno es atacar a todos–”, ha repetido Rutte en las últimas semanas: “Pero también claramente un compromiso de que tenemos que acelerar el gasto en Europa, hacer más nosotros mismos, para que sea posible que ellos dediquen más tiempo y recursos al Indo-Pacífico, lo cual creo que es lógico”. Uno de los puntos positivos que la mayoría de socios de la alianza atlántica vieron en Rutte fue su capacidad para lidiar con Donald Trump cuando era primer ministro de Países Bajos y, cuando su candidatura cogía fuerza para la secretaría general, la amenaza de la vuelta del republicano a la Casa Blanca era más que plausible. Al holandés le bautizaron como “susurrador de Trump” en la cumbre de la OTAN de 2018, cuando calmó al presidente de EEUU en su furia contra los países europeos, a los que ya exigía aumentar el gasto en defensa. Y ahora se deshace en halagos hacia Trump siempre que tiene ocasión. “Trump ha tenido razón muchas veces. Estoy de acuerdo, y puede que tenga razón muchas veces en el futuro”, dijo en una comparecencia en el Parlamento Europeo. Y, desde luego, lo que no esconde es que no pretende meterse en ningún lío con un líder volátil e imprevisible como Trump, aunque ello suponga perjudicar los intereses de los demás aliados, como sucede con el caso de Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca (miembro de la OTAN) que Trump se quiere anexionar. Mientras Rutte se pone de perfil. Tampoco quiso reprochar a Trump su actitud con Volodímir Zelenski, a quien despidió a gritos en la Casa Blanca, en la misma sala en la que unos días después recibió al holandés, pese al riesgo que supone para la OTAN –según su propio relato– la posibilidad de que Vladímir Putin se salga con la suya en Ucrania. Calmar a Trump se ha convertido en el principal objetivo de Rutte en el inicio de su mandato con un aumento histórico del gasto en defensa que la OTAN acordará en la cumbre que se celebrará a finales de junio en La Haya, su ciudad natal.
eldiario
hace alrededor de 7 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Noticias similares

Noticias mundiales