cupure logo
quelasloscondelunaparapormásvuelta

Netanyahu denuncia una "amenaza genocida" por parte de España mientras extiende la limpieza étnica en Gaza y Cisjordania

Netanyahu denuncia una "amenaza genocida" por parte de España mientras extiende la limpieza étnica en Gaza y Cisjordania
El primer ministro israelí arremete contra el presidente del Gobierno español, al mismo tiempo que ataca el territorio de Líbano, Siria, Irán, Yemen y QatarNetanyahu acusa a Sánchez de lanzar una “amenaza genocida” contra Israel a partir de unas declaraciones manipuladas Benjamín Netanyahu se supera día a día, tanto en sus declaraciones como, peor aún, en sus decisiones genocidas contra los palestinos; sin olvidarse mientras tanto de violar el derecho internacional atacando el territorio de Líbano, Siria, Irán, Yemen y, ahora, Qatar. En la vertiente declarativa la lista de “perlas” acaba de marcar un nuevo hito con la acusación de que el Gobierno español ha proferido una “amenaza genocida” contra Israel. El exabrupto no se sostiene en absoluto, interpretando de manera delirante que la referencia hecha el pasado día 8 por el presidente del Gobierno de que España no posee armas nucleares como una señal inequívoca de que, si las tuviese, las lanzaría contra Israel. Pero no puede sorprender por parte de quien reacciona automáticamente a cualquier crítica con el desgastado argumento del antisemitismo (antijudaísmo en realidad, puesto que los palestinos también son semitas). Un antijudaísmo, por tanto, del que acusa a la Corte Penal Internacional – que ha emitido una orden de detención en su contra por crímenes de guerra–, a la Corte Internacional de Justicia –que instruye una causa por genocidio contra Israel– y hasta a la propia ONU, olvidando que Israel existe gracias a ella. Se trata del mismo mandatario que acaba de presentarse en el asentamiento (ilegal, como todos los que existen en Cisjordania) de Maale Adumin para confirmar el arranque de la construcción de nuevos asentamientos en la denominada colonia E1 –unas 3.400 viviendas que implican el desplazamiento de unos 7.000 palestinos y que completarán la desconexión territorial entre el norte y el sur de Cisjordania– y, de paso, reiterar sin tapujos que “vamos a cumplir nuestra promesa de que nunca habrá un Estado palestino, porque este territorio nos pertenece”. De hecho, esa es la tarea a la que lleva años dedicado expresamente. Hoy en Cisjordania y en Jerusalén Este se estima que hay ya unos 700.000 colonos en alrededor de dos centenares de asentamientos y, solo así, se puede entender la finalidad de la limpieza étnica que está realizando en Gaza, junto a la anexión definitiva que está llevando a cabo en Cisjordania. Por eso resulta obvio concluir que la liberación de la cincuentena de personas que las milicias Hamás y la Yihad islámica todavía tienen en sus manos o la firma de algún acuerdo de paz nunca han sido prioridades reales en su agenda supremacista. Es también el mismo gobernante que, en otro acto de abierto desafío a la legalidad internacional, acaba de ordenar el ataque contra el equipo negociador de Hamás localizado en Doha (Qatar). Por si todavía quedara alguna duda, este ataque aéreo envía la concluyente señal de que Netanyahu no desea ningún acuerdo con la milicia islamista. De paso, ha dejado a Qatar en una posición insostenible como mediador, en la medida en que queda claro que no puede ni siquiera garantizar la seguridad de unos negociadores que albergaba desde hace tiempo. Igualmente, ha vuelto a colocar a Estados Unidos en una posición incómoda, obligado a seguir respaldando a su principal aliado en Oriente Medio, hasta el punto de que el representante estadounidense en el Consejo de Seguridad de la ONU, contra toda evidencia, se ha atrevido a declarar que el ataque israelí sobre Doha ha sido “una oportunidad para la paz”. Como resultado de todo ello, España ya comienza a sentir la presión de Washington. Entre las nueve medidas anunciadas por el presidente del Gobierno español, se incluye la denegación de transitar por aguas y puertos españoles, así como por su espacio aéreo, de buques y aviones que transporten material militar hacia Israel. Una decisión que puede crear problemas a Estados Unidos cuando usa territorio español para llevar a cabo esas operaciones. Queda por ver hasta qué punto España soporta dicha presión, consciente de que la decisión adoptada va a suponer un coste que pone en cuestión tanto intereses económicos, especialmente los comerciales, como geopolíticos, dado que –como ocurre con el resto de los aliados europeos de la OTAN– EEUU sigue siendo el garante último de nuestra seguridad por mucho que Donald Trump transmita crecientes dudas sobre su nivel de compromiso. Por su parte, Qatar muestra también una seria inquietud tras el ataque recibido. No se trata solamente de que Washington haya roto el compromiso de garantizar la seguridad de ese país –donde desde 1996 dispone de la base aérea de Al Udeid, la mayor del despliegue estadounidense en la región–, sino que no detuvo al ataque israelí, desbaratando la labor de mediación que Doha lleva realizando (también con los talibanes afganos) para mantener canales de comunicación que permitan resolver por vía negociada algunos de los graves conflictos que asolan la región. Eso explica que una delegación encabezada por el primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, se dirija apresuradamente a Washington para valorar en qué situación queda ahora, tras comprobar que cuando se estaba tratando de cerrar un acuerdo –derivado de una propuesta lanzada por la propia Administración Trump que Hamás ya declaró que aceptaba–, Netanyahu se haya atrevido a torpedearla de esta brutal manera.
eldiario
hace alrededor de 3 horas
Compartir enlace
Leer mas >>

Comentarios

Noticias similares

Noticias mundiales