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El giro de la UE sobre Israel y la condena de la Conferencia Episcopal desnortan a Feijóo

El giro de la UE sobre Israel y la condena de la Conferencia Episcopal desnortan a Feijóo
El líder de la oposición trata de corregir su posición en medio de las cacofonías del sector ultra del PP tras haber convertido Oriente Próximo durante meses en munición contra Sánchez y ver ahora que la mayoría internacional favorable a la inacción frente a Netanyahu se resquebrajaLa UE revisará el acuerdo comercial con Israel ante la ofensiva de Netanyahu para destruir GazaLa Iglesia española alza la voz por primera vez sobre el genocidio de Israel en Gaza: “Son actos de limpieza étnica” Cuando a principios de este siglo el dramaturgo Arthur Miller dijo aquello de que en la política “mueve más la personalidad de un líder y su forma de actuar que sus propuestas”, Alberto Núñez Feijóo no había debutado en la vida pública nacional. Tampoco en la regional. Acababa de ser nombrado por José María Aznar presidente de la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos. Nadie se había fijado aún ni en su personalidad ni en sus propuestas. No estaba en el foco mediático. Hoy, ya metido de lleno en la brega de la política, no parece que ni los propios le reconozcan un carácter arrollador ni que sus ideas intimiden a los contrarios.  De hecho, a tenor de las encuestas, su poder de seducción está por descubrir salvo para un pírrico 10,2% del electorado español que es el porcentaje que le prefiere como presidente del Gobierno. De sus propuestas nada dicen las empresas demoscópicas, quizá porque no las desvela o quizá porque carece de ellas. Ya esta semana Aitor Riveiro escribió en este diario sobre el eje de su programa para España: ganar al PSOE, bajar impuestos, dejar las cosas que funcionen y quitar las que no. Tal cual. Y, en lo que respecta a lo que la UE debe hacer sobre el acuerdo comercial con Israel en el contexto del genocidio sobre Gaza se explaya del mismo modo: “Que haga lo que considere. Yo no me siento en el Consejo Europeo”.   Es la respuesta de quien aspira a ser alternativa de gobierno, ha convertido en los últimos meses en munición contra el Ejecutivo de Sánchez las atrocidades cometidas por el ejército de Netanyahu sobre los gazatíes y ahora se ve obligado a resetear su posición tras el giro de la UE, que ha decidido revisar el acuerdo de asociación con el país hebreo por su flagrante incumplimiento de los derechos humanos.  Casi 60.000 asesinatos, 15.000 de ellos niños; el bloqueo de la ayuda humanitaria; decenas de imágenes que muestran la desesperación; la hambruna de miles de palestinos y el líder de la oposición no tiene una posición salvo para atacar al Gobierno de Sánchez primero por el reconocimiento del Estado palestino, después por pedir el cese inmediato de los ataques indiscriminados y por tratar de liderar una posición en Europa que acaba con el silencio y la inacción, más allá de las declaraciones de condena. Feijóo ha empezado a hacer equilibrios cuando ha visto que la mayoría internacional partidaria de seguir mirando para otro lado ante la barbarie se resquebraja y se aproxima a la posición que Sánchez abanderó durante meses casi en solitario en el marco de la UE. No le será fácil desandar el camino que ha transitado hasta ahora acompañado de su coro de colaboradores habitual. La hemeroteca está repleta de ejemplos de la abyecta utilización de un conflicto que suma muertes por miles para la contienda nacional y también de su alineamiento con Israel. Aquí van algunas: 22 de mayo 2024: el líder de la oposición acusaba a Sánchez de “aprovechar la situación de los muertos israelíes y palestinos para separar a los españoles en buenos y malos” y señaló al Gobierno y sus socios por querer “la desaparición de Israel”. 27 mayo 2024: “Reconocer en este momento el Estado de Palestina es más perjudicial para los palestinos que beneficioso y, además, empodera al grupo terrorista Hamás. Cuando hay interés en arreglar las cosas se pueden arreglar. Cuando lo que hay es interés en manipular y apropiarse del dolor de las víctimas y de los muertos, ya sean israelíes o palestinos, me parece absolutamente execrable. Por eso, lamento profundamente que mi país esté utilizando la barbarie para hacer política interior con independencia de la repercusión exterior de esas decisiones”. 27 octubre 2023. “¿Hay algún primer ministro europeo que consiga el récord simultáneamente de ser aplaudido por una organización terrorista como Hamás, de basar su investidura en un partido heredero de otra organización terrorista? Solo hay uno y es Sánchez, algo que lamentó profundamente porque es una grave equivocación de la diplomacia española y de la socialdemocracia”. 15 septiembre 2024 (Miguel Tellado). “El Gobierno que no es capaz de llamar a Maduro dictador y al que le felicitan los talibanes y Hamás, arremete ahora contra Grecia. La política exterior es un asunto de Estado, pero eso este Gobierno no sabe qué significa eso. Cuánto sectarismo e irresponsabilidad”.  29 julio 2024 (Tellado): “En España: Bildu, Junts y ERC. En el exterior: Hamás, Talibanes y Maduro. La lista de amigos, socios y felicitadores de Sánchez mejora por momentos. Sánchez: muy durito con dictadores muertos y muy sumiso con los vivos”. 25 mayo 2024 (Tellado): “Esta semana han felicitado a Sánchez los talibanes y Hamás. El Gobierno ha provocado también dos crisis diplomáticas con Israel y Argentina. Si no les gusta que se lo recuerden, dejen de usar la política exterior como cortina de humo para tapar su corrupción”. 23 mayo 2024 (Tellado): “Ayer asistíamos a un auténtico bochorno (…) Hamás felicitando a Sánchez por la declaración unilateral en favor de Palestina y en contra del consenso internacional”.  20 diciembre 2023 (Tellado): “La reputación internacional de España ya la ha definido una organización terrorista que se llama Hamás”. 24 noviembre 2023 (Tellado): “Después de abrir Israel una crisis diplomática con España y Bélgica, Sánchez ofende a Israel para contentar a Sumar. Sus pactos de investidura han debilitado el Estado de derecho, la separación de poderes, el Código Penal, la hacienda pública... y ahora también la política exterior de España”. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, interviene durante un pleno de la Asamblea de Madrid La posición de Feijóo en los últimos días aún se mueve en el terreno de la tibieza y no solo se debe su histórico de declaraciones sino también a las constantes cacofonías que llegan desde el sector más ultra de su partido que lidera Isabel Díaz Ayuso. De ahí que siga poniendo todo el énfasis en la responsabilidad que Hamás tiene sobre el sufrimiento del pueblo palestino.  El término más grueso que ha utilizado para referirse a la barbarie del ejército israelí –y le ha costado meses hacerlo– ha sido “desproporción”, no matanza, ni genocidio, ni crimen de guerra… Ni nada que pueda incomodar a las voces de su partido que, como Ayuso, hablan solo de “antisemitismo” y “cortinas de humo de Sánchez” para tapar otros asuntos, como el de la imputación de su hermano o el escándalo Ábalos. Sémper se sale del argumentario El primero en salirse del argumentario de Génova había sido Borja Sémper para pedir que la UE se replantee el acuerdo comercial con Israel ante las “atrocidades” cometidas. Entre atrocidad y desproporción hay un trecho que Feijóo no está dispuesto a recorrer que sostiene que su opinión no ha cambiado y que el problema del pueblo palestino es la existencia de la organización terrorista Hamás, que el propio Netanyahu ha admitido que ayudó a financiar. Todo esto mientras Sánchez endurece la ofensiva diplomática sobre Netanyahu y desde La Moncloa se lamentan de que Feijóo no haya tenido en estos 19 meses que dura la ofensiva israelí “ni una mínima muestra de empatía” con los gazatíes e incluso “haya hecho bromas o comentarios vergonzantes” mientras se sucedían imágenes en todo el mundo del horror y gran parte de la comunidad internacional se instalaba en la aceptación del desastre. Lo que no esperaba Feijóo y ha terminado de desnortarle ha sido que la mismísima Conferencia Episcolpal, que suele estar alineada con la derecha española, emitiera un comunicado tan claro como implacable contra Israel en el que llegó a decir que no quería “que Atila recorra la franja de Gaza”. Los obispos españoles, a diferencia del PP, hablan de “asedio por parte de Israel”, del “ataque a los hospitales”, de “los bombardeos a la población civil” y de “actos de ocupación equivalentes a una limpieza étnica”. Igualmente, reclaman sanciones “contra quienes no respetan el derecho internacional humanitario”, además de un “un embargo militar integral”. En la misma línea que el Gobierno de Sánchez, donde hay un equipo dedicado exclusivamente a la búsqueda de fórmulas con las que desbloquear la entrada de la ayuda humanitaria, los prelados exigen que se abran “corredores para asistir a la población civil”, que se dé fin a la guerra y que “se inicie la reconstrucción de las infraestructuras para una vida digna del propio pueblo palestino en su territorio”. Y todo ello lo han puesto negro sobre blanco un día después de que el presidente de los obispos, Luis Argüello, criticara en X el discurso de Feijóo de que el Gobierno usa la guerra en Gaza para ocultar otros problemas: “Gritemos alto y claro contra el drama humanitario que ocurre en Gaza por la acción del Gobierno de Israel”. También añadió que silenciar estos crímenes también es una “táctica encubridora”. El silencio o la indiferencia para la Iglesia católica en este caso no son una opción y la Moncloa ha leído el comunicado de la Conferencia Episcopal como un respaldo a la decisión del Congreso de los Diputados del pasado martes de aprobar un embargo de armas a Israel con el voto en contra del PP y de Vox. Es la segunda vez en pocos meses que los obispos se desmarcan de las derechas, después de que la Conferencia también se mostrara inequívocamente a favor de la regularización de inmigrantes. Por lo que sea, entre el clero Feijóo tampoco seduce demasiado, quizá porque ha hecho que la política entre en una realidad inconsistente y que la polarización haya abierto grietas quizá aún invisibles, pero muy profundas que condenan a la sociedad a una beligerancia sin la más mínima tregua para la paz ni en Oriente Próximo, ni en Europa, ni en España. Sobre todo si Ayuso sigue marcando el paso al líder del PP con interpretaciones como la del pasado 10 de mayo, cuando felicitó el aniversario de la independencia de Israel con una foto en territorio ocupado desde los Altos del Golán, una zona ocupada a Siria en 1967 y de la que la ONU pide a Israel que se retire desde entonces.  La presidenta de Madrid defendió, en octubre pasado, los bombardeos de Israel en Gaza y Líbano y afirmó: “No puedes pedir que ponga fin a Hamás o Hezbolá con flores”. En octubre de 2023 dijo que “no se puede ser equidistante entre Israel y Hamás porque a un lado está el terrorismo y al otro, una democracia liberal”. Pero no, no es solo Ayuso el principal problema de Feijóo, sino su incapacidad para fijar un rumbo claro, y no solamente en política exterior. Capítulo aparte merece su relación con Vox o su afán por eludir los asuntos más ideológicos en el próximo congreso nacional que el PP celebrará en julio.
eldiario
hace alrededor de 8 horas
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