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El Gobierno asume una Conferencia de Presidentes sin acuerdos tras el intento de boicot del PP

El Gobierno asume una Conferencia de Presidentes sin acuerdos tras el intento de boicot del PP
La Moncloa acepta todas las peticiones de las comunidades con gobiernos populares para cortocircuitar el plante a Sánchez con el que amagaron los de Feijóo, que se manifestarán contra el Ejecutivo 36 horas después del encuentro para señalarlo como una "mafia" El Gobierno asume las peticiones del PP para la Conferencia de Presidentes y le deja sin excusa para plantar a Sánchez Cuesta imaginar un ambiente político más viciado que el que envolverá este viernes a la Conferencia de Presidentes, el máximo órgano de coordinación entre el Estado y las comunidades autónomas y foro de referencia para la interlocución institucional del país. Tras convocar para justo después del cónclave una manifestación en la que se califica al Gobierno como una “mafia”, el PP ha amagado hasta casi el final con plantar a Pedro Sánchez y no acudir a la cita de Barcelona, presidida por el rey. Pero el Ejecutivo cortocircuitó este martes el boicot y asumió el conjunto de temas demandados por las comunidades gobernadas por los populares. Y dejó así sin excusas a la calle Génova. “Se van a incluir todos, hasta la última coma en su absoluta literalidad”, confirmó la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, para cortar de raíz la polémica. El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, ensalzó “el esfuerzo” del Ejecutivo para mantener viva la Conferencia de Presidentes, aunque subrayó “la dificultad” de abordar todos los asuntos planteados por “cuestión de tiempo”. En el orden del día definitivo se detallan hasta 14 puntos temáticos distintos, diferenciados además por si la propuesta es de la Presidencia del Gobierno o de las comunidades autónomas. Está el acceso a la vivienda, la financiación de la Educación, el modelo energético, la financiación autonómica o el plan migratorio estructural, planteados por el Ejecutivo de Sánchez. Y se incluyen la totalidad de temas solicitados por las comunidades: inmediata actualización de las entregas a cuenta y retirada del proyecto de ley de condonación de la deuda; lucha contra la ocupación y la inquiocupación; más seguridad e inversiones técnicas en las redes de Red Eléctrica y energías de respaldo para evitar un nuevo apagón; control de fronteras y política migratoria; inversiones en infraestructuras críticas para afrontar el caos ferroviario y asegurar las comunicaciones; déficit de profesionales sanitarios y financiación de la dependencia; y retirada de los proyectos de ley de reforma del Poder Judicial y del Estatuto del Ministerio Fiscal. Sobre esa larga lista de temas las expectativas de alcanzar un acuerdo en la Moncloa, por mínimo que sea, son equivalentes a cero. “36 horas después de la Conferencia se manifiestan para llamarnos mafia y han amagado con no ir. La desesperanza es absoluta, pero el simple hecho de reunirnos ya es bueno para la institucionalidad”, señalan fuentes del Ejecutivo. Maniobras de escapismo del PP El anuncio de la convocatoria de la Conferencia de Presidentes se produjo el 14 de mayo, la misma semana en la que Feijóo anunció un congreso nacional que le otorgue un segundo mandato al frente del PP y un último intento de desbancar a Pedro Sánchez. Desde el primer momento, el PP usó la cita como arma arrojadiza contra el Gobierno. El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, la tachó de “cortina de humo” para tapar la publicación de los wasaps entre Sánchez y quien fuera su ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Unos mensajes que ya han desaparecido de los principales titulares. Ahora son los audios de Leire Díez y sus derivadas los que atestan la parrilla informativa. Los supuestos ofrecimientos de la militante socialista de ayuda a empresarios investigados que pudieran revelar información comprometedora sobre altos mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han servido a Feijóo para anunciar el colapso definitivo del Gobierno y convocar una manifestación, otra, contra Sánchez. El lema: “Mafia o democracia”. Antes, los barones del PP ya habían planteado al Gobierno una serie de asuntos a abordar en la reunión de Barcelona al margen de los planteados por Sánchez. Según filtró el partido de Feijóo a algunos medios, los presidentes autonómicos querían abordar asuntos como la “okupación” o el sistema eléctrico, entre otros asuntos ajenos a las competencias autonómicas. El reglamento de la Conferencia plantea que diez comunidades pueden unirse para incluir puntos en el orden del día, pero también indica que estas reuniones deben versar sobre asuntos que la legislación encarga a las regiones, ya sea parcial o totalmente. Los presidentes del PP formalizaron este lunes por carta sus peticiones: ocho nuevos puntos entre los que no aparece la “okupación”, sí la vivienda, y otros como la política de vivienda o las reformas de la ley del Poder Judicial y de la Fiscalía. Inicialmente, el Gobierno aceptó algunos de estos puntos, no todos. Y el PP elevó el tono hasta deslizar la posibilidad de un plante que sería inédito. Este martes, cuando Moncloa anunció que sí se abordarán todos los solicitados, los populares se quedaron sin argumentos. A Barcelona no solo acudirán los gobiernos central y autonómicos, también el jefe del Estado. Felipe VI participa en los actos inaugurales de estos eventos, también en el del día 6. El pasado mes de abril, el PP ya plantó a Félix Bolaños antes de una Conferencia Sectorial de Justicia, pero entonces no estaba presente el rey. La dirección nacional del PP, que por la mañana no se atrevió a confirmar o avalar que los presidentes autonómicos fueran a plantar a Sánchez, sí confirmó por la tarde que todos asistirán a la cita de Barcelona. Los presidentes del PP se reunirán así con Pedro Sánchez el viernes, y se manifestarán contra él el domingo en la concentración convocada en la Plaza de España de Madrid. Feijóo anunció que será una protesta “sin siglas”, en la que han convocado a “gente”, no a partidos, y a la que pueden asistir votantes de otros partidos, como Vox o el PSOE. Pero los únicos socios que hoy por hoy tiene el PP no solo no acudirán a la protesta del domingo, sino que la rechazan. “No se puede hablar como Vox y actuar como el PSOE”, dijo Santiago Abascal el pasado domingo. El líder de la ultraderecha ha elevado el tono contra los de Feijóo, a los que acusa de ser cómplices de Sánchez y de pactar con él. Abascal exige a Feijóo una ruptura total con el Gobierno y con el PSOE, tanto en España como en Europa. Una quiebra absoluta como la que José María Aznar impulsó en su partido a mediados de los años 90 del siglo pasado en su pugna contra Felipe González. Un paso que, de momento, el líder del PP no parece dispuesto a dar.

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