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Sánchez explota las grietas del PP por su seguidismo a Vox

Sánchez explota las grietas del PP por su seguidismo a Vox
El PSOE saca del cajón la reforma de la Constitución para blindar el derecho al aborto cuando el PP se enreda con una iniciativa de la ultraderecha para perturbar a las mujeres que toman la decisión. También busca que se retrate ante el genocidio en Gaza, la emergencia climática o la inmigraciónSánchez plantea blindar el derecho al aborto en la Constitución ante el nuevo ataque de PP y Vox La baraja de Pedro Sánchez tiene más de cuatro ases. En los últimos meses, tenía guardado uno por cada lío en el que se mete el PP de Alberto Núñez Feijóo, especialmente por su viraje hacia la ultraderecha ante la amenaza electoral que le supone con Vox. El último que ha sacado del cajón es la reforma de la Constitución para blindar el derecho al aborto ante el ataque perpetrado desde el Ayuntamiento de Madrid, donde los de José Luis Martínez-Almeida apoyaron una iniciativa de la extrema derecha para obligar a los servicios municipales a informar de un supuesto ‘síndrome post-aborto’ perjudicial para las mujeres que no tiene ninguna evidencia científica y cuya existencia el propio alcalde tuvo que desmentir 24 horas después.  Sánchez ha contraatacado esa maniobra de la ultraderecha, avalada por el PP, con el anuncio de la reforma constitucional y una modificación del decreto que reglamenta la aplicación de la ley del aborto. Esa segunda parte, que tan solo requiere la aprobación en el Consejo de Ministros sin pasar por el Parlamento, “impedirá la difusión de información falsa o engañosa que pueda coaccionar a las mujeres que quieran interrumpir su embarazo”, según el Gobierno. La intención de Moncloa es aprobar ese decreto el martes, aunque los ministerios concernidos, Sanidad e Igualdad, no tenían detalles horas después del anuncio del presidente el viernes. En todo caso, es con la reforma constitucional con la que el PSOE pretende que Feijóo se retrate en un tema delicado para el PP en el que se evidencian las distintas almas: una más conservadora abiertamente en contra del aborto y otra más liberal que ha normalizado la interrupción voluntaria del embarazo. Esas discrepancias han hecho al líder de la oposición rehuir el tema todo lo que ha podido, pero los socialistas pretenden meter el dedo en la herida. El apoyo de los de Feijóo es necesario para que una reforma constitucional salga adelante y Génova ha intentado cortocircuitar el debate rápidamente descartando su apoyo: “Que Pedro Sánchez se olvide de contar con nosotros”. El PP acusa a Sánchez de usar esa carta para “distraer la atención”: “No le vamos a ayudar en esa estrategia y, por tanto, el debate termina aquí”. En Moncloa niegan la mayor, a pesar de que esa propuesta no es nueva –figuraba en la ponencia del Congreso del PSOE celebrado en diciembre del año pasado– y hay una proposición de ley de Sumar registrada en el Parlamento. “El PP nos acusa de querer engordar a Vox, de querer echarles al rincón, y son ellos los que ponen estos temas en la mesa. El tema del aborto lo ha puesto en la agenda el PP, lo que aprobó el Ayuntamiento de Madrid es un retroceso y una medida retrógrada”, expresan fuentes gubernamentales en línea con las palabras de Sánchez, que calificó de “extremadamente grave” la propuesta aprobada por PP y Vox en la capital.  “Una reacción en defensa de un derecho fundamental” “No somos nosotros proactivamente los que ponemos sobre la mesa temas que les incomoden. La realidad es que es el PP el que, sin necesidad, se acerca a Vox y cada vez que se le pone delante una pregunta elige la respuesta de Vox”, afirman esas fuentes, que consideran que la estrategia es errónea porque “entre la copia y el original la gente elige el original”.  “Entendemos que en el PP estén un pelín desubicados”, agregan esas fuentes que se remiten a las encuestas que pronostican un crecimiento exponencial de Vox a costa del PP, “pero este tema lo hacemos de forma reactiva para defender un derecho fundamental”. “Quieren difundir bulos y mentiras, como pasó con el tema de la inmigración”, zanjan.  El Gobierno también aprovecha para atizar a Feijóo por las propuestas en materia de migración que presentó la semana pasada y que incluye algunas que ya están en vigor. La ministra de Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, cargó contra el “tufo xenófobo” de ese paquete, que incluía el polémico “visado por puntos”: “Muestra que quiere distorsionar la realidad que no es la de este país. No hay descontrol migratorio”.  Regularización vs. 'visado por puntos' para inmigrantes La migración es otro de los temas en los que el PP está siguiendo la pulsión de la extrema derecha, a pesar de que las políticas en esa materia de los gobiernos del bipartidismo no se alejan tanto. Los socialistas quieren igualmente marcar distancias con una aproximación distinta en materia migratoria impulsando ahora la Iniciativa Legislativa Popular para la regularización extraordinaria de personas migrantes, aunque por el momento languidece en el Congreso por el choque de Podemos y Junts.  En el Gobierno no ocultan, además, que la inmigración es un “factor determinante” del crecimiento de la economía española en un momento en el que presumen de ser el motor de la eurozona y el país avanzado que más creció en 2024 con la aspiración de repetir este año. Un editorial del prestigioso periódico Financial Times situó a la inmigración como la principal causa de ese crecimiento económico. Y es un argumento que en el Ejecutivo van a explotar para poner a Feijóo en el espejo.  En el Gobierno también cree que el PP, pero también sus propios fantasmas de división interna, están quedando retratados ante el genocidio en Gaza. Las movilizaciones sociales contra Israel, que tuvieron su punto más álgido en el boicot a La Vuelta ciclista, llevaron a Sánchez a dar un paso más en su postura contra Benjamín Netanyahu al anunciar un embargo de armas que las fuerzas a su izquierda llevaban tiempo reclamando.  Los equilibrios del PP con Israel Los conservadores reaccionaron con duras críticas a Sánchez, a quien acusaron de “alentar la violencia” por mostrar su apoyo a las protestas y reiteraron el mantra de que las medidas anunciadas son una “cortina de humo” para tapar las causas de corrupción que afectan a su entorno. Pero en el Gobierno consideran que ese es un debate ganador porque la mayoría de la sociedad española rechaza lo que está haciendo Israel y tiene empatía con el pueblo palestino.  El Gobierno decidió, de hecho, que fuera el rey quien interviniera en la Asamblea General de la ONU para fijar la posición de España por primera vez desde que Sánchez está en Moncloa. Felipe VI hizo un discurso duro en el que pidió a Israel “detener ya la aberrante masacre”, aunque evitó calificarlo como un genocidio, algo que sí ha hecho Sánchez. La intervención del jefe del Estado ahondó en las divergencias internas de un PP que se mostró satisfecho con sus palabras mientras que Isabel Díaz Ayuso lo desdeñó al asegurar que “el rey reina, pero no gobierna”.  Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso en el Congreso del PP en julio. De nuevo es Vox, aunque también los lazos de la dirigencia popular con Israel, el que arrastra a Feijóo a una posición imposible. Pero no es el único asunto que el Gobierno ha aprovechado para explotar los réditos del temor electoral del PP a la ultraderecha. Sánchez arrancó el nuevo curso con una propuesta de Pacto de Estado frente a la emergencia climática tras un verano catastrófico con incendios que arrasaron más de 358.000 hectáreas. Tras un mes de acusaciones cruzadas por el fuego, cuya gestión recae en las comunidades autónomas, el presidente planteó una serie de medidas con vocación de contar con el respaldo de al menos los dos grandes partidos para medidas como los fondos, el mantenimiento de los técnicos durante todo el año o la creación de una Agencia Estatal de Protección Civil frente a catástrofes climáticas.  ¿Dónde está el PP frente a la emergencia climática? “Estamos convencidos de que la terrible ola que hemos sufrido este año no es fruto de la casualidad, ni tampoco de una trama pirómana, como insinúa algunas veces la bulosfera en las redes sociales. Seamos serios, seamos rigurosos”, dijo Sánchez en su intervención, en la que no mencionó expresamente a Feijóo, aunque la gran medida estrella del líder del PP frente a los incendios fue la creación de un registro de pirómanos.  “En el momento actual, donde no solamente la política española, pero particularmente la política española, está marcada por la polarización y por el negacionismo rampante, puede parecer incluso ingenuo pedir un pacto de Estado, pero yo voy a defender siempre el posibilismo y el optimismo como dos únicas actitudes que son posibles para hacer avanzar a España”, expresó Sánchez en aquella comparecencia en la que su mano tendida fue rechazada en tiempo récord, en cuestión de segundos, por el jefe de la oposición, que dijo que “no tiene credibilidad”.  El PP, no sólo el español, sino también a nivel europeo, se ha revuelto contra la agenda verde y medioambiental que marcó la anterior legislatura en la UE precisamente por la feroz competencia de la ultraderecha negacionista del cambio climático.  Ha pasado un mes desde que Sánchez planteó el Pacto de Estado frente a la emergencia climática y no ha habido ningún avance. Y, ante cada vez más catástrofes ambientales, los socialistas redoblan la presión sobre el PP, al que acusan de pasar de puntillas “por la mayor amenaza de nuestro tiempo”, que tan solo aparece mencionada en una ocasión en el documento suscrito por Feijóo y sus barones la semana pasada. Y atribuyen esa inacción a la “presión de la extrema derecha”.  Los socialistas están convencidos de que el PP seguirá la senda de Vox para intentar frenar la sangría hacia el partido de Santiago Abascal y aprovecharán para azuzar ese seguidismo con el objetivo de crecer por el centro.

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