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El 'pornoapagón' de Francia anticipa las dificultades de la verificación de edad digital que quieren España y la UE

El 'pornoapagón' de Francia anticipa las dificultades de la verificación de edad digital que quieren España y la UE
"La verificación de edad online no funciona", se queja la multinacional del porno online Aylo, editora de webs como Pornhub, que ha cerrado sus páginas en Francia en protesta por la imposición de un sistema para evitar el acceso de menoresLa limitación del acceso de los menores a las redes sociales gana peso en la UE El mayor distribuidor de pornografía online del mundo ha bajado la persiana en Francia. Páginas como Pornhub, YouPorn o Redtube dejaron de estar disponibles este miércoles. “Durante años, hemos intentado colaborar con el gobierno mediante consultas, intercambio de datos y participación en proyectos piloto. Los resultados han sido claros: la verificación de edad online no funciona. No protege a los niños y expone los datos de millones de franceses a violaciones de privacidad y ataques informáticos”, dice Aylo, su grupo matriz. El país galo se encuentra en medio de una polémica similar a la que afectó a España justo hace un año, cuando el Gobierno anunció que pretendía desarrollar un sistema de verificación de edad para impedir que los menores accedan a webs para adultos. Un sistema que llegó a ser conocido jocosamente como “pajaporte” por su método basado en sellos de verificación, pero cuya aplicación es inminente: ya se encuentra la última fase de desarrollo y ha sido seleccionado por la UE como uno de los proyectos piloto para intentar extender esta verificación a nivel europeo. El método francés también es uno de los escogidos por la UE para probar los diferentes métodos de identificación. No es tan cerrado como el español: pide a las webs que se pongan en contacto con un tercero que conozca la edad del usuario (como un banco o un operador telefónico) y le soliciten una prueba de edad. Solo hay dos requisitos: que el sistema esté aprobado por la Agencia de Protección de Datos Francesa y que sea de doble ciego. Esto significa que la web porno no debe saber la identidad de la persona a la que solicita la prueba de edad, pero la organización que la proporciona tampoco puede saber a qué web quiere acceder el usuario. Aylo y la mayoría del las empresas del sector dicen que esto no es demasiado peligroso para la privacidad. “Su gobierno no les dirá la verdad sobre esto, pero nosotros sí”, dice la gran multinacional del porno online. Con sede en Chipre, la organización tiene unos beneficios estimados de más de 600 millones de euros. El conflicto con París, sin embargo, no es menor para ella, puesto que Francia es el segundo mercado global para Pornhub. Está entre las cinco webs más visitadas del país (en España es la 36ª, según SimilarWeb). “Los ciudadanos franceses merecen un gobierno y un organismo regulador que se tomen en serio la prevención del acceso de menores a contenido para adultos. También merecen leyes que protejan su privacidad y sus datos sensibles”, incide Aylo, cuyo mensaje en sus webs muestra una imagen de la Libertad guiando al pueblo de Delacroix, bajo el lema “La libertad no tiene botón de apagado”. Un método como el español Lo que alega la multinacional es que la responsabilidad de verificar la edad del usuario no debería ser suya. Dice que debería ocurrir en el dispositivo, no online. “Existe una solución sencilla, fácil de implementar e inmediata para este problema: la verificación de edad en el dispositivo. Solo se necesita que el gobierno aplique las regulaciones a tres empresas (Apple, Google y Microsoft), los tres fabricantes de sistemas operativos que exigen la verificación de edad en el dispositivo antes de acceder a contenido para adultos”, protesta: “El gobierno francés se niega a dar este paso y, en cambio, se centra en medidas regulatorias fútiles y puramente simbólicas que son inaplicables, no protegen a los niños y exponen sus datos privados”. Lo que pide Aylo es un método como el de Cartera Digital Beta, el sistema que ultima el Gobierno español. La herramienta pretende ofrecer una forma de verificación de edad anónima y controlada desde el dispositivo del usuario. Según su documentación técnica, acceder a contenidos para adultos online requerirá una credencial digital que acredite la mayoría de edad, emitida por la propia aplicación. Para obtenerla, el usuario deberá haberse registrado utilizando su DNI electrónico, certificado digital o el sistema Cl@ve. La organización que está desarrollando la app es la Fábrica de Moneda y Timbre, pero el Gobierno ha abierto la puerta a que pueda haber otras apps desarrolladas por empresas privadas que cumplan los requisitos técnicos y de seguridad. Una vez registrado, el sistema generará 30 credenciales anónimas, válidas durante 30 días. Al intentar acceder a una web porno, esta mostrará un código QR que el usuario escaneará con la app, consumiendo una de esas credenciales. Cada una podrá utilizarse hasta diez veces en la misma web, pero no funcionará en sitios distintos, una restricción pensada para evitar el tráfico o reutilización indebida. Este modelo se basa en una regulación europea sobre identidad digital ya aprobada, aunque aun en fase de pruebas. Su objetivo es que la verificación de edad se produzca sin comprometer ningún otro dato del usuario. La página que recibe la solicitud no accede ni al nombre, ni a la edad exacta, ni a ningún dato personal: solo obtendría un código que indica si la persona es o no mayor de edad. Un simple “sí” o “no”, sin dejar rastro del resto. Depende de los gigantes digitales Este sistema requiere, como menciona Aylo, que las grandes empresas que desarrollan los sistemas operativos principales colaboren con los gobiernos. elDiario.es se ha puesto en contacto con Google, Microsoft y Apple para conocer cómo está siendo esa relación con el Ejecutivo. Solo Google ha contestado, pero sin entrar en detalles sobre Cartera Digital Beta. “La API Credential Manager de Google permite a las aplicaciones de Android acceder de forma segura a la información de edad verificada desde cualquier cartera digital con el consentimiento del usuario. También funciona con sitios web cuando se utilizan navegadores”, dice la multinacional. “Al permitir el acceso a información sobre la edad almacenada en carteras o aplicaciones digitales (como las gubernamentales o las privadas, tipo Google Wallet), que pueden incluir documentos de identidad emitidos por el gobierno o por otros emisores de confianza, estas innovaciones permitirán que los sitios y las aplicaciones confirmen la edad del visitante respetando al mismo tiempo su privacidad”, añade una portavoz. Sobre el caso francés, desde Google prefieren no posicionarse por el momento. Es un asunto caliente en el vecino galo. “¡Adiós!”, contestó Jean-Noël Barrot, actual ministro de Asuntos Exteriores, pero que fue quien impulsó la ley sobre la verificación de edad de los usuarios cuando era secretario de Estado de Digitalización. “¡Mucho mejor! Habrá menos contenido violento, degradante y humillante accesible para los menores en Francia”, coincidió su compañera responsable de Igualdad, Aurore Bergé. “Pedir a los sitios web que verifiquen la edad no es estigmatizar a los adultos, es proteger a nuestros niños”, ha dicho la actual ministra de Economía Digital e Inteligencia Artificial, Clara Chappaz. “Si Aylo prefiere irse de Francia antes que aplicar nuestra ley, allá ellos”, ha enfatizado. “Sabemos que la gente no dejará de buscar pornografía”, contesta en este caso la multinacional del porno online: “De hecho, todos los datos indican que estas leyes simplemente han desviado el tráfico a sitios web peligrosos que han tomado la decisión consciente de actuar ilegalmente. La forma en que Francia ha implementado la verificación de edad es ineficaz, aleatoria y peligrosa”. Una prioridad de la UE El caso francés ilustra cómo de fino habrá que hilar para evitar una situación así a nivel comunitario. La verificación de edad será una de las prioridades de la presidencia danesa de la UE, cuyo turno comienza este semestre, tal y como ha dejado claro en la reunión del Consejo de Digitalización que se ha celebrado este viernes. “Ninguna plataforma pornográfica le va a decir a Europa lo que tiene que hacer”, ha manifestado el titular de la cartera en España, Óscar López. Dinamarca, de hecho, es uno de los países que se ha adherido a la propuesta de España, que (junto a Francia y Grecia), piden llevar este control de la edad más allá de las webs porno. Concretamente, hasta las redes sociales, que también cuentan con una edad mínima de uso legal, pero que tampoco ponen prácticamente ninguna restricción para que los niños más pequeños se registren y usen sus servicios. El método para lograrlo serían también herramientas como Cartera Digital Beta. Con el proyecto piloto, la UE busca “facilitar una herramienta de verificación de edad que sirva de base común para que cada país pueda adaptarla a su casuística nacional. De este modo, se pretende fomentar que todas las herramientas sean interoperables entre sí y evitar que cada país desarrolle sus propias soluciones nacionales, menos eficaces frente a las grandes plataformas”, explican desde el Ministerio de Transformación Digital. La propuesta incluye también obligar a que todos los dispositivos con acceso a Internet disponibles en el mercado europeo cuenten obligatoriamente con estas herramientas de verificación de edad, así como de control parental. Un nuevo intento de resolver el reto de encontrar un equilibrio entre la protección de menores y la privacidad de los usuarios adultos, mientras las instituciones europeas definen un marco común que evite que cada país desarrolle soluciones fragmentadas que las grandes plataformas puedan esquivar con facilidad.

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