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Una llamada, una orden directa de tu jefe y la apariencia de una urgencia: así es la "estafa del buen empleado" de la que alerta la policía

Una llamada, una orden directa de tu jefe y la apariencia de una urgencia: así es la "estafa del buen empleado" de la que alerta la policía
Una estrategia de suplantación telefónica utiliza la presión emocional y la urgencia para manipular a empleados comprometidos, logrando transferencias económicas sin verificación interna previaLa Policía confirma la estafa del cambio de router: desconfía si recibes la llamada Una llamada, una instrucción directa y la apariencia de una urgencia empresarial. Así se presenta la conocida como “estafa del buen empleado”, una modalidad de fraude telefónico que ha encendido las alertas de la Policía Nacional tras detectarse un aumento significativo de casos en las últimas semanas. La estafa consiste en la suplantación de identidad de un supuesto responsable de una empresa que contacta por teléfono con un trabajador para solicitarle una acción inmediata, generalmente vinculada con pagos o transferencias. La clave del engaño está en apelar al compromiso, la responsabilidad y la disposición de la víctima para ejecutar tareas sensibles sin cuestionarlas. Este nuevo caso de vishing —un tipo de fraude que se ejecuta mediante llamadas de voz— fue descrito recientemente en los canales oficiales de la Policía, incluyendo una publicación en su perfil de TikTok que acumula miles de visualizaciones. Los estafadores estudian previamente la estructura de una empresa y seleccionan a trabajadores que podrían reaccionar con diligencia ante una orden que aparenta ser urgente. El delincuente, que se presenta como directivo o responsable de área, genera presión para obtener resultados rápidos, sin dejar tiempo para que la persona pueda comprobar la veracidad de la petición. Una llamada que apela al deber profesional La estafa comienza con una llamada a un trabajador que ocupa un puesto intermedio o de confianza dentro de una empresa. Quien está al otro lado del teléfono se identifica como un superior jerárquico y comunica una situación crítica: desde una auditoría inesperada hasta un problema con proveedores o entidades bancarias. La petición puede variar, pero el formato suele ser el mismo: se solicita que el empleado realice pagos inmediatos o proporcione códigos que, en teoría, servirán para resolver la situación en curso. Todo se presenta como una tarea urgente, confidencial y de alto impacto. Uno de los elementos que hace eficaz esta estafa es el uso de un lenguaje profesional y convincente. El estafador suele emplear nombres reales de personas del entorno laboral de la víctima, referencias específicas a la empresa y términos técnicos que refuerzan la legitimidad de la llamada. También puede hacer creer que se está en medio de una reunión o que no es posible contactar con otros miembros del equipo. Esto genera una atmósfera de urgencia que empuja al trabajador a actuar sin realizar comprobaciones previas. En algunos casos, se mantiene la llamada activa durante todo el proceso, para evitar interrupciones o que la víctima contraste la información con un tercero. El anonimato y la confianza son los pilares sobre los que se sustenta este tipo de fraude. Las víctimas más habituales suelen ser empleados de negocios de tamaño medio o pequeño, con estructuras menos rígidas y mayor flexibilidad en la toma de decisiones operativas. El delincuente se aprovecha precisamente de ese entorno laboral más informal, donde una instrucción telefónica directa no siempre se cuestiona si parece proceder de un mando superior. Medidas de prevención y reacción ante un intento de fraude La Policía Nacional ha difundido una serie de recomendaciones clave para evitar caer en este tipo de fraude. Entre ellas, destaca la importancia de desconfiar de cualquier llamada que implique pagos urgentes, especialmente si se solicita mantenerlo en secreto o se prohíbe consultar con otras personas del entorno laboral. También se aconseja no realizar compras de tarjetas, envíos de dinero o transferencias sin una validación previa a través de canales internos y oficiales de la empresa. En caso de duda, se debe interrumpir la llamada y contactar directamente con la persona mencionada para verificar su autenticidad. Las autoridades insisten en la necesidad de que las empresas establezcan protocolos claros sobre cómo actuar ante instrucciones inusuales o solicitudes económicas imprevistas. Además, fomentar la comunicación interna y la formación de los empleados sobre este tipo de fraudes puede reducir significativamente el riesgo. Informar de cualquier intento, incluso si no se ha producido daño económico, permite alertar a otros trabajadores y contribuir a la investigación de estos hechos. La prevención, según recalca la Policía, depende tanto de la preparación de las organizaciones como de la reacción individual ante este tipo de situaciones.

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