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Alertan del peligro de los SUV para los niños, ciclista y peatones

Los coches nuevos en Europa, incluidos los que se comercializan en España, son cada año medio centímetro más altos. Esta tendencia, asociada al aumento de las ventas de SUV, no solo implica un mayor uso del espacio público urbano, sino que ha intensificado la preocupación social y técnica en torno a la seguridad vial, especialmente en lo que respeta a peatones y ciclistas vulnerables, como menores o personas mayores. La sustitución progresiva de monovolúmenes y berlinas familiares por los SUV en España es un fenómeno que se explica por una confluencia de factores, muchos de ellos relacionados con la percepción del consumidor y las tendencias del mercado. En primer lugar, hay un factor estético y de imagen. Los SUV, o «Sport Utility Vehicles», transmiten una imagen más moderna, robusta y aventurera que los monovolúmenes o las berlinas familiares. Mientras que estas últimas a menudo se asociaban a vehículos puramente funcionales y «de padre/madre», los SUV lograron capitalizar un deseo de estatus, versatilidad y una apariencia más «todoterreno» sin las desventajas de consumo y maniobrabilidad de los 4x4 puros. El diseño elevado, las protecciones de bajos y una silueta más imponente han calado hondo en el gusto del público español. Un segundo motivo es la versatilidad y modularidad percibida, aunque los monovolúmenes y berlinas familiares sean a menudo más eficientes en el aprovechamiento del espacio interior. Los SUV ofrecen una aparente mayor capacidad para afrontar diferentes tipos de terrenos (gracias a su mayor altura libre al suelo y, en algunos casos, tracción total), lo que atrae a aquellos que buscan una opción «para todo», desde el uso urbano hasta escapadas de fin de semana por caminos no asfaltados. El maletero, aunque no siempre superior en volumen a un familiar en todos los casos, sí suele ofrecer mayor altura de carga, lo que es ventajoso para objetos voluminosos. En tercer lugar, la percepción de mayor seguridad y posición de conducción elevada es clave. Muchos conductores asocian la mayor altura del SUV con una sensación de mayor control y seguridad al volante, al tener una mejor visibilidad del tráfico. Aunque los informes recientes cuestionen la seguridad para peatones y ciclistas debido a los puntos ciegos y la mayor altura del capó, la sensación subjetiva para el conductor es de dominio y control. Así, según un estudio publicado por la federación europea Transport & Environment (T&E) junto a la campaña Clean Cities, la altura media del frontal de los coches ha pasado de 76,9 centímetros en 2010 a 83,8 centímetros en 2024, un incremento progresivo para el que ni la normativa europea ni la española han establecido límites hasta la fecha. En la práctica, el aumento de la altura del capó tiene consecuencias muy concretas y peligrosas. Las pruebas encargadas para el informe revelan que, desde el asiento del conductor de vehículos de gran tamaño, no se puede ver a una niña o niño de hasta nueve años que se encuentre justo delante del coche. Los modelos más comunes de SUV, como el Land Rover Defender, tampoco permiten ver a menores de hasta cuatro años y medio. Además, a velocidades habituales en ciudad (hasta 50 km/h), un peatón puede ser empujado debajo del coche en lugar de hacia un lado, lo que multiplica la probabilidad de sufrir heridas mortales. Según estudios citados en el informe, cada 10 centímetros adicionales de altura del capó aumentan en un 27% la probabilidad de muerte para peatones, ciclistas y demás usuarios vulnerables de la vía pública que puedan ver implicados en un accidente. Por si fuera poco, los SUV y camionetas con frontales elevados también representan entre un 20 % y un 50 % más de riesgo de lesiones graves para ocupantes de vehículos más pequeños en caso de colisión. « Cada día muere un niño o niña en nuestras carreteras, pero se fabrican coches tan grandes que los hacen invisibles desde el asiento del conductor. ¿Cómo es posible que esto sea aceptable? Afortunadamente, cada vez son más las instituciones locales que se oponen a la proliferación de estos coches y defienden lo que realmente quiere la ciudadanía: calles seguras y verdes sin vehículos monstruosos. Las ciudades deben ir más allá y actuar con mayor rapidez para restringir los SUV de gran tamaño, recuperar el espacio público y dar prioridad a la seguridad ya las personas », señalan desde la campaña Clean Cities. En España, los datos preocupan. Aunque el informe analiza datos de toda Europa, el Estado español no es una excepción. En este país, los SUV ya representan más del 55 % de las matriculaciones, una cifra que ha ido en aumento desde 2012. Esta realidad está transformando nuestras ciudades en entornos menos seguros para la movilidad activa (peatones, ciclistas, personas mayores e infancia). « Estamos viendo cómo las calles se llenan de coches que no solo consumen más espacio, sino que suponen un riesgo evidente para la seguridad vial », alertan las organizaciones de la campaña en España. « Es problema de seguridad pública, no solo de diseño », explican desde la organización ecologista. T&E y Clean Cities, campaña de la que ECODES, Ecologistas en Acción, IS Global, Salud por Derecho y ConBici han pedido a la UE que limite la altura de los capós para 2035 como parte de un paquete de reformas para limitar las dimensiones cada vez mayores de los coches. En cuanto a los capós, el estudio recomienda una altura máxima de 85 centímetros para seguir estudiando la cuestión. El largo plazo hasta 2035 ayudaría a minimizar las perturbaciones en la producción y los diseños existentes. Las autoridades nacionales y municipales también deben hacer más justos los impuestos y las tarifas de estacionamiento, vinculándolos al peso y al tamaño de los vehículos. En la mayor parte de Europa, el peso es el mejor indicador disponible hasta que los legisladores hagan más accesibles los datos sobre el tamaño. En España, esto implicaría repensar nuestras políticas urbanas y fiscales para frenar el avance de los «coches monstruos» y recuperar el espacio público. « No se trata solo de seguridad vial, sino de cómo queremos que sean nuestras ciudades. Más espacio para coches grandes significa menos para juegos, bicicletas y terrazas. Hay alternativas más seguras, limpias y eficientes », concluyen desde Clean Cities España.
abc.es
hace alrededor de 7 horas
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