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‘Decorado’, una combativa fábula que refleja la “crisis” de una sociedad en la que “es muy difícil escapar del dinero”

‘Decorado’, una combativa fábula que refleja la “crisis” de una sociedad en la que “es muy difícil escapar del dinero”
La película de animación de Alberto Vázquez expande el cortometraje por el que ganó un Goya en 2017 para retratar un mundo lleno de “líderes megalómanos, guerras, inteligencia artificial y trabajo”El libro que destroza el mito de que el trabajo dignifica y te hace ser mejor persona Fue hace ya casi una década cuando el cineasta coruñés Alberto Vázquez llevó a los Goya su cortometraje Decorado (2016), una tremenda sátira que exprime al máximo la crisis existencial de dos ratones para retratar una sociedad consumista y víctima del capitalismo. La cinta, que se hizo con el codiciado galardón español y llegó a proyectarse en la Quincena de Realizadores de Cannes, fue un tremendo éxito por dejar en evidencia la hipocresía contemporánea y la superficialidad de un mundo cada vez más digital y vacío. Pero la desesperanzadora fábula se torna más trascendental conforme pasa el tiempo: nueve años después de su estreno, nada ha cambiado. Un motivo por el que su director regresa a esta historia, ahora convertida en largometraje, y la lleva a los cines a partir de este viernes. Desde la problemática laboral que impulsa la adicción al trabajo hasta el terror a no llegar a fin de mes para pagar el alquiler, el peligro de la hiperproductividad o el incesante control de las megacorporaciones sobre los ciudadanos, Alberto Vázquez afirma a elDiario.es que “la película refleja la crisis de nuestra sociedad”. Lo hace a través de Arnold y María, una pareja de ratones que está a punto de ser desahuciada porque él está en paro y ella no ingresa lo suficiente como ilustradora. “El dinero rige nuestras vidas, es el verdadero dios de esta sociedad”, constata el cineasta, que evidencia en el filme cómo una relación puede hundirse a consecuencia de no seguir lo estrictamente estipulado por el sistema. El cuento, que protagonizado por animales reflexiona sobre el sentido de la vida y la libertad, también muestra la soledad de quien no sabe a dónde acudir cuando todos estos problemas empiezan a hacer mella. En una de las escenas más impactantes de Decorado, Arnold amenaza con llamar a la policía cuando varios personajes atacan a un mendigo, pero pronto se acaba dando cuenta de que estos personajes son, de hecho, agentes de policía. En otra secuencia, un profesional inmobiliario intenta vender una casa afirmando que es, “sin duda, una gran oportunidad para vivir y/o especular”. “La película plantea muchas preguntas y da pocas respuestas”, comenta Alberto Vázquez. “Pero la sociedad actual es cruel y peor, todo lo que se nos viene encima es mucho más inquietante”, añade el director. Arnold, protagonista de 'Decorado' En un momento en el que estamos rodeados por “líderes megalómanos, guerras, inteligencia artificial y trabajo”, Alberto Vázquez señala que “nuestro valor en la sociedad es lo que consigamos económicamente”. “Nosotros también somos un producto”, denuncia el cineasta. De ahí que Arnold y María estén al borde de la exclusión social, que la multinacional ficticia Alma —que pretende ser una combinación de Google y Amazon— haya eliminado a un amigo de Arnold para poner en venta su vivienda y que los abusos de poder sean capaces de decidir el futuro de cada individuo. “Estas cosas que están en la película son el pan de cada día. Quería hablarlas y ponerlas ahí con sentido del humor, que rebaja un poco el drama”, cuenta Vázquez. No obstante, pese a su búsqueda del equilibrio entre comedia y drama, Decorado deja la sensación de tratarse de una película de terror. Todas las problemáticas que aborda la cinta aparecen retratadas de una forma tan cotidiana que el mero hecho de que en el presente estén tan normalizadas produce pánico. “Tenemos que trabajar, tenemos que ceñirnos a unos horarios, nos regimos por este sistema de trabajo y de dinero de recompensa”, apunta el cineasta. Sin embargo, intenta ver el asunto con optimismo: “Es muy difícil escapar del dinero, pero puedes hacerte un decorado acorde a tus gustos de vida, ya sea con tus aficiones, con tus amigos o con la gente a la que quieres. Es la manera más evidente para ser feliz dentro de una sociedad tan controladora”. A pesar de que sea complicado mantener innatas las ganas por cambiar un mundo que se desmorona, sobre todo cuando el tiempo sigue sucediendo y los resultados no son nunca los esperados, el largometraje incentiva a rebelarse contra el sistema para continuar haciendo frente a lo que no se considere justo. Tanto Arnold como María tenían ese espíritu crítico y revolucionario cuando eran jóvenes, pero poco a poco se han dejado absorber por el derrotismo. “Los jóvenes son más idealistas, más reaccionarios, están descubriendo las injusticias del mundo y reaccionan a ellas”, indica Alberto Vázquez. “¿No parece increíble? Con la edad vas asumiendo todo, vas entrando en ese decorado y tienes una visión más desencantada, más sarcástica de la realidad”, agrega. El mundo también tiene un lado positivo y la humanidad se balancea entre las ideas del mal y del bien, del egoísmo y la generosidad. Hay muchísima gente buena que equilibra todo lo que hace la gente estúpida. Alberto Vázquez — Cineasta Para el director, “lo bonito es el pensamiento de inconformismo, denuncias y luchas por los derechos que relacionamos con la juventud”. Aunque puntualiza que “hay mucha gente mayor que es mucho más reaccionaria que cualquier joven”, destaca que es algo que “relacionamos con la juventud y con cierta inocencia”: “Con los años vas viendo que las cosas no cambian, que los problemas se repiten, que 'da igual' qué líderes tengamos, y vas viendo el lado negativo del mundo”. Aun así, comenta que “el mundo también tiene un lado positivo y la humanidad se balancea entre las ideas del mal y del bien, del egoísmo y la generosidad”. “Hay muchísima gente buena que equilibra todo lo que hace la gente estúpida”, destaca. Decorado reivindica el valor del cine de animación para ahondar en temas sociales que dan la sensación de que únicamente pueden abordarse en el cine convencional. “La animación es un medio maravilloso para contar historias y permite hacer cosas que no puedes hacer en el cine de imagen real. Es una mezcla entre el cómic y el cine”, subraya Vázquez. “El 90% de lo que se produce está orientado al público infantil y familiar, al consumismo, a la taquilla rápida, y hay películas que son cojonudas, pero hay otra manera de hacer cine de animación”, indica el director, que ha apostado por animales que remiten al Disney más clásico porque no tienen un tiempo ni un lugar definidos. Fotograma de 'Decorado' “La animación es una forma muy poética de hablar de la realidad, y, en mi caso, funciona como caballo de Troya porque las películas engañan mucho. Parece que son una cosa por su estética colorista, pero las temáticas son más duras, denuncian injusticias e impactan a la gente”, constata. Este contraste entre forma y contenido es el motivo principal por el que hace cine de animación, pero sigue encontrándose con el obstáculo de que no disminuyen los prejuicios en torno a esta vía para contar historias. “El día 24 se estrena esta película y no llegamos a 30 salas porque los exhibidores no la quieren y no apuestan por ella”, lamenta. “Se debería promocionar más porque la animación, además de ser un arte, es una industria que da muchos puestos de trabajo y que enlaza con otras industrias muy potentes como la del videojuego”, asegura. Alberto Vázquez reivindica que, “aunque a veces parece que la animación es de frikis, es un medio muy poderoso”. Lo hace, además, en un momento en el que la inteligencia artificial es uno de sus grandes retos: “Va a venir a pegarnos un guantazo a todos, no solo al sector de la animación o de la ilustración, sino a todos los programadores, servicios de atención al cliente, periodistas... Es muy inquietante y muy interesante. Se van a conseguir cosas maravillosas, como avances médicos, pero va a haber una época en la que mucha gente se va a quedar sin trabajo y va a tener que reubicarse de alguna manera. ¿Y qué va a pasar mientras? ¿Qué va a pasar en esos años donde se pierdan tantos puestos de trabajo y haya tanta incertidumbre?”. Al estilo de Los Simpson, el cineasta espera que la historia de Arnold y María, que son una especie de Mickey y Minnie Mouse sumidos en la depresión, también pueda ser apta para niños aunque aborde temáticas complejas y de adultos. “Los niños de doce años ya tienen móviles y ven todas las desgracias del mundo. Puede sonar a tópico, pero es mucho más inquietante el telediario que esta película”, enfatiza Alberto Vázquez. Para él, el verdadero rayo de luz en una “sociedad tan capitalista e hiperproductiva” son las “relaciones verdaderas”, esas “cinco o seis personas que están ahí en tu vida y que, cuando tienes un problema, te dejan ser tú mismo y hablar de forma honesta”. Ese es el decorado que, a pesar de todo, hace más fácil el día a día.

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