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El documental que muestra cómo Warhol y Vijande crearon en España “su propia Factory con Almodóvar y Alaska”

El documental que muestra cómo Warhol y Vijande crearon en España “su propia Factory con Almodóvar y Alaska”
'Warhol-Vijande: Más que Pistolas, Cuchillos y Cruces' busca rescatar del olvido al galerista que trajo al artista estadounidense a España Entrevista - Antonio de la Torre: “Durante un tiempo creí que existía, pero el ascensor social es una gran mentira” Cuando Andy Warhol aterrizó en el Madrid efervescente de 1983 para inaugurar su exposición Pistolas, Cuchillos y Cruces, el evento fue un terremoto social. Se trataba de la primera y única vez que la ciudad recibiría al ahora considerado rey del arte pop, pero, en aquel entonces, su llegada a la capital lo hizo ser un descubrimiento para mucha gente. Sin embargo, detrás de la euforia mediática y la asistencia masiva que acarreó la muestra en los 80 —con más de 12.000 personas apiñándose en un garaje de la calle Núñez de Balboa—, se esconde una historia que no es demasiado conocida: la del galerista que hizo posible el milagro. Dirigido por el lebrijano Sebastián Galán, el documental Warhol-Vijande: Más que Pistolas, Cuchillos y Cruces no es solo una crónica de ese hito, sino también un acto que busca rescatar del olvido a uno de los grandes artífices de la conexión transatlántica: Fernando Vijande. El filme, que está en cartelera desde el 31 de octubre y supone el debut de Galán en el mundo del cine, se propone demostrar cómo este galerista barcelonés, a través de su audacia visionaria, logró tender un puente fundamental entre la agitada contracultura de la Movida madrileña y el sofisticado y cínico mundo de la Factory neoyorquina —se llamaba así al estudio de arte de Warhol—. El viaje se hace a través de los ojos de Alaska, una de las figuras más importantes de la Movida. Asidua de la Galería Fernando Vijande y testigo directo de la visita de Andy Warhol, es ella quien ha sido la encargada de realizar las entrevistas y articular este relato sobre la célebre llegada del artista a Madrid y su trascendencia para el arte contemporáneo español. Lo hace, además, en un momento en el que dicha exposición no es recordada por muchos pese a la enorme repercusión que tuvo hace ya más de cuatro décadas. “La memoria colectiva es así, dura un minuto”, afirma la cantante a elDiario.es. El cineasta, por su parte, indica que “la historia es muy injusta”: “O tienes a alguien que esté escribiéndote la historia, o la historia se borra. El papel de este documental no es solo registrar a Fernando [Vijande], sino recuperar voces de esa época que participaron en ella y que son testimonios de personas que han sido fundamentales en la Transición de este país”. El documental establece la conexión entre la escena cultural española y la de Nueva York, ambas respuestas liberadoras y excesivas a periodos de represión: la Movida surgió como una explosión creativa tras la muerte de Franco y 40 años de dictadura, mientras que Warhol redefinió la Factory tras ser víctima de un tiroteo en 1968. Trayendo de vuelta a esas “figuras del pasado que nos hacen ser lo que somos hoy”, según narra Sebastián Galán, la cinta ahonda en el paralelismo entre la liberación política española y la superación del trauma personal del artista, que generó una afinidad que se acabó plasmando en la muestra Pistolas, Cuchillos y Cruces. En aquel entonces, cuando en el extranjero se pensaba en España, lo primero que se le venía a la gente a la cabeza era la Inquisición y la Guerra Civil. No es de extrañar, por tanto, que todo ello se viera reflejado en la muestra del estadounidense. En un vídeo de archivo de 1983 al que recurre el largometraje, Vijande explica que la exposición era “muy importante tanto por el volumen de obras como por la calidad”, además de por ser “la primera vez que se ve una obra de Warhol aquí”. Christopher Makos, fotógrafo, amigo y acompañante de Andy Warhol en su visita a Madrid, cuenta a Alaska cuando esta acude a su estudio en Nueva York para la realización del documental que eran “muy afortunados al presenciar lo que estaba ocurriendo, estar justo en el momento en el que un movimiento artístico está florenciendo”. “Los españoles, conscientes o no de ello, estaban creando su propia Factory con Almodóvar, Agatha Ruiz de la Prada o Alaska”, comenta Makos. La cantante, por su parte, cuenta a este periódico que “[Warhol] le dio a mundo artístico de Madrid mayor relevancia”: “Que un artista de ese calibre viniera a hacer una exposición a una galería te da otro nivel, es una cosa muy especial”. Andy Warhol y Pedro Almodóvar, en un fotograma del documental Sin embargo, Alaska enfatiza que la hazaña de Fernando Vijande iba más allá de lo artístico, pues “todo lo que Warhol tocaba inmediatamente se entendía que era moderno, era audaz, era libre”. “Estábamos tocados por la mano de Warhol”, rememora la artista. Eran tiempos en los que se abrazaba el cambio, en los que uno celebraba que hubiesen acabado 40 años sin diversión por la muerte de Franco. Aun así, Sebastián Galán no considera que “tiempos pasados fueran mejores”, sino que “hay que rescatar qué es lo que se ha hecho” para entender mejor el presente. “No pienso que estemos perdiendo libertad, pienso que tenemos que luchar por las libertades que tenemos”, indica el director de la cinta. Soy hijo de la democracia y soy hijo de toda esa gente que luchó para que yo pueda vivir así, pero ellos lo tuvieron muchísimo más difícil. Sebastián Galán — Cineasta Galán, que ha revisitado aquellas fechas para la grabación de Más que Pistolas, Cuchillos y Cruces, asegura que “en la actualidad somos más las personas libres que en esos momentos”. “Soy homosexual y he vivido mi homosexualidad con total tranquilidad. Salgo y entro sin que me apedreen o sin que me echen de mi puesto de trabajo. Soy hijo de la democracia y soy hijo de toda esa gente que luchó para que yo pueda vivir así, pero ellos lo tuvieron muchísimo más difícil”, agrega. No obstante, Alaska añade que en aquella época no existía esta conversación porque era “lo que tocaba”: “El victimismo no sirve para nada más que para victimizarte a ti mismo. Y, en cuanto a las libertades que podemos perder, siempre va a haber un cafre que te va a pegar por ser maricón, pero es un cafre y la ley está de tu lado”. La artista apunta que, hoy día, “la libertad no está tanto en las leyes, sino en la libertad que tienes de expresarte”, y alude al “famoso incendio de las redes sociales que dura 24 horas y por el que echan a una cantante de un festival o a un escritor le cierran otra cosa”. “Eso es lo que a mí me da miedo: la quema de libros, la quema de conceptos. Y eso no son las leyes, eso es cómo nos toleramos los unos a los otros. Y en esta era digital nos toleramos muchísimo menos”, señala Alaska. El cineasta, por su lado, destaca que “es muy fácil acusar bajo un nombre falso” y que “lo que nos hace seres terribles es el anonimato”. “Eso no tiene nada que ver con los 80 o con los 25, tiene que ver con el ser humano”, declara. El documental certifica que el encuentro de 1983 orquestado por Fernando Vijande fue, además de un punto de inflexión, la confirmación definitiva de que Madrid había logrado, gracias a la visión de su galerista, trascender su aislamiento cultural y entrar de lleno en el debate global del arte contemporáneo. Tanto fue así que la Movida había pasado a ser la versión española, liberadora y excesiva de The Factory. “Él tenía el perfil visionario y la capacidad de hacer algo con ese perfil”, explica Alaska. “Todos vemos cosas por las que decimos, '¡qué maravilla!', pero, ¿haces algo por esa maravilla o esa maravilla hace algo por sí misma? Tienen que haber capacidad creativa, pero también capacidad de gestión”, añade, reiterando que “Fernando [Vijande] hubo uno”.
eldiario
hace alrededor de 5 horas
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