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¿Tiene sentido esta nueva Oreja de Van Gogh 18 años después?

¿Tiene sentido esta nueva Oreja de Van Gogh 18 años después?
La banda inicia nueva etapa recuperando a su vocalista original, Amaia Montero, pero con el reto de hacer frente a un futuro ya no solo sin su guitarrista, sino uno de sus principales compositoresLa Oreja de Van Gogh anuncia el regreso de Amaia Montero y la salida de Pablo Benegas “Está ocurriendo”. El regreso de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh es una realidad. Después de un año de rumores sobre su vuelta tras la fría salida de Leire Martínez, la banda ha confirmado por fin la noticia más esperada por muchos –aunque la tardanza en la comunicación haya generado también algún que otro detractor–. Eso sí, el comunicado llegó con 'sorpresa', porque pese al retorno de su vocalista original, el grupo no va a volver al completo. El guitarrista y compositor de gran parte de los temas, Pablo Benegas, se retira “una temporada”. Dieciocho años después, la imagen de los cinco integrantes de la formación original, tendrá que seguir haciéndose esperar. Inmersos en la era de la nostalgia, donde los revivals, reboots y reencuentros siguen a la orden del día, el regreso de Amaia Montero parece aterrizar en un caldo de cultivo perfecto. Las especulaciones sobre su posible vuelta no habían sido baladí, y realmente han estado ligados a la trayectoria del grupo desde que en 2007 separaran sus caminos. También en la carrera de la cantante en solitario, que lanzó hasta cuatro álbumes de estudio. Ha dado igual. La sombra de esta esperanza siempre ha estado ahí. Quienes asistieron a la primera década del grupo –a la que siguen perteneciendo temas tan emblemáticos como La playa, Puedes contar conmigo y Pop–, anhelaban volver a ver a los cinco juntos, sobre el escenario, otra vez. Volver a escuchar los temas en su voz original, conectar desde ahí, revivir desde ahí, sonando así. Y no porque Leire Martínez no haya estado a la altura de lo que pudo haber sido el fin de la banda. La 'nueva' La Oreja de Van Gogh Por mucho que se haya querido enfrentar a ambas artistas, ellas han permanecido al margen, y los diecisiete años de la sucesora al frente de la formación sin que esta haya perdido repercusión, le han permitido firmar su propia –y dignísima– era dentro de La Oreja de Van Gogh. Aun así, las ganas y la nostalgia funcionan ya como billete directo, aunque solo sea por mera curiosidad, al éxito de la recién inaugurada nueva etapa de la banda. La euforia desatada en la inesperada aparición de Amaia en un concierto de Karol G el pasado verano interpretando Rosas fue solo una premonición. Aún no han dejado del todo claro en qué va a consistir exactamente el proyecto, más allá de que sí que planean publicar nueva música. Según lo expresado en su comunicado, en los últimos meses han estado refugiados en San Sebastián para “repasar sus éxitos” y “escribir nuevas historias”, que “pronto” se sumarán al repertorio conocido. Se intuye que saldrán de gira, aunque no hay ninguna fecha confirmada. Más allá del futuro anuncio del tour, todo apunta a que la venta de sus entradas, dependiendo también de los recintos a los que vayan, y el número de días, generarán gran expectación y ya preocupación entre los fans por el miedo a quedarse sin tickets, o ir haciendo incluso Tetris para elegir en qué ciudades repetir. Pero no es oro todo lo que reluce, el propio comunicado incluye una malísima noticia para el futuro del grupo: la pérdida de uno de sus integrantes más estandartes. Qué implica el adiós de Pablo Benegas El guitarrista no ha publicado ningún mensaje en sus redes sociales respecto a la vuelta de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh, por lo que la información sobre los motivos de su salida se limita a lo recogido en el comunicado del grupo. En él indican que su decisión se debe a que quiere “poder disfrutar de más tiempo junto a su familia” y “explorar nuevos retos profesionales”, que no se especifican. La Oreja de Van Gogh, con los cinco discos platino que ganaron por 'Dile al sol' El músico publicó el año pasado Memoria, la autobiografía en la que habló de su infancia y adolescencia marcadas por ser hijo del político del Partido Socialista de Euskadi Txiki Benegas, que estuvo amenazado por la banda terrorista. En él abordó su pasado universitario como militante contra ETA, en el entorno donde conocería a sus futuros compañeros –ahora ex– de banda: Haritz, Xabi y Álvaro. Amaia llegó después. Quizás podría pensarse que querría ampliar su trayectoria literaria, pero de momento son solo conjeturas, dado que él no se han pronunciado al respecto, ni tampoco mostró especial interés durante la promoción en decir que tuviera intención de ampliar su andadura en las letras. Ahora bien, mucho antes de asomarse a la industria editorial, Benegas había sido pieza angular de las canciones de La Oreja de Van Gogh. El guitarrista ha escrito la amplia mayoría de temas de la banda, por lo que su 'pérdida' está llamada a afectar al sonido del grupo. El 28, 20 de enero, Cuídate, El último Vals, París y Soledad son solo alguno de los sencillos a los que le debemos su existencia. Al tratarse de una sonada 'vuelta', cabe deducir que el grupo querá acercarse lo máximo a las melodías de sus cuatro primeros álbumes (Dile al sol, El viaje de Copperpot, Lo que te conté mientras te hacías la dormida y Guapa), pero para ello tendrá el reto de hacerlo sin uno de sus principales ideadores. En contra, es cierto que el grupo recupera con Amaia Montero no solo a su vocalista original, también a su compositora, ya que la cantante también participó en la escritura de las canciones. Una relativa ficha por otra. Un año sin Leire Martínez La estrategia de La Oreja de Van Gogh, que lleva un año manteniendo silencio desde que anunciara en un frío comunicado la salida de Leire Martínez como vocalista ha sido fuertemente cuestionada. La cantante, que en un primer momento optó igualmente por no decir nada, terminó accediendo a dar entrevistas y hasta a 'dedicarles' el primer single de su carrera en solitario. “Nunca fui tuya, búscate a alguien que me sustituya”, fue una de las frases que incluyó. Fue seis meses después de su controvertido adiós, cuando ya había revelado que no había formado parte del famoso comunicado. Tampoco fue responsable de la decisión de abandonar la formación. Las 'formas' del grupo generaron polémica, ya que a muchos no vieron con buenos ojos que, tras diecisiete años al frente del grupo –más incluso que la propia Amaia–, su despedida hubieras sido tan fría. Y no solo eso, sino que durante el año que ha pasado desde entonces, no han hecho ninguna mención ya no solo del futuro del grupo, sino que tampoco sobre ella. Una muestra de cariño, algo más de atención que podría compararse con el emotivo comunicado con el que sí cumplieron cuando separaron su camino del de Amaia Montero. Segundas partes nunca fueron buenas Más allá de la polémica partida de Leire Martínez, el regreso de Amaia Montero llega entre sonados y esperados aplausos, y algunas dudas, pero siendo pertinente. Y una petición de gran parte del fandom desde el mismo 2007. No existe fórmula que asegure el triunfo de los regresos de este nivel, pero la vuelta de Amaia lo tiene –casi– todo para que lograrlo. Uno de los motivos es que su adiós no fue comparable al de las películas que pese a haber acabado muy bien, alguien decide 'estropearlo' con una innecesaria secuela –véanse ejemplos como la cuarta entrega de Indiana Jones o American Psycho 2– pero esto no aplicaría a la banda, ya que su adiós no se vivió desde fuera como algo premeditado. Pablo Benegas y Amaia Montero, en una actuación de La Oreja de Van Gogh en 20015 Guapa, su último álbum juntos, fue el más flojo de los cuatro con Amaia al frente, pero nada apuntaba a que debería ser su final ni que se hubieran quedado faltos de ideas. Ni en la banda ni la cantante, que siguieron publicaron sus propios trabajos discográficos después. Cierto es que seguramente muchos fans se habrían contentado con una gira de despedida reivindicando todas las canciones emblemáticas de aquella primera etapa, ya que además cada nueva composición será inevitablemente comparada con las anteriores, con toda la complicación que ello implica. A la vez, la simple ilusión en el nuevo proyecto, y el reencuentro dieciocho años después obliga a dar un voto de confianza. Un aire fresco a la vez más nostálgico que nunca, combinados en busca de la fórmula perfecta para enganchar y reenganchar a sus fans. Más allá de que las nuevas canciones serán siempre motor para intentar seguir ampliando su público. En un contexto de bulimia musical, poder aparecer en las 'listas de novedades' sí que se acerca a funcionar como 'seguro'. Polémicas, emociones, dudas e incertidumbres aparte, el regreso de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh ya supone en sí el inicio de un nuevo episodio en la historia del pop español.

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