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Marta Vall-llossera, arquitecta: "Es necesario blindar las viviendas protegidas y más cuando hay dinero público"

Marta Vall-llossera, arquitecta: "Es necesario blindar las viviendas protegidas y más cuando hay dinero público"
La presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España apuesta por blindar el parque público de viviendas, impulsar la rehabilitación y agilizar los trámites administrativosEl reto del Gobierno con la vivienda: solo uno de cada cinco nuevos pisos es protegido Marta Vall-llossera Ferran (Lleida, 1962) es la presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España. Bajo su batuta, el organismo que agrupa a todos los colegiados del país acaba de publicar un Diagnóstico y propuestas para resolver el problema de la vivienda en España. Sus recetas pasan, entre otras, por movilizar vivienda disponible, monitorizar el mercado para anticipar las medidas a adoptar, incrementar el parque de vivienda protegida e impulsar la rehabilitación y la obra nueva, además de implementar nuevas ayudas al alquiler, apostar por una mejor fiscalidad y limitar la vivienda turística, que resta personalidad a los barrios. Piden un Pacto de Estado por la vivienda. Con el clima político actual, ¿es una utopía? Tener una vivienda digna y asequible es un derecho fundamental, pero precisa tiempos largos y políticas estables. El problema viene de muy atrás, porque durante muchos años no se hicieron políticas activas, sobre todo en vivienda asequible y pública. Hay un retraso y, para volver a coger el ritmo y tener la disponibilidad necesaria en este momento, se requieren una serie de acciones que han de ser estables en el tiempo. Por eso es importante un pacto de Estado. ¿Habría alguna palanca para bajar el precio de la vivienda de forma rápida? Hay una emergencia que hay que intentar resolver, al menos con acciones que puedan poner en el mercado el máximo número de viviendas. Los precios son muy altos porque hay un desequilibrio absoluto entre oferta y demanda. En el documento, planteamos medidas a corto, medio y largo plazo, que deben trabajarse en paralelo. A corto sería intentar poner en el mercado toda la vivienda vacía, apostar por la rehabilitación y reformar aquellas casas que, en tiempos cortos, podrían pasar al mercado. En España ha habido muy poca cultura del mantenimiento y hay edificios con patologías estructurales de humedades e, incluso, a nivel funcional, que estaban planteadas para unos sistemas de vida en un determinado momento y que deberían haberse actualizado ¿Cómo es el parque de viviendas en España? Tenemos un parque muy antiguo. Casi el 58% de las viviendas se realizaron cuando no había ninguna normativa sobre eficiencia energética de los edificios. Ahí tenemos un reto enorme, pues hablamos de un parque que necesita una renovación en muchos aspectos. Hablamos de temas de accesibilidad, con muchos edificios que no disponen de ascensores, lo que dificulta que las personas mayores puedan acceder de forma autónoma a la calle. Además, ha habido muy poca cultura del mantenimiento y hay edificios con patologías estructurales de humedades e, incluso, a nivel funcional, que estaban planteadas para unos sistemas de vida en un determinado momento y que deberían haberse actualizado. En cuanto a la eficiencia energética, es algo importantísimo, porque muchas familias afrontan dificultades para tener el confort necesario en sus viviendas por los altos costes de la energía. Eso tiene un coste, que tal vez muchas familias no se pueden permitir. ¿Esto abre una brecha entre quien puede pagar la reforma de su casa y quien no? Sí. Es muy importante partir de un diagnóstico previo, porque no se pueden generalizar soluciones. Quizás [las reformas] no se puedan abordar de forma completa, pero ver qué mejoras deben hacerse y planificar las actuaciones puede ahorrar muchísimos costes. Por ejemplo, un montaje de andamios es uno de los costes principales de una obra de reforma, así que si se aprovecha para hacer todas las obras, ahorras en todo el proceso. Creemos que es muy importante que haya incentivos y una apuesta por parte de la administración. Hemos tenido los fondos Next Generation, que han representado un incremento muy alto en la rehabilitación. No han sido suficientes, pero si considerables, así que hay que seguir apostando por ayudas, incentivos fiscales y subvenciones. El Plan de Recuperación contaba con 3.420 millones para rehabilitación residencial y eficiencia energética y otros 2.000 para rehabilitación integral de edificios. ¿Se están aprovechando esos fondos? Ha habido un incremento, de 2019 a 2024, de un 116% en cuanto a rehabilitación. Partíamos de 25.500 viviendas rehabilitadas en 2019 y ahora estamos en unas 55.000. En 2024, el incremento fue considerable, pero sigue siendo insuficiente. No ha habido la agilidad suficiente en la tramitación de los fondos y mucha gente se ha desanimado en todo ese proceso. Hemos hecho un diagnóstico que trasladamos a las administraciones públicas, para que se pueda mejorar esa parte en futuras convocatorias. Siempre que sea posible, rehabilitar y aprovechar el parque edificado es mucho mejor que los crecimientos urbanos Hay voces críticas con que una cuantía tan grande de fondos se haya ido a rehabilitación y no a nueva construcción. Debemos buscar los equilibrios. Siempre que sea posible, rehabilitar y aprovechar el parque edificado es mucho mejor que los crecimientos urbanos, que deben hacerse también de forma ordenada y planificada donde haga falta vivienda. Por supuesto que hace falta vivienda nueva, pero el hecho de apostar por la rehabilitación de barrios y sobre la ciudad consolidada es muy importante. La presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Marta Vall-llossera En el informe advierten que la vivienda turística tensiona el mercado y encarece el alquiler. ¿Qué tipo de regulación puede proteger la vida en los barrios? El alquiler turístico debe regularse en función en cada zona y teniendo en cuenta la diversidad. Hay zonas muy tensionadas, donde la afectación es mayor, incluso puede llegar a producir gentrificación urbana y las ciudades acaban perdiendo su identidad propia. Hay que regular también el alquiler turístico en viviendas plurifamiliares, donde genera molestias a los vecinos. Cuando hablamos de la crisis de la vivienda solemos centrarnos en el acceso, pero hay otros problemas que no se ven a simple vista. ¿Hay un problema de infraviviendas tras las fachadas? Para que una vivienda sea habitable hay un mínimo de exigencias en cuanto a metros cuadrados, salubridad, ventilación, iluminación… y tiene que cumplir con la legalidad. ¿Qué tamaño mínimo debe tener? Pues debe responder a las necesidades del momento de cada persona, que también van variando a lo largo del tiempo. No es lo mismo una familia unipersonal, que una con hijos o cuando se van haciendo mayores. Hablamos de las dificultades de acceso de los jóvenes, quizás por la precariedad laboral, los sueldos bajos o los problemas para dar la entrada de una hipoteca o las fianzas que se exigen para alquilar, pero las personas mayores tienen otras necesidades. Nos enfrentamos a un envejecimiento muy importante de la población, donde está empezando a haber una tendencia de la atención domiciliaria frente a la hospitalización. Tal vez hay que ir pensando en nuevos formatos de vivienda para estas personas. “Ampliar y mantener el parque público” Estiman que, si no se hubieran descalificado las viviendas protegidas, hoy lo serían el 38% del total. ¿Cómo valora la propuesta del Gobierno de blindar el parque público lo sea a perpetuidad? Lo vemos positivo. Es necesario hacerlo así y más cuando hay dinero público. Estamos en un parque que ronda el 3,3%, frente a la media europea, de casi el 10%. Y hay países que superan con creces esas cifras. Es necesario ampliar y mantener ese parque. También piden una monitorización que permita atajar las desviaciones del mercado y enfocar las políticas públicas. ¿Hasta qué punto están las administraciones a ciegas ante el problema actual? Nos faltan muchos datos. Muchos. En una ponencia en el Colegio [de arquitectos] de Baleares nos explicaban que se dice que hay tantas viviendas vacías, pero después resulta que no. Nos hace falta monitorizar datos y estamos en un momento en el que la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías lo permiten: análisis de flujos de gente, de desplazamientos, de consumo de viviendas… Hay muchos temas que monitorizar y todo ese conocimiento nos va a ayudar a plantear soluciones más adecuadas en el momento. ¿Cómo valoran el Plan Estatal de Vivienda que ha presentado el Gobierno? En general nos parece un plan acertado. Menciona la Ley de Calidad de la Arquitectura, que es una apuesta importante y que, hablando de pactos, consiguió su aprobación sin un voto en contra, lo que es un éxito a resaltar; habla de la importancia de que en todos estos procesos se mantenga la identidad y la parte más arquitectónica; y también de los concursos de arquitectura, que generan frescura, nuevas ideas, tipologías e incluso formatos de viviendas que enriquecen lo existente. Tiene muchas cosas positivas y estamos analizándolo con detenimiento para hacer algunas aportaciones. ¿Por dónde van a ir esas aportaciones? Creemos que hay que apostar por los concursos de proyectos, porque es la manera de apostar por la calidad arquitectónica. Son concursos en los que se establecen unos requisitos y los arquitectos participan, normalmente de forma anónima, lo que da posibilidades a mucha gente. El trabajo se hace de forma completa en todas las fases: proyecto, ejecución y dirección de obra. En estos momentos, y por el tema de la industrialización, a veces se apuesta más por concursos de proyecto y obra, donde nos preocupa que se primen más criterios de precio frente a calidad. Se pueden conjugar ambas cosas y es muy importante que el industrial sea uno más dentro del equipo desde el inicio para poder mantener la unidad del proyecto hasta el final. Hay muchas administraciones que están apostando por una vivienda pública de muchísima calidad Habla de conjugar calidad con precio. En un momento en el que los precios están disparados, ¿cómo convencería a alguien de pagar un poco más por un buen proyecto arquitectónico? La calidad del proyecto arquitectónico cuesta muy poco más y apostar por una arquitectura que nos identifique es la clave. La historia nos da la razón en eso. Los criterios de calidad constructiva vienen marcados por normativas muy estrictas que además son una apuesta en positivo, porque mejores condiciones energéticas evitan costes a futuro y representan ahorros en el tiempo. La calidad en un edificio que va a tener una vida útil de muchísimos años es una apuesta segura. Aquello de que lo barato sale caro es una realidad. Entonces, ¿se puede aspirar a un parque público de vivienda con la misma calidad que el privado? Totalmente. Hay muchas administraciones que están apostando por una vivienda pública de muchísima calidad. En los premios de Arquitectura del Consejo hemos premiado mucha vivienda pública. Hay buena arquitectura, buena construcción y soluciones muy novedosas e interesantes, que se han hecho con buenos concursos de proyecto. ¿Cómo impactan los modelos de concentración de oportunidades en las grandes ciudades en esta crisis? En el informe hablamos de la necesidad del equilibrio territorial. Se está concentrando mucha gente en las grandes ciudades, pero debemos tener una mirada más allá. Hablamos del edificio, la vivienda, la escala urbana, pero también de una escala territorial a nivel superior, de poder dotar de determinadas infraestructuras a zonas que están despoblándose o utilizar recursos que puedan aliviar la concentración en las ciudades. Es una mirada que va mucho más allá de la vivienda Es más amplia, pero a veces, a pocos kilómetros, tienes ciudades medianas, con muy buena calidad de vida y que, con ese estudio y dotándolas de transporte o de determinadas medidas, pueden paliar esas grandes concentraciones y favorecer esos equilibrios territoriales. ¿Se han adaptado las casas en las que vivimos a las nuevas necesidades de la sociedad? Se van adaptando. Aparte de todos esos aspectos más relacionados con las patologías, energéticos, etc., está la parte funcional. No solo por los modelos familiares, que quizá antes eran casas con muchísimos más metros cuadrados, con cocinas independientes… Ahora hay tendencia a espacios más flexibles y funcionales, que tiene que ver a veces con mejoras en cuanto al tema energético, por las ventilaciones cruzadas, que son sistemas que habían utilizado nuestros antepasados con muchísima sabiduría y en los que deberíamos volver pensar. ¿Cuándo hay que ventilar? ¿Cuándo que cerrar? ¿Cuándo hay que poner unos elementos que eviten la entrada de luz solar en verano o que en cambio nos hacen falta en invierno? La presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Marta Vall-llossera Marta Jara, en las oficinas del Consejo
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hace alrededor de 4 horas
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